Tendencias para la reducción y reutilización de residuos y sus beneficios para la industria láctea

En la industria láctea, la sostenibilidad ambiental se ha convertido en un eje central de innovación y desarrollo. La reducción de residuos y la implementación de estrategias de reutilización contribuyen a proteger el medio ambiente, generan beneficios económicos y mejoran la percepción de las marcas ante los consumidores.

En este artículo de Mundo Lácteo, explicamos las tendencias actuales para minimizar residuos en la industria láctea.

¿Por qué es importante reducir los residuos en la industria láctea?

La reducción de residuos en la industria láctea es una cuestión ambiental y una necesidad estratégica para garantizar la sostenibilidad del sector lácteo a futuro.

Este compromiso responde a la legalidad vigente en materia de sostenibilidad y medio ambiente y también ofrece ventajas económicas y reputacionales para las empresas. En España, muchas empresas lácteas están adoptando medidas innovadoras para minimizar el impacto ambiental.

Un ejemplo destacado es Lactalis Puleva, cuyo objetivo para 2025 es desarrollar su packaging con herramientas de ecodiseño y los envases con al menos un 30% de material reciclado. Además, la compañía ha entregado más de 1000 kilos de alimentos a distintas asociaciones y bancos de alimentos, para reducir el desperdicio alimentario. También promueven talleres de nutrición para personas mayores e iniciativas como el World Clean Up Day, para recoger basuraleza y limpiar el entorno.

CAPSA Food, que engloba marcas como Central Lechera Asturiana o Larsa, fue la primera empresa láctea de España en recibir el certificado AENOR Residuo Cero. Este reconocimiento se concede a aquellas organizaciones que valorizan más del 90% de los residuos que generan, evitando que su destino sea el vertedero. De esta manera se impulsa la economía circular al transformar los residuos en nuevas materias primas que se reintroducen en la cadena de valor, avanzando así en la lucha contra el cambio climático.

Leche Pascual, por su parte, cuenta con energía eléctrica 100% renovable para la elaboración de sus productos y en los últimos 10 años han reducido en un 20% el consumo de agua, fomentando su uso eficiente a través de sistemas de ahorro y reutilización, y la huella de carbono. Los envases, tanto briks como botellas, son sostenibles y están elaborados con materiales de origen vegetal y plástico reciclable 100% transparente.

Otra referencia en sostenibilidad es Central Lechera Asturiana, que incorpora las últimas innovaciones a sus envases Plant-Based, para reducir al máximo la huella de carbono. Entre los principales materiales que se utilizan para elaborar los briks de leche se encuentran el cartón FSC y la caña de azúcar. Central Lechera Asturiana está avalada por el certificado Estrategia de Economía Circular de AENOR. Además, también organiza actividades para eliminar la conocida como «basuraleza», promueve la reducción del desperdicio alimentario y emplea energías renovables.

Todas estas iniciativas tienen un impacto positivo significativo. Desde la reducción de la contaminación y el ahorro de recursos hasta el fortalecimiento de las economías locales mediante la colaboración con agricultores y ganaderos.

Tendencias actuales en reducción y reutilización de residuos

La implementación de una economía circular es el objetivo que guía las principales estrategias de reducción y reutilización en la industria láctea.

Envases sostenibles y reciclables

El plástico ha sido tradicionalmente uno de los materiales más empleados en la industria láctea debido a su versatilidad y bajo coste. Sin embargo, tal y como explicamos anteriormente, su impacto ambiental ha impulsado la búsqueda de alternativas más sostenibles. Actualmente, muchas compañías emplean envases biodegradables elaborados a partir de materias primas vegetales, incluyendo también tapones reciclables de caña de azúcar, por ejemplo.

Optimización del uso del agua

El agua es uno de los recursos más críticos en la producción láctea, y su manejo eficiente es prioritario. Para ello se pusieron en marcha sistemas de reutilización interna, mediante tecnologías avanzadas de filtración. De este modo, el agua usada en ciertos procesos puede ser reciclada y reutilizada en otros.

Las plantas depuradoras tratan las aguas residuales para eliminar materia orgánica, grasas y detergentes antes de ser vertidas o reutilizadas. Los lodos de las plantas depuradoras se utilizan como fertilizantes, mientras que los residuos orgánicos se transforman en compost o biogás, cerrando el ciclo de residuos dentro de una economía circular.

Reutilización de residuos de la leche como el suero

El suero lácteo, en lugar de desecharse, se emplea como materia prima en la producción de alimentos, como quesos o proteínas en polvo. También se utiliza en la alimentación animal o para producir biocombustibles.

Hacia una energía 100% renovable

Una de las tendencias más en boga y un compromiso adquirido en toda la industria, no solamente la láctea, es la promoción de la instalación y uso de energías renovables con plantas de biogás en las ganaderías o con placas fotovoltaicas en la industria. Lo que se busca con todo ello es proteger el medio ambiente y mejorar la eficiencia energética en toda la cadena, desde la producción de los productos hasta la distribución de los mismos.

Digitalización de los procesos

La incorporación de tecnología digital está facilitando la gestión de residuos y la reutilización gracias a sistemas de monitorización en tiempo real para medir la generación de residuos y agua utilizada o la gestión inteligente de los inventarios para reducir las pérdidas de los productos perecederos de la empresa láctea.

Asimismo, la optimización de los flujos logísticos también reduce la huella de carbono, sin olvidar la incorporación a la flota, para el transporte de los productos lácteos, vehículos menos contaminantes que no dependan de combustibles fósiles.

Beneficios de la reducción y reutilización de residuos para la industria láctea

Adoptar estas tendencias genera importantes ventajas para las empresas, tal y como avanzamos anteriormente.

1. Disminución de la contaminación: la transición de la industria láctea hacia las fuentes de energía verdes, el empleo de materiales reciclables en los envases y la reducción y optimización de los flujos logísticos son esenciales para reducir las emisiones de carbono y mejorar la sostenibilidad en la producción láctea. Ya que, no debemos olvidar el papel de la industria láctea en la emisión de gases de efecto invernadero debido a la fermentación entérica del ganado y la gestión de los desechos.
2. Reducción de costes operativos: la reutilización de subproductos y la optimización de recursos disminuyen los gastos asociados a la gestión de residuos y la adquisición de materias primas.
3. Cumplimiento normativo: estas prácticas ayudan a cumplir con las últimas leyes medioambientales. En la Hoja de ruta para un sector lácteo económica, social y medioambientalmente sostenible, la Organización Interprofesional Láctea (InLac) apunta que el futuro del sector y las distintas empresas lácteas se deben alinear con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU y cumplir con las distintas políticas específicas de la Administración General del Estado y las Comunidades Autónomas para así mejorar la calidad del medio ambiente y los recursos naturales (incluyendo gases de efecto invernadero, aire, suelo, agua y biodiversidad).
4. Mayor fidelización del consumidor: un número importante de consumidores valora cada vez más las marcas comprometidas con el medio ambiente, reforzando su alineación y confianza con la empresa y la lealtad hacia sus productos.

La reducción y reutilización de residuos en la industria láctea es una oportunidad para mejorar la rentabilidad y la competitividad. Apostar por la sostenibilidad a través de estas prácticas permite construir un sector más resiliente, eficiente y preparado para los retos del futuro.