La leche evaporada y la nata son dos productos lácteos distintos que se utilizan en la cocina de diferentes maneras debido a sus diferencias en contenido de grasa y procesamiento. La popularidad de cada uno de estos lácteos depende de la tradición gastronómica del país, así que lo común es que donde se emplea la nata, por ejemplo, la leche evaporada no goce de la misma popularidad. Pero, además de las diferencias, ¿qué relación hay entre España y la leche evaporada?
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¿En qué se diferencian la leche evaporada y la nata?
La principal diferencia entre la leche evaporada y la nata radica en su contenido de grasa y su uso en la cocina. La leche evaporada es una opción más ligera que se emplea como sustituto de la leche en recetas, mientras que la nata es una crema espesa y rica que se utiliza para añadir sabor y textura a platos y postres.
La leche evaporada es leche entera que ha sido sometida a un proceso de evaporación parcial para eliminar parte del agua. Por lo general, contiene alrededor del 60 o 70% de sólidos lácteos y tiene un contenido de grasa similar al de la leche entera, que es aproximadamente del 3% o 4% de grasa. La leche evaporada se utiliza comúnmente como un sustituto de la leche en recetas donde se busca una textura más densa y cremosa sin agregar demasiada humedad. Es un ingrediente popular en la preparación de salsas, sopas, postres y bebidas.
Por su parte, la nata es una crema rica y espesa que se obtiene de la capa de grasa que se separa de la leche cruda. La nata tiene un contenido de grasa mucho más alto que la leche evaporada, generalmente alrededor del 36% o más de grasa. La nata es conocida por textura, lo que la hace ideal para batir y usar en la preparación de salsas ricas, aderezos para ensaladas, postres cremosos, y para darle un toque indulgente a café o té.
En lo que se refiere a sabor, la leche evaporada remite directamente a la leche entera, un sabor intenso y fresco a lácteo, limpio en paladar, aunque con un punto graso. La nata, sin embargo, es mucho más intensa y los matices grasos predominan, aunque no deja de ser un alimento agradable de consumir gracias a su textura y frescura.
Usos de la leche evaporada en cocina
La leche evaporada es un ingrediente útil que puede mejorar la textura y el sabor de una variedad de platos dulces y salados. Se comercia enlatada y en brik en la mayoría de los supermercados y tiendas de comestibles, y es un elemento básico en muchas cocinas en todo el mundo. La leche evaporada es un ingrediente versátil y su uso más frecuente es para añadir cremosidad y sabor.
- Salsas y sopas. La leche evaporada se utiliza para espesar y enriquecer salsas y sopas. Agregar leche evaporada a una salsa o sopa puede darle una textura más cremosa sin diluir excesivamente el sabor.
- Postres. Es un ingrediente fundamental en muchos postres, como flan, natillas, pudines y pasteles. La leche evaporada aporta una textura suave y cremosa.
- Bebidas y cócteles. Se utiliza en la preparación de bebidas y cócteles cremosos, como el cóctel de piña colada o batidos energéticos.
- Recetas saladas. En algunos platos salados, como quiches o gratinados, la leche evaporada se puede utilizar para agregar cremosidad y sabor sin diluir el plato.
- Smoothies. Puedes usar leche evaporada como base para batidos y smoothies para darles una consistencia más espesa y un sabor más rico.
- Cremas. Si deseas una alternativa a la nata montada, puedes usar leche evaporada para dar un toque de cremosidad a tus bebidas calientes.
- Cocina internacional. La leche evaporada se utiliza en muchas recetas internacionales, como el arroz con leche en la cocina latina o el té con leche en la cocina asiática.
¿Se emplea la leche evaporada en España?
En España, la leche evaporada no es tan común ni ampliamente utilizada como en algunos otros países, especialmente de Latinoamérica. La leche fresca, ya sea entera, semidesnatada o desnatada, suele ser la opción preferida para el consumo diario y para la mayoría de las aplicaciones culinarias, o la nata.
Sin embargo, la leche evaporada se puede encontrar en bastantes supermercados y tiendas de comestibles en España, generalmente en la sección de productos internacionales o importados. Es más comúnmente utilizada por personas que buscan recrear recetas específicas de otras cocinas que requieren leche evaporada, como recetas de Estados Unidos.
En lugar de la leche evaporada, en la cocina española es más común utilizar otros productos lácteos, como la nata para montar, la nata líquida o la leche condensada, según la receta y el resultado deseado. Del mismo modo, la nata se emplea con menos frecuencia en mercados como Latinoamérica, donde se denomina crema de leche.
¿Por qué se emplea más la nata en España?
La nata, también denominada crema en algunas regiones de España, se utiliza más comúnmente en la cocina española en comparación con la leche evaporada debido a varias razones. La principal es que la nata ha sido un ingrediente común durante mucho tiempo, accesible para todos los hogares. En especial, la nata se popularizó entre las clases bajas al ser un resto o desperdicio de un producto más codiciado como era la leche. En paralelo, el recetario se fue construyendo en base al uso de este ingrediente.
La nata es un producto lácteo ampliamente disponible en España en diversas formas, como nata para montar, nata líquida y nata agria. Todas estas versiones del mismo lácteo cuentan con un sabor ligero y una textura untuosa, algo que en la gastronomía española ha sido muy valioso en el transcurso de la historia.
Muchas recetas tradicionales de la cocina española, como la crema catalana, las salsas de champiñones o la salsa de nueces, requieren nata para lograr su característica textura y sabor. España es conocida por su variedad de platos, pero son las recetas regionales y la repostería en donde más se incorpora la nata, debido principalmente al reaprovechamiento y la falta de acceso a otros tipos de alimentos.
Sin embargo, en los últimos tiempos, la leche evaporada ha ganado popularidad en España al tratarse de una opción alternativa y más saludable a la nata. Elaboraciones tradicionales como la bechamel o la quiche se han adaptado a este ingrediente lácteo más ligero, que no afecta ni varía en el sabor de los platos.