Impacto de los aranceles de EE. UU. en el sector lácteo europeo

La industria láctea de la Unión Europea atraviesa una situación crítica debido a los aranceles impuestos por Estados Unidos, un tema que podría transformar significativamente el panorama económico de varios países europeos. Este conflicto comercial se intensifica en un momento clave, pues las exportaciones lácteas europeas, especialmente de productos como el queso y la mantequilla, están en riesgo debido a las tensiones arancelarias.
El presidente de los EE.UU. ha mantenido históricamente un déficit comercial con la Unión Europea, que alcanzó cifras récord en 2024, superando los 205.827 millones de euros en pérdidas, según datos del Departamento de Comercio estadounidense. En respuesta, Donald Trump había previsto un arancel del 50% sobre los productos europeos, que inicialmente estaba programado para entrar en vigor el 1 de junio de 2025, pero tras una llamada telefónica con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente estadounidense decidió retrasar su aplicación hasta el 9 de julio de 2025, para dar tiempo a las negociaciones.
Las consecuencias de un arancel del 50%
Si no se logran avances significativos en las negociaciones, los lácteos con origen en la UE estarán gravados con un arancel del 50%, que afectará duramente las exportaciones a Estados Unidos, particularmente en productos clave como el queso y la mantequilla. Según un análisis de RaboResearch, aunque los aranceles actuales del 10% no han tenido un impacto significativo en las exportaciones de mantequilla, se espera que el nuevo impuesto pueda reducir las ventas de queso entre un 10% y un 15%.
El impacto será especialmente notorio en España, donde las exportaciones lácteas a Estados Unidos alcanzaron las 60.000 toneladas de queso en 2024, con una disminución respecto a años anteriores. Sin embargo, la entrada en vigor del nuevo arancel podría traer caídas aún más pronunciadas, afectando tanto a las exportaciones, como a la competitividad de los productores europeos, al reducir sus oportunidades de expansión en el mercado estadounidense.
Otro factor importante es la situación en Irlanda, donde el 90% de la producción láctea se destina a la exportación. Ante la creciente presión de los aranceles, el gobierno irlandés ha solicitado a la Unión Europea una exención de la directiva Nitratos, una legislación europea que busca proteger las aguas contra la contaminación producida por nitratos utilizados en la agricultura. El gobierno ha argumentado que su sistema de ordeño basado en pastoreo es único en Europa y que la calidad de sus aguas ha mejorado. Si esta solicitud no es aprobada, se podría ver forzado a reducir hasta un 10% su ganado, afectando gravemente a la industria láctea irlandesa.
En medio de este panorama, expertos de RaboResearch advierten que la UE deberá tomar decisiones cruciales, tanto en el frente de los aranceles como en las políticas internas, para minimizar el impacto sobre los productores lácteos europeos y mantener su competitividad global. La situación evoluciona rápidamente y será fundamental seguir de cerca las decisiones que se tomen en los próximos meses.