Un grupo de investigadores españoles del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos del Centro de Investigación Biomédica de la Universidad de Granada ha descubierto que la leche de cabra fermentada contribuye a recuperar la anemia por falta de hierro.
La leche de cabra fermentada, consumida en forma de yogur, destaca por su elevada calidad nutricional, baja alergenicidad y facilidad de digestión. Cada vez hay más productos en el mercado basados en esta materia prima.
Por este motivo, los investigadores de la Universidad de Granada decidieron profundizar en cómo la leche de cabra puede ayudar a mejorar casos de mala salud intestinal, como la anemia ferropénica. Según el estudio publicado en Journal of Agricultural and Food Chemistry, una dieta basada en leche de cabra fermentada contribuye a tener una microbioma intestinal más diversa, tanto en el intestino delgado como en el grueso.
Según explicó la investigadora Ana Soriano Lerma, responsable de la tesis doctoral que ha dado lugar a este estudio, este hallazgo «proporciona evidencia para el uso de la dieta de cabra fermentada como herramienta nutricional para aliviar las consecuencias intestinales negativas provocadas por la anemia por deficiencia de hierro. Por lo tanto, los productos lácteos fermentados, y en particular la leche de cabra fermentada, podrían ser de interés científico durante el manejo clínico de la anemia por deficiencia de hierro”.
La anemia ferropénica afecta en España al 20% de las mujeres en eddad fértil, el 40% de las embarazadas y el 15% de las adolescentes, según datos de la Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH).
Según la tesis de Inmaculada López Aliaga, del mismo equipo investigador, y Javier Díaz Castro, la dieta rica en leche fermentada de cabra es más beneficiosa para recuperar los efectos nocivos causados por la deficiencia del hierro que la leche de vaca porque induce una adaptación fisiológica intestinal y hepática de los genes y proteínas relacionadas con la homeostasis de hierro.