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Los 7 focos de viruela en ovejas y cabras en Castilla-La Mancha dejan de momento 38.000 animales sacrificados, el último en un cebadero del pueblo de Alcázar de San Juan, donde dieron muerte a 8.000 corderos al dar positivo algún miembro del rebaño. El presidente de la Identificación Geográfica Protegida (IGP) Cordero Manchego, Pedro Durán, asegura que la situación es de “incertidumbre total” y el sector profesional “está muy asustado”.
Las organizaciones agrarias y productores ovinos y caprinos acatan la normativa de inmovilización y sacrificio de ganado por la plaga de viruela, mientras las ayudas del Ministerio de Agricultura y la Consejería manchega de Agricultura comienzan a llegar. Por parte del Gobierno central, la indemnización por cada animal muerto es de 80 euros.
La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) ve positivas estas medidas para paliar el efecto inmediato de la viruela, aunque advierte de los riesgos a futuro. “Estamos hablando de ganadería selecta que lleva muchos años en programas de mejora genética y el coste de reposición de estos animales es bastante más elevado que el que establece la indemnización», asegura Manuel Torrero, secretario técnico de ASAJA Cuenca.
«Se trata de un decreto que compense lo que les cuestan las ovejas nuevas que adquieran con el dinero que han recibido de la indemnización. El Real Decreto está desarrollándose y tramitándose a nivel nacional y nosotros también estamos preparando la orden de convocatoria para compensar a los ganaderos afectados desde el primer momento», explica Cruz Ponce Isla, directora general de agricultura y ganadería de Castilla-La Mancha.
La viruela estaba erradicada en España desde 1968 y, de momento, las evidencias apuntan hacia un contagio por ganado traído desde Marruecos, ovejas no manchegas para otros usos y explotaciones en donde habrían entrado en contacto. La viruela que afecta a los animales no afecta a humanos ni al consumo de productos derivados, como queso manchego DOP o carne.
Con 3,5 millones de cabezas de ganado, Castilla-La Mancha puso en cuarentena a sus animales la semana pasada. Las provincias más afectadas son Cuenca y Ciudad Real. El temor a la viruela crece en las fronteras de la comunidad autónoma, en especial en Aragón, donde el ganado caprino y ovino supone un alto porcentaje del total. Los expertos observan con preocupación la situación y la “alta velocidad de expansión”.
Miedo al bloqueo de fronteras
El presidente de la IGP Cordero Manchego ve una “locura” la cifra de sacrificios animales llevados a cabo hasta el momento y acusa a la Unión Europea de ellos. “Tenemos dos elecciones, o se sacrifican los animales que den positivo o nos cierran la frontera”, alegó. Pedro Durán también afirmó que una explotación en la que se detecte un positivo estará condenada al cierre, ya que con este procedimiento de sacrificios “es posible que no vuelva” a estar activa. «El problema de los cebaderos va a ser enorme, se van a quedar vacíos».
Aunque existe una vacuna, no es un tratamiento ni curativo ni recomendable. La administración del fármaco provocaría que la viruela se convirtiese en un mal endémico. Esto llevaría a un cierre de fronteras a las exportaciones españolas con origen en ovejas y cabras manchegas. El impacto en el mercado del queso manchego sería inmediato, ya que dos tercios de los 18 millones de kilos de este queso producidos fueron a mercado internacional.