¿El yogur tiene lactosa?

La intolerancia a la lactosa es uno de los problemas que cada vez sufren más personas. Se calcula que, en España, entre un 20% y un 40% de las personas son intolerantes a la lactosa según indica la Asociación de Intolerantes a la Lactosa de España (ADILAC). Esta asociación explica que “la deficiencia de lactasa es la deficiencia enzimática más frecuente en todo el mundo y se estima que afecta al 75% de la población. Los países nórdicos europeos presentan índices muy bajos, mientras que aumenta de manera progresiva hacia el sur de Europa, Oriente Medio, Asia y África.” 

Esta situación ha llevado a que la industria láctea introduzca en su gama de productos alimentos sin este tipo de azúcar con el objetivo de satisfacer las necesidades de los consumidores que presentan intolerancia. De ahí que hoy en día podamos encontrar una extensa y variada gama de productos libres de lactosa: leches, yogures, quesos, mantequillas, natas, helados… 

En este artículo de Mundo Lácteo, hablaremos de si el yogur tiene lactosa y trataremos de desvelar si es un producto reclamo que roza el engaño o si es una necesidad real para las personas que padecen esta intolerancia. 

¿Pueden comer yogur los intolerantes a la lactosa? 

Aunque el yogur contiene lactosa, por sus propias características, es un alimento que resulta más digestivo en relación a otros alimentos lácteos fermentados. Por eso, es un producto que suele ser mejor tolerado por las personas que tienen problemas para digerir la lactosa, aunque dependerá en cierta medida del nivel de intolerancia. 

Tipos de intolerancia a la lactosa 

Como ya explicamos en Mundo Lácteo, es importante tener en cuenta que existen diferentes tipos de intolerancia a lactosa: 

• Intolerancia a la lactosa primaria: las personas con este tipo de intolerancia van perdiendo de forma progresiva la lactasa intestinal después de los primeros años de vida. Es de tipo hereditario y permanente y se trata de la variedad de intolerancia más común. 

• Intolerancia a la lactosa secundaria: es producida a causa de otras enfermedades, como la enfermedad de Crohn, celiaquía o gastroenteritis aguda, entre otras afecciones. Por lo general, este tipo de intolerancia es temporal. 

• Intolerancia a la lactosa congénita: es la menos frecuente. Se origina por una mutación en el gen de la lactasa, por lo que habitualmente es detectada durante los primeros días de vida de un bebé, ya que los síntomas son detectados en las primeras tomas de leche materna. 

¿Por qué los yogures son mejor tolerados por personas con intolerancia a la lactosa? 

En primer lugar, hay que tener en cuenta que los yogures contienen una cantidad de lactosa menor que la leche, en concreto, entre un 20-30% menos. Según la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD), mientras un vaso de leche de 100 mililitros contiene unos 5 gramos de lactosa, un yogur tiene unos 4 gramos de lactosa por cada 100 gramos de producto.  

Por otro lado, los fermentos lácticos (Lactobacillus bulgaricus y Streptococcus thermophilus) presentes en los yogures se mantienen vivos en el producto refrigerado final y, al ser consumidos, se reproducen y se encargan de descomponer la lactosa, facilitando la digestión. 

Además, por la propia textura viscosa de este tipo de alimentos, su digestión es más lenta retrasando el vaciado gástrico, por lo que la lactosa se libera de una forma más lenta. 

Entonces, ¿los intolerantes a la lactosa deben eliminar el yogur de su dieta o sustituirlo por otros libres de lactosa? Como sabes, la tolerancia a la lactosa varía de una persona a otra. Muchos intolerantes a la lactosa podrán seguir ingiriendo yogur tradicional sin experimentar los mismos síntomas adversos que sí tendrían al consumir leche normal.  

Sin embargo, para aquellas personas con un alto grado de intolerancia la mejor opción será acudir a un profesional sanitario que determine la dieta a seguir tras evaluar el grado de tolerancia individual a este alimento. En caso de intolerancia severa, lo más aconsejable será consumir yogures sin lactosa. 

¿Los yogures sin lactosa son un engaño? 

Tanto la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) como la World Gastroenterology Organisation (WGO) coinciden al afirmar que las personas con intolerancia a la lactosa pueden tomar una media de 10 gramos de lactosa al día sin que repercuta negativamente en la salud del paciente. 

Por tanto, la comercialización de los yogures específicos para personas con intolerancia a este tipo de azúcar no es del todo necesaria excepto para aquellas personas con una intolerancia severa y, además, suponen un mayor gasto de cara al consumidor. Un pack de 4 unidades de yogur natural tiene un precio medio de 1,29 euros, mientras que un pack de 4 unidades de un yogur sin lactosa supera los 2 euros. El precio variará en función de la marca, pero es cierto que los yogures sin lactosa tienen un precio más elevado que los convencionales. 

¿Qué yogures no tienen lactosa? 

Los yogures sin lactosa son elaborados a partir de leche a la que se le ha añadido lactasa para descomponer la lactosa, lo que hace que el producto sea más fácil de digerir para quienes tienen esta intolerancia. 

Actualmente podemos encontrar yogures sin lactosa en prácticamente todos los supermercados y grandes superficies. En las etiquetas de este tipo de yogures se especifica claramente “sin lactosa” y podemos encontrarlos en diferentes variedades: griego, cremosos, con fruta, o con un plus de proteína. Además, los yogures sin lactosa son similares en textura, sabor y valor nutricional a los yogures tradicionales, tal y como explicamos en este post sobre qué yogur sin lactosa es más saludable. 

En cuanto a los formatos disponibles de yogures sin lactosa, lo habitual es que se presenten en packs de 4 unidades, aunque también hay disponibles packs familiares de más unidades e incluso envases individuales. 

Como ves, la producción de yogures sin lactosa responde a una necesidad real por parte de la población que busca prevenir molestias digestivas. Sin embargo, si son consumidos por alguien que tenga una intolerancia leve, es posible que no se experimente ningún beneficio adicional en comparación con los yogures convencionales.