Alergia a la proteína de la leche.

¿Cuáles son los síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca?

Ronchas alrededor del cuerpo o sibilancias al respirar son algunos de los principales síntomas de alergia a la proteína de la leche de vaca.

15 octubre 2022

Alergia a la proteína de la leche.
La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es una de las primeras alergias más comunes en la población española.

Con una prevalencia del 2%, la alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) es una de las primeras alergias más comunes en la población española. En este artículo de Mundo Lácteo explicaremos cuáles son los síntomas más habituales, qué tipo de pruebas pueden realizarse para detectar esta afección y, además, conoceremos qué síntomas diferenciales presenta la APLV con respecto a la intolerancia a la lactosa. 

Síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca

La alergia a la leche es una respuesta del sistema inmunitario a la leche u otro tipo de productos derivados. Este tipo de alergia alimentaria es ocasionada por la leche de vaca, pero también puede causar alergia la de cabra, la de oveja o la de búfala. Estos son algunos de los síntomas que suelen aparecer en los primeros minutos: 

  • Ronchas alrededor del cuerpo.
  • Sibilancias al respirar.
  • Picazón u hormigueo alrededor de los labios o la boca.
  • Hinchazón de los labios, la lengua o la garganta.
  • Tos o dificultad para respirar.
  • Vómitos.

Otros síntomas que también pueden manifestarse más tarde son:

  • Heces blandas o diarrea.
  • Calambres abdominales.
  • Secreciones nasales líquidas.
  • Ojos llorosos.
  • Cólicos, especialmente en bebés.

Existen dos tipos de alergia a la proteína de la leche de vaca: mediada por IgE y no mediada por IgE. La alergia a la proteína de la leche de vaca mediada por IgE, un tipo de anticuerpo producido por el sistema inmunitario, propicia la aparición de síntomas en un plazo corto de tiempo (hasta 2 horas) tras haber consumido cualquier alimento con proteína de leche. 

Mientras que los síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca no aparecen hasta horas o incluso días después de haber consumido leche o cualquier otro derivado lácteo. Los síntomas de estos dos tipos de afecciones suelen ser similares, pero presentan alguna serie de diferencias: 

Alergia mediada por IgE Alergia no mediada por IgE
Síntomas cutáneos (erupción con picor, urticaria e inflamación de los labios o la lengua) Síntomas cutáneos (eczema y picor)
Síntomas gastrointestinales (dolor y distensión abdominal, vómitos y diarrea) Síntomas gastrointestinales (cólico, reflujo, deposiciones inusuales, dolor abdominal y estreñimiento)
Síntomas respiratorios (estornudos, picor, moqueo o congestión nasal)

 

¿Cómo se detecta la alergia a la proteína de la leche de vaca?

La alergia a la proteína de la leche de vaca es identificada a través de una serie de pruebas médicas con el objetivo de obtener un diagnóstico y posteriormente, implementar un tratamiento adecuado para cada paciente. 

El primer paso en el caso de sospecha de APLV consiste en eliminar de la dieta cualquier alimento que pueda contener proteína de leche de vaca, seguida de una prueba de punción cutánea, en la que la piel se expone a una pequeña cantidad de proteínas de leche de vaca, para comprobar si se produce algún tipo de reacción. 

Además, otra forma de determinar esta afección es a través de un análisis de sangre, en donde éste revela si el paciente contiene anticuerpos frente a las proteínas de la leche de vaca. Si bien, es importante saber que este tipo de pruebas solo sirven para diagnosticar APLV mediada por IgE. 

¿La alergia a la caseína puede curarse?

La alergia a la caseína afecta en torno al 2% de la población española, según indica un estudio sobre las proteínas lácteas, alergias y sus métodos, elaborado por la Agencia España de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). Si bien, el 80% de estas personas logran recuperarse al alcanzar los 4-5 años. 

Entre los tratamientos existentes, la AESAN asegura que “el mejor tratamiento en la actualidad es la eliminación de cualquier alimento que contenga leche en su composición”. Sin embargo, eliminar de la dieta este producto lácteo es, en algunas ocasiones, complicado, ya que hay que conocer muy bien la composición de los alimentos.

En cualquier caso, aquellos productos adquiridos en los lineales de los supermercados o tiendas reflejan en el etiquetado “cualquier componente que pueda ser considerado como alergeno”, tal y como lo precisa la legislación nacional e internacional. 

¿Cuáles son los tratamientos de la APLV en bebés?

La alergia a la proteína de leche de vaca es una de las primeras alergias que aparecen en bebés, a pesar de que a los pocos años de vida se solucione de manera natural. En función de la reacción del bebé, la madre tendrá que seguir una serie de pautas dictadas previamente por un profesional de la salud. Según el tipo de alimentación que reciba el bebé, estos son los tratamientos más habituales:

  • Lactancia materna. Es recomendable que la madre no ingiera lácteos ni derivados, como el queso o la mantequilla. Además, también hay que tener especial precaución con aquellos productos que puedan contener proteína de leche de vaca. En este sentido, la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) recomienda evitar productos industriales o medicamentos con lácteos como conservante, como bollería, congelados, embutidos, carnes procesadas, margarinas, helados, salsas, cereales enriquecidos, sopas instantáneas o algunos fiambres, entre otros productos.
  • Bebés alimentados con leche de fórmula. Existen fórmulas hipoalergénicas adecuadas para bebés con alergia a la proteína de leche de vaca, como las fórmulas extensamente hidrolizadas (FEH) o las fórmulas con aminoácidos (FAA), recomendadas para casos más graves de alergia. En cualquier caso, antes de sustituir la lactancia materna o la fórmula habitual, es necesario acudir al médico para que realice la supervisión oportuna.  

Síntomas alergia proteína leche vs. Síntomas intolerancia a la lactosa

Muchas personas confunden la alergia a la proteína de la leche con la intolerancia a la lactosa. Si bien, como ya hemos comentado en Mundo Lácteo, son dos afecciones completamente diferentes.

La alergia a la caseína es una respuesta exagerada del sistema inmunitario, mientras que la intolerancia ocurre cuando el organismo no es capaz de digerir bien la lactosa por déficit de lactasa en el intestino. La Fundación Española del Aparato Digestivo señala alguno de los síntomas diferenciales entre ambas afecciones: 

Alergia a la caseína Intolerancia a la lactosa
Síntomas cutáneos (rash, urticaria, eritema labios y párpados) Síntomas cutáneos (Enrojecimiento perianal)
Síntomas digestivos (picor lengua, paladar y garganta, diarrea, sangrado en las heces, cólico abdominal y rechazo al alimento) Síntomas gastrointestinales (Dolor y distensión abdominal, gases, retortijones, acidez, diarrea, defecación explosiva y náuseas)
Síntomas respiratorios (rinoconjuntivitis, asma, anafilaxia y sibilancias)

*Fuente: Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD)

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