Leche fortificada: ¿vale la pena comprarla?

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Las leches fortificadas tienen cada vez una mayor presencia en los lineales de los supermercados. Es ya habitual ver briks de leche enriquecidas con Omega-3, con Vitaminas o incluso con hierro. Pero, ¿vale realmente la pena comprar estas leches fortificadas?

Para poder dar respuesta a esta pregunta es necesario conocer cuáles son los beneficios que aporta la leche fortificada al organismo frente a la leche que no ha sido enriquecida. La elección de leches fortificadas es al final una decisión personal y única. Para ello, cuánta más información se tenga sobre leche fortificada, mejor.

¿Qué es la leche fortificada?

La leche fortificada o leche enriquecida es una bebida a la que se le añaden vitaminas o minerales, para aumentar su perfil nutricional. Esta leche es una buena opción para aquellos con carencias nutricionales. Las leches fortificadas pueden enriquecerse con Vitaminas A, D, E, B1, B2, B6, B12, C, Ácido Fólico, minerales como el hierro o el calcio y probióticos o ácidos grasos.

La leche fortificada está dirigida a un público específico pero muy diverso, ya que dependiendo del grupo de personas y sus características, las necesidades nutricionales son diferentes.

• Mayores de 65 años. Las personas mayores necesitan reforzar, por lo general, la cantidad de calcio y vitaminas que ingieren para poder gozar de una buena salud y fortalecer los huesos.
• Niños y adolescentes. Durante las etapas de crecimiento puede ser de gran ayuda consumir leches fortificadas con calcio y otra serie de nutrientes.
• Mujeres embarazadas. Se necesita aumentar el consumo de vitaminas y nutrientes en los periodos de gestación y lactancia. La leche fortificada puede ser un buen complemento en la dieta en el embarazo.
• Veganos o vegetarianos. Al no ingerir alimentos de origen animal, quienes siguen estas dietas pueden presentar déficits nutricionales. Los lácteos enriquecidos ayudan a reducir estas carencias.

¿Cómo se fortifica la leche?

La fortificación de la leche, o de otros alimentos, es la “adición de uno o más nutrientes esenciales, tanto si está como si no está contenido normalmente en el alimento, con el fin de prevenir o corregir una deficiencia demostrada de uno o más nutrientes en la población o en grupos específicos de la población”, según el Codex Alimentario.

La leche se considera un vehículo adecuado para ser fortificado con micronutrientes ya que es una bebida consumida de forma habitual y general por aquellos con carencias nutricionales o en riesgo de padecerlas.

Ahora bien, ¿cuáles son las cantidades adecuadas de nutrientes para fortificar o enriquecer la leche? No hay una cantidad especificada, puesto que depende del nutriente esencial que se añada. Esta adición de vitaminas o minerales no debe variar el sabor, olor, textura de la leche y cómo se comporta a la hora de ser consumida, en ningún caso.

Para fortificar la leche se utiliza de forma general la incorporación de los nutrientes a granel. Esta tecnología consiste en añadir en las cantidades deseadas las vitaminas y los minerales en la leche hasta lograr una mezcla homogénea. Dependiendo de la fase del proceso en la que se añadan los nutrientes y cómo reaccione la mezcla ante los diferentes tratamientos a los que se somete la leche fortificada, la cantidad de nutrientes que se debe añadir varía.

Beneficios de consumir leche fortificada

• Aportes de vitaminas y minerales. Las leches fortificadas proporcionan un extra de nutrientes muy beneficioso para grupos de población específicos. Además, al encontrarse en un alimento tan común y fácil de consumir como la leche, su ingesta es sencilla.
• Refuerzo de la salud ósea. Para frenar enfermedades como la osteoporosis y fortalecer los huesos, las leches enriquecidas con calcio o vitamina D son una gran opción.
• Menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Las leches enriquecidas con ácidos grasos como el Omega-3 disminuyen los niveles del llamado colesterol malo en sangre, por lo que se reducen las posibilidades de padecer enfermedades que afecten al corazón.
• Mejora el sistema inmunológico. Otro de los grandes beneficios de enriquecer la leche con un aporte extra de nutrientes es que el sistema inmunológico se ve reforzado y tiene más recursos para prevenir virus y enfermedades en el organismo

¿Vale la pena comprar leches fortificadas?

Las leches fortificadas por lo tanto son un complemento ideal para aquellos grupos de personas con ciertas insuficiencias nutricionales, como las mencionadas anteriormente: embarazadas y lactantes, vegetarianos y veganos o jóvenes y ancianos, entre otros.

No obstante, pese a que su consumo no supone un riesgo para la salud, siempre es mejor consultar con un médico o dietista para que recomiende la cantidad y tipo de leche fortificada adecuada en cada caso particular.

Además, la ingesta de leche fortificada no sustituye la necesidad de mantener una dieta saludable y equilibrada para obtener los nutrientes imprescindibles. Es importante comprender que su consumo constituye un complemento a la dieta y no un sustituto de la misma.