El Ministerio de Agricultura insta a la vacunación contra la lengua azul para evitar nuevas crisis en el sector ganadero

El repunte de enfermedades virales como la lengua azul y la Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), conocida como el “covid de las vacas”, ha encendido las alarmas en el sector ganadero español. Estas patologías, que afectan a rumiantes como vacas, ovejas y cabras, se transmiten por la picadura de mosquitos del género Culicoides, lo que las convierte en enfermedades vectorizadas. Aunque no supone una amenaza directa para los humanos, su impacto devastador sobre la producción láctea ha puesto al sector en máxima alerta.
Ante este aumento de casos en varias regiones de España, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha instado a los ganaderos y veterinarios a tomar medidas preventivas y vacunar a sus animales. Aunque la vacunación frente a la lengua azul no es obligatoria, el Ministerio ha subrayado la importancia de esta práctica para frenar la propagación de la enfermedad.
La situación en España
En las últimas semanas, se han registrado nuevos focos de lengua azul en varias provincias españolas, como A Coruña y Huesca. Según el informe más reciente del Ministerio, las comunidades autónomas de Galicia, Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, entre otras, han experimentado un aumento significativo en la incidencia de la enfermedad, especialmente del serotipo 8, que afecta gravemente a los ovinos.
Para mitigar la expansión de la lengua azul, la Xunta de Galicia ha comenzado a distribuir de manera gratuita vacunas contra el serotipo 4 para ganado bovino y ovino, y contra los serotipos 3 y 8 para ovinos, los más peligrosos. Este esfuerzo forma parte de una campaña orientada a reducir el impacto de la enfermedad en el ganado y evitar la propagación del virus en el futuro.
¿Es suficiente con la voluntariedad?
Aunque el MAPA ha señalado que la vacunación es voluntaria, el creciente número de brotes y la dificultad de controlar la enfermedad sin medidas más estrictas han generado un debate en el sector ganadero. Muchos ganaderos piden que la vacunación deje de ser solo una recomendación y se convierta en un compromiso efectivo, ante el riesgo de que las explotaciones sufran otro «verano negro» como el del año pasado.
Además de la vacunación, el sector ganadero reclama mayor transparencia y acceso a información técnica sobre los posibles efectos adversos de las vacunas, así como una estrategia nacional coordinada que incluya medidas de desinsectación, control de movimientos, vigilancia epidemiológica y suficiente financiación. Los profesionales del sector coinciden en un punto: no hay tiempo que perder si se quiere evitar una nueva crisis para la ganadería española.
El futuro del sector dependerá de una respuesta coordinada y eficaz entre las autoridades y los ganaderos, con el objetivo de evitar que estas enfermedades sigan devastando la ganadería española.




