El queso feta en el embarazo: Todo lo que necesites saber para disfrutarlo de forma segura

Durante el embarazo, nuestra alimentación no solo influye en nuestra salud, sino también en el desarrollo del bebé. Uno de los alimentos que a menudo genera dudas es el queso, especialmente el queso feta, debido a su preparación y a su posible contenido de bacterias que podrían poner en riesgo la salud. Sin embargo, disfrutar del queso feta de forma segura durante el embarazo es completamente posible si sigues algunas recomendaciones clave. Te explicamos todo lo que debes saber para disfrutar de este delicioso queso sin preocupaciones. 

 

¿Es seguro comer queso feta durante el embarazo?

La respuesta a esta pregunta depende en gran medida de cómo se ha elaborado el queso feta. Este tipo de queso, originario de Grecia, se elabora con leche de oveja o cabra, y es conocido por su sabor salado y su textura cremosa. Sin embargo, como con otros quesos, el riesgo de infecciones alimentarias, como la listeriosis, puede aumentar si no se toman precauciones adecuadas al consumirlo. 

La listeriosis es una infección bacteriana que puede transmitirse a través de alimentos contaminados, especialmente aquellos elaborados con leche cruda. Por lo tanto, para minimizar cualquier riesgo, es importante asegurarse de que el queso feta que consumas esté hecho con leche pasteurizada. 

 

Consejos para disfrutar del queso feta con seguridad

Aquí te damos algunos consejos prácticos para asegurarte de que el queso feta que consumes durante el embarazo sea seguro: 

 

Verifica que el queso feta esté hecho con leche pasteurizada

El proceso de pasteurización consiste en calentar la leche a una temperatura específica para eliminar bacterias y microorganismos que podrían resultar peligrosos. Cuando el queso feta se elabora con leche pasteurizada, el riesgo de contraer listeriosis u otras infecciones se reduce significativamente. 

Asegúrate siempre de leer las etiquetas y elegir productos que especifiquen claramente que están hechos con leche pasteurizada. Si no aparece esta información, es mejor evitar el queso para prevenir cualquier riesgo. 

 

Compra en tiendas de confianza

La seguridad alimentaria también depende de dónde compres el queso. Es recomendable adquirir queso feta en supermercados, tiendas gourmet o establecimientos de confianza que mantengan un buen control de la cadena de frío y de las condiciones de almacenamiento del producto. Evita comprar en mercados informales o en lugares sin garantías de higiene y manipulación adecuada. 

 

Evita el queso feta casero o de origen desconocido

El queso feta casero o artesanal, especialmente aquellos que no han sido fabricados bajo estrictas normas de higiene, puede representar un riesgo. Aunque muchos quesos artesanales pueden ser deliciosos, en el embarazo es más seguro optar por productos comerciales que estén claramente etiquetados como elaborados con leche pasteurizada y que cuenten con el respaldo de procesos de producción controlados. 

 

Almacenamiento adecuado del queso feta

Una vez comprado, es fundamental almacenar el queso feta correctamente. Incluso los quesos pasteurizados deben mantenerse refrigerados y consumirse antes de la fecha de caducidad. Si el queso feta se ha dejado fuera de la nevera durante un período prolongado, su seguridad podría verse comprometida, ya que las bacterias pueden proliferar más fácilmente en condiciones cálidas. 

 

 

Los beneficios del queso feta durante el embarazo

Aunque la seguridad es lo primero, no podemos olvidar los beneficios nutricionales que el queso feta puede aportar durante el embarazo. Este queso es una fuente excelente de nutrientes esenciales, como: 

• Calcio: Fundamental para el desarrollo de los huesos y dientes del bebé. Además, ayuda a mantener la salud ósea de la madre. 

• Proteínas: Es una excelente fuente de proteínas de alta calidad, que son esenciales para el crecimiento y desarrollo celular del bebé. 

• Vitaminas del grupo B: El queso feta contiene vitaminas B, que son importantes para el sistema nervioso y el sistema inmunológico, y también pueden reducir el riesgo de defectos congénitos. 

Estos nutrientes hacen que el queso feta sea un excelente complemento en la dieta durante el embarazo, siempre y cuando se elija el tipo correcto de queso y se consuma con moderación. 

 

Cómo disfrutar el queso feta de manera segura

Si deseas incorporar el queso feta a tu dieta durante el embarazo, aquí te damos algunas ideas para disfrutarlo de forma segura y deliciosa: 

• En ensaladas y platos fríos: Asegúrate de que el queso feta esté bien refrigerado antes de añadirlo a tus ensaladas. Evita que se quede fuera de la nevera por mucho tiempo. 

• En platos cocinados u horneados: Cocinar el queso feta, por ejemplo, en un pastel o en una receta al horno, elimina cualquier posible bacteria, haciendo que sea una opción aún más segura. 

Es importante recordar que, aunque el queso feta es delicioso y nutritivo, debe ser parte de una dieta equilibrada y no debe consumirse en exceso.

 

Quesos a evitar durante el embarazo

No todos los quesos son seguros para consumir durante el embarazo. Existen ciertos tipos de queso que, debido a su contenido de leche cruda o su proceso de maduración, pueden presentar un mayor riesgo de transmisión de infecciones bacterianas. Algunos de los quesos que se deben evitar durante el embarazo incluyen: 

• Quesos de pasta blanda: Como el Camembert, el Brie y los quesos azules (como el Roquefort o Cabrales). Aunque algunos de estos quesos se elaboran con leche pasteurizada, su alto contenido de humedad puede permitir que las bacterias se desarrollen más fácilmente. 

• Quesos frescos elaborados con leche cruda: Estos incluyen algunos quesos no pasteurizados como el queso feta no pasteurizado y otros quesos frescos. Siempre lee las etiquetas y evita los que no indiquen claramente que son pasteurizados. 

• Quesos loncheados o rallados industriales: Evita los quesos preenvasados que ya vienen rallados o cortados. Estos productos pueden estar en contacto con aire y bacterias más tiempo, lo que aumenta el riesgo de contaminación. 

 

 

El queso feta puede ser una excelente opción nutricional durante el embarazo, siempre que elijas productos pasteurizados y los consumas con moderación. Asegúrate de leer las etiquetas, evitar los quesos de leche cruda y seguir las recomendaciones de almacenamiento para disfrutar de este delicioso alimento sin preocupaciones. 

El embarazo es una etapa especial en la que cuidar de ti misma y de tu bebé es lo más importante. Si tienes alguna duda sobre tu dieta, siempre puedes consultar con un profesional de la salud para asegurarte de que estás tomando las mejores decisiones para tu bienestar y el de tu bebé.