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Producción sostenible de leche, ¿qué métodos y prácticas existen hoy en día?
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La producción sostenible de leche busca equilibrar la actividad industrial de las ganaderías lácteas con la conservación de los recursos naturales, el bienestar animal, el desarrollo económico y la justicia social. Estos objetivos se logran mediante la adopción y desarrollo de prácticas y sistemas que sean respetuosos con el medio ambiente, socialmente responsables y económicamente viables a largo plazo. ¿Qué ocurre con la producción sostenible de leche en el contexto actual?
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¿Qué es la producción sostenible de leche?
La producción sostenible de leche es la denominación global que se aplica a las múltiples prácticas para producir leche de manera que se satisfagan las necesidades presentes, todo ello sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para resolver sus propias necesidades. La producción sostenible de leche implica un enfoque complejo que tenga en consideración los aspectos económicos, sociales y ambientales de la producción de leche.
La producción de leche sostenible busca minimizar el uso de recursos naturales como agua, tierra y energía, mientras se maximiza la producción de leche por cada recurso utilizado. Esto implica adoptar prácticas agrícolas y de manejo animal que sean más eficientes. Además, se presta atención al bienestar de las vacas lecheras, es decir; proporcionar un entorno y un espacio que cubran las necesidades físicas y emocionales de los animales, como un paisaje adecuado, una dieta correcta y atención veterinaria.
Con la producción de leche sostenible también se busca minimizar la contaminación ambiental, por ejemplo, gestionando adecuadamente los residuos generados en la producción de leche, como estiércol y aguas residuales, para prevenir la contaminación del suelo y del agua. También son parte fundamental de este modelo la promoción de la agroecología, el uso de energías renovables en las operaciones lecheras y la reducción de la huella de carbono asociada con la producción de leche.
¿Qué métodos de producción sostenible de leche existen?
La producción sostenible de leche implica la aplicación de diversos métodos y prácticas específicas. Uno de estos métodos más comunes es el uso de prácticas agrícolas que evitan el uso de pesticidas sintéticos, fertilizantes químicos y antibióticos en la alimentación de las vacas. Este estilo de agricultura se complementa con la producción ecológica de alimentos de alto valor dietético para los animales.
Por otro lado, el pastoreo rotativo permita a las vacas tener acceso a pastizales naturales. Además, rotar su pastoreo de manera planificada ayuda a mantener la salud de los pastizales y su biodiversidad y reduce la necesidad de piensos. Las vacas también se benefician del pastoreo rotativo permitiendo el acceso a alimento fresco a su ritmo, según sus necesidades individuales.
Otro método para garantizar la producción sostenible de leche es la adopción de tecnologías avanzadas, como la monitorización de la salud de las vacas mediante sensores o la automatización de la alimentación, para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad del proceso. También deben implementarse tecnologías y prácticas que reduzcan el consumo de agua y energía, como sistemas de riego eficientes y generación de energía renovable, para contribuir a minimizar el impacto de cada ganadería.
¿La conservación de recursos naturales es parte de la producción sostenible de leche?
La producción sostenible de leche debe realizarse desde un enfoque que tenga en cuenta la gestión integral de la tierra, el agua y los recursos naturales que necesita una granja lechera. Con esto se busca equilibrar las necesidades de producción al tiempo que se apuesta por la conservación del suelo y el agua, algo fundamental para garantizar la viabilidad a largo plazo para cualquier industria.
Algunas de las prácticas que pueden llevarse a cabo para la conservación de recursos naturales son:
- Riego eficiente. Utilizar sistemas de riego que minimicen la pérdida de agua, como el riego por goteo o el riego programado, puede reducir el consumo de agua en los campos de cultivo y pastizales.
- Recogida de agua de lluvia. Instalar sistemas para recoger y almacenar agua de lluvia puede ayudar a aprovechar este recurso para riego y otros fines en la granja.
- Monitoreo del consumo. Realizar un seguimiento del uso del agua en la granja y tomar medidas para reducir el desperdicio y la sobreexplotación.
- Cobertura vegetal. Mantener una cobertura vegetal en los campos de cultivo y pastizales ayuda a prevenir la erosión del suelo y a retener la humedad.
- Mínimo o cero labranza. Evitar la labranza excesiva o adoptar prácticas de labranza mínima ayuda a conservar la estructura del suelo y reduce la pérdida de nutrientes.
- Compostaje. Convertir residuos orgánicos, como estiércol, en compost puede mejorar la fertilidad del suelo y reducir la necesidad de fertilizantes químicos.
- Uso de subproductos. Utilizar subproductos de la agricultura y la industria alimentaria, como pulpas de frutas, cáscaras de vegetales y otros restos, como suplementos en la alimentación del ganado lechero puede ser una práctica sostenible que reduce el desperdicio de alimentos.
¿Qué otros aspectos debe contemplar la producción sostenible de leche?
La producción sostenible de leche no puede suceder sin tener en cuenta la equidad y la inclusión de los trabajadores en la cadena de suministro de leche, asegurándose para ello de que los productores y los trabajadores reciban salarios justos y condiciones laborales adecuadas.
Para lograr una diferenciación entre las granjas y empresas que apuestan por producción sostenible de leche de las que no, es clave participar en programas de certificación como el de Agricultura Orgánica, AENOR, Pastoreo Sostenible, 100% Galega o Producción Láctea Responsable. Al formar parte de grupos certificados, es posible generar influencia en el sector e impulsar que se sigan prácticas sostenibles en la producción de leche.
Por último, los sistemas de producción sostenible a menudo promueven una mayor transparencia en la cadena de suministro, lo que permite a los consumidores rastrear el origen de los productos lácteos y obtener información sobre otros aspectos que consideren relevantes. Gracias a esta transparencia, es posible buscar etiquetas y certificaciones que indiquen además que un producto lácteo proviene de una fuente sostenible, lo que ayuda al consumidor a tomar decisiones informadas y a apoyar prácticas agrícolas responsables.