El Sindicato Labrego Galego, a través de una nota de prensa, se hace eco de las amenazas de algunas industrias lácteas de la suspensión de recogida de leche en ganaderías gallegas donde las vacas permanezcan atadas durante la noche en los establos.
Estas amenazas de cese en las que se apoyan las empresas lácteas, según indican desde el Sindicato, se basan en una alteración de las normas de bienestar animal del Real Decreto de Ordenación de Bovinos. Desde el SLG declaran que “consideramos que el Ministerio de Agricultura también debería interesarse por estos movimientos, habida cuenta de que semejan una más que posible distorsión de la aplicación del RD de ordenación bovina por parte de estas industrias y el incumplimiento de las buenas prácticas recogidas en la Ley de la Cadena Alimentaria”.
El coordinador del sector lácteo en el Sindicato Labrego Galego, Xulio Fernández, solicita la actuación de la Consellería do Medio Rural para poner fin a estos avisos: “Pedimos a la Consellería do Medio Rural que contacte con las empresas lácteas para aclarar esta situación y sobre todo para dejarles bien claro que el nuevo argumento para no renovar los contratos a los ganaderos es totalmente injustificado”, declaró.
Apoyo de la Consellería de Medio Rural a las ganaderías gallegas
En el propio comunicado enviado a los medios de comunicación, el Sindicato Labrego Galego asegura que el hecho de que las vacas pernocten atadas en el establo ni afecta a su bienestar ni infringe la normativa del Real Decreto de Ordenación Bovina. El SLG indicó que la Consellería de Medio Rural les confirmó que “en ningún caso el hecho de que las vacas sean amarradas durante la noche cuando vienen de estar pastando al aire libre todo el día afecte a su bienestar ni infrinja extremo alguno de la abundante normativa que hoy en día vela por las buenas prácticas en el manejo del ganado en la producción alimentaria, incluido el RD en el que se escudan las empresas que están protagonizando este nuevo abuso en la cadena alimentaria”.
Estas prácticas de estabulación nocturna se llevan a cabo, tal y como apuntan en su nota de prensa, en explotaciones que se “caracterizan su pequeño o mediano tamaño y gestión tradicional, con un número limitado de cabezas de ganado, producción en extensivo y un seguimiento del bienestar animal muy próximo”.
Por último, el Sindicato Labrego Galego alertó de que “las industrias saben que se no les pueden vender, muchas ganaderías tendrán que malvender a intermediarios, a un precio mucho más bajo, pudiendo a continuación ser adquirida esta misma leche de nuevo por la industria láctea por menos dinero del que habría pagado a las ganaderas y ganaderos directamente” y que con este tipo de “chantaje a las granjas familiares” lo que se busca conseguir es “dificultar su viabilidad y forzar su desaparición”.