Danone vende su fábrica en Asturias a la holandesa Royal A-ware

• Danone España centra su estrategia de ventas en 5 marcas

• Danone lanza Almimama para combatir la mastitis en la lactancia

• Danone ganó un 50% menos que en 2021: 959 millones

La multinacional Danone vende finalmente su fábrica en Salas (Asturias) a la empresa láctea Royal A-ware, de origen holandés. Esta planta está clausurada desde finales del año 2022, tras más de cuatro décadas de actividad industrial. Con Royal A-ware, ya son tres las empresas internacionales que comienzan a operar desde Asturias y, en este caso, se da continuidad laboral a un territorio de tradición láctea. 

“Esta es una buena noticia para el municipio y para la industria asturiana, porque da continuidad a la actividad y al empleo en la industria agroalimentaria del concejo. Este era un objetivo sobre el que hemos estado trabajando intensamente en coordinación con el ayuntamiento desde el mes de mayo del año pasado. Esos esfuerzos finalmente han obtenido buenos resultados con la noticia que hemos conocido”, señaló Enrique Fernández, consejero de Industria, Empleo y Promoción Económica del Principado de Asturias. 

La dirección de la multinacional francesa Danone anunció en mayo de 2022 el cierre de su planta en Asturias para trasladar a Francia su producción de modo paulatino. Así ocurrió hasta el cese total de actividad industrial a finales del mismo año. La intención de cierre inicial se transformó en la posibilidad de venta a un inversor, ya que la planta contaba con todas las instalaciones como para continuar la actividad. 

La justificación por parte de Danone se basó en cuestiones de productividad, pues la fábrica se encontraba en una situación de infrautilización. Además, la caída de las ventas de productos Danonino, flanes de queso y flanes de vainilla, productos elaborados en esa planta, propició un aumento considerable en los costes de fabricación. Esto provocó que el municipio pasase por momentos “muy duros” tras el cierre, como indicó el alcalde de Salas, Sergio Hidalgo. 

Del total de los 70 trabajadores que empleaba Danone en la planta de Salas, 40 fueron prejubilados y 30 indemnizados tras la decisión de cesar su actividad el pasado mayo. Nueve personas aceptaron un traslado a otras fábricas de la multinacional francesa, mientras que otros 6 buscaron otra ocupación. Esto fue lo acordado entre la dirección de la planta y el comité en julio de 2022. 

«Royal A-ware es una empresa seria y solvente y nos inspira confianza. La primera postura era desmantelar la fábrica. Gracias a que todos nos unimos y fuimos a una, trabajadores, vecinos, el Ayuntamiento, la consejería de Industria, la oposición, se logró que la empresa aceptara negociar la venta. También logramos unas buenas indemnizaciones, o traslados y prejubilaciones», explicó Juan Carlos García, presidente del comité de empresa. 

El acuerdo de compra entre Danone y la empresa holandesa incluye la contratación de aquella parte de la plantilla que fue indemnizada, lo que no incluye a aquellos reubicados en otras fábricas. Las primeras indicaciones apuntan a que la planta debe ser reformada para adaptarse a la nueva empresa, ya que es especialista en quesos y debe haber cambios “sobre todo, en la zona de envasado”, mantiene Juan Carlos García. Esta inversión de casi 40 millones de euros podría retrasar el inicio de la producción hasta el año que viene. 

¿Quién es Royal A-ware? 

La empresa Royal A-ware se define como “una empresa familiar” con más de 130 años de experiencia en el sector agroalimentario, aunque se especializa en la elaboración de múltiples tipos de quesos. Cuenta con 3.000 trabajadores que elaboran lácteos frescos, natas, leche en polvo y queso en múltiples formatos. Su principal mercado es Países Bajos, pero sus productos se venden a nivel internacional. 

Royal A-ware se fundó en 2010 como parte de la fusión de las empresas familiares Bouter Kaas y Anker Kaas, cuya actividad se remonta a 1898 como un negocio de venta de cereales y queso. Actualmente, una de las líneas de pensamiento comercial es preservar el espíritu artesano sin renunciar al uso de la tecnología y las tendencias del mercado.