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La emblemática marca gallega Leyma abre una nueva etapa en su historia renovando su imagen y reforzando su posicionamiento con la leche de su tierra en un momento complicado para el sector. En este rebranding, la compañía recupera la icónica vaca que lucían sus briks en los años 60, cuando se fundó.
“Si algo representa a los gallegos es el orgullo y el respeto que sentimos por lo nuestro, y Leyma es un ejemplo de vinculación con el territorio que lleva acompañando a los consumidores desde 1962”, explicó Carmen Lence, CEO del Grupo Lence, al que pertenece la marca y la planta de Arteixo en la que envasa.
Este reposicionamiento de la marca incide de manera especial en el compromiso de Leyma con sus orígenes y su tierra. Quiere reforzar no solo el valor de ser gallega, sino que sea transformada en Galicia. «El 40% de la leche que se produce en España es gallega; con todo, en la propia comunidad gallega, solo la mitad de este 40% pertenece a empresas 100% gallegas», explica la empresa.
Leyma, que ya goza de una fuerte implantación en el sector hostelero, abre ahora un frente por la defensa del producto local que debe coordinar junto con el liderazgo en el sector de la leche fresca pasteurizada que ostenta.
Nuevo packaging, antigua imagen
El nuevo packaging de leche Leyma recupera a la vaca azul que la identificó durante décadas como un modo de “evocar a la infancia, así como para acercar la tradición a las nuevas generaciones”, traslada la empresa. El retorno a la “vaquita” azul es el resultado de una escucha activa llevada a cabo entre consumidores, quienes vinculan la marca con la familia, según afirma Leyma.
“Queremos que Leyma siga siendo una marca inspiradora reflejo de la conexión del pasado con el futuro, manifestando un compromiso con las familias gallegas, y siendo la leche de siempre, para los de siempre, para siempre”, explicó Lence.