La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición ha informado de una alerta sanitaria por la presencia de una toxina en un producto de mozzarella fresca de la marca Bocconcini de Alba, procedente de España. La notificación se trasladó desde las autoridades sanitarias de la Comunidad de Madrid, que advirtieron de la presencia de un agente tóxico estafilocócico.
Los síntomas de este tipo de intoxicación son náuseas, diarreas, retortijones abdominales, dolor de cabeza, fiebre y bajada de presión arterial. El tiempo de aparición de sintomatología va desde los 30 minutos a las 8 horas tras la ingesta del alimento contaminado o la exposición a la toxina.
El Ministerio de Sanidad ha señalado que esta alerta está presente en el número de lote 2910, cuya fecha de caducidad es el 29 de noviembre de 2022. El envase es unitario, con un peso de 250 gramos. Según los datos facilitados, el producto fue distribuido en Andalucía, Asturias, Islas Baleares, Islas Canarias, Cataluña, Cantabria, Castilla y León, Galicia y Comunidad Valenciana. Sin embargo, no se cierran otras posibles redistribuciones.
Qué hacer si has consumido el producto contaminado
El Ministerio de Sanidad recomienda acudir a un centro de salud en caso de consumir este producto afectado y presentar algún tipo de síntoma. En caso de haber comprado la mozzarella fresca de Bocconcini de Alba, las autoridades sanitarias recomiendan abstenerse de consumirla y devolverla al punto de compra. Hasta el momento, no se han notificado casos asociados a esta alerta sanitaria.
La prevención adecuada para evitar intoxicación alimentaria por estafilococos es cuidar la preparación de los alimentos. Las personas que padezcan alguna infección de piel no deben cocinar ni manipular comida para otras personas mientras persista dicha infección.
El tratamiento recomendado para paliar los efectos de la toxina estafilococos es a base de líquidos y fármacos para controlar los vómitos. En caso de deshidratación severa, el tratamiento es la reposición de líquidos por vía intravenosa. Aunque no es frecuente, la intoxicación alimentaria por estafilococo puede resultar mortal, especialmente en personas muy jóvenes, ancianas o debilitadas por enfermedades prolongadas.