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La multinacional de la alimentación Nestlé ha presentado una nueva tecnología revolucionaria capaz de provocar una reducción en los azúcares intrínsecos y naturales de los alimentos. Este avance se anuncia como “una transformación en el panorama nutricional” porque permitirá ofrecer opciones más saludables y sostenibles a los consumidores. Gracias a esta tecnología los alimentos adquirirán también mayor “versatilidad y rentabilidad”.
Nestlé ha desarrollado esta innovación con miras a una aplicación que atienda a distintas categorías de producto y ofrezca una solución a la reducción de contenido en azúcares, todo ello sin alterar de manera colateral el sabor ni la textura de los alimentos. Al mismo tiempo, esta tecnología permite producir alternativas más saludables para aquellas referencias que ya eran lácteos desnatados y bajos en lactosa, una demanda creciente que era reiterada por el público, según admite la multinacional.
“La reducción del azúcar en toda nuestra cartera sigue siendo una prioridad absoluta. Esta nueva tecnología es un verdadero avance, ya que podemos reducir el azúcar sin añadir edulcorantes y conservando un gran sabor, todo ello con un aumento mínimo del coste. Además, nuestros científicos descubrieron que la reducción de azúcar genera fibras prebióticas que favorecen el microbioma, lo que supone un beneficio adicional. Ahora estamos acelerando el lanzamiento mundial en todos los formatos y categorías”, ha explicado Stefan Palzer, director de Tecnología en Nestlé.
Esta tecnología pionera consiste en una alteración en el proceso enzimático, lo que reduce de manera eficaz hasta un 30% de los azúcares intrínsecos y naturales de ingredientes clave como la malta, la leche y los zumos. Según ha expresado Nestlé, este método no resulta invasivo y garantiza “un impacto mínimo en la experiencia sensorial”, tanto en lo que involucra al sabor como a la textura.
Tras someter a los ingredientes a esta reducción de azúcar, estos pueden emplearse sin problema e integrarse en las recetas para las que ya habían sido contemplados. Esto supone poder evitar el uso de edulcorantes artificiales o espesantes para sustituir el volumen de azúcar eliminado.
En lo que respecta a los productos lácteos, esta tecnología resulta todavía más destacable porque aumenta las fibras prebióticas presentes en los alimentos tras el proceso. Estas fibras forman parte de las recomendaciones alimentarias para favorecer la proliferación de bacterias beneficiosas en el intestino, lo que supone una contribución saludable a componer un microbioma en el organismo de los adultos.
Parte del éxito que Nestlé ha previsto para esta tecnología fue comprobado a lo largo del año pasado en un ensayo comercial. El inicio de la innovación proviene de la introducción de bebidas listas para beber a base de cacao y malta en el sudeste asiático. Estos productos a la venta en superficies y máquinas expendedoras se fabrica con esta tecnología desde 2021 y ya cuenta con más de 200.000 toneladas vendidas. El siguiente horizonte de Nestlé con el proceso de reducción de azúcar será estudiar la viabilidad de aplicarlo a los productos lácteos en polvo.