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Central Lechera Asturiana, junto a ASCOL y LILA, participan en el proyecto Future para analizar y mejorar la situación del sector lácteo en el Principado de Asturias de mano del Centro Tecnológico CTIC. Según la institución, este acuerdo busca establecer una estrategia para mejorar la sostenibilidad de las ganaderías de vacuno de leche en Asturias.
El proyecto Future es un pionero en el territorio asturiano porque se va a utilizar tecnología de infrarrojo (FTIR) para medir los parámetros de calidad de la leche. En paralelo, se realizarán análisis directos de la expulsión de metano de la vaca, a través de mediciones de las emisiones cuando se lleva a cabo la fermentación ruminal. El grupo operativo recopila información sobre 20 ganaderías socias de Central Lechera Asturiana y ASCOL, representantes de los muchos tipos de ganaderías que conviven en una región como el Principado de Asturias.
La misión es obtener resultados extrapolables al conjunto del sector lechero tomando datos de tamaño, zona, clima y modelo de producción, entre otros. Al recopilar y procesar esta información, un estudio reflejará las posibilidades técnicas de replicabilidad y escalabilidad de las herramientas tecnológicas desarrolladas. Para que esto sea posible, el equipo investigador empleará los sistemas más punteros del mercado, además de inteligencia artificial.
El trabajo de los científicos se desarrollará hasta el año 2025 con el fin de desarrollar una herramienta propia para medición de sostenibilidad con el fin de reducir las emisiones en las ganaderías asturianas. Para ello, también se diseñará un modelo que facilite la relación entre parámetros de calidad de la leche, como la proteína, los ácidos grasos o las células somáticas, con las emisiones de metano.
Uno de los indicadores que resultará más útil a los científicos es el análisis de la urea en la leche, ya que es práctico y rentable a la hora de ayuda a optimizar el tipo de alimentación de las vacas, así como para garantizar el equilibrio adecuado de la ingesta de energía y proteínas. Precisamente, el estudio sobre la alimentación permitirá diseñar modelos que tengan en cuenta la sostenibilidad y la posibilidad de mejorar en el futuro.
La composición de las vacas afecta a la relación entre los ácidos grasos de la leche y la emisión de metano. De hecho, esta información podría emplearse para calibrar el tipo específico de alimentación e iniciar un camino de mejora, hacia una dieta optimizada para reducir la producción de metano.
Central Lechera Asturiana, vanguardia en el sector lácteo
El proyecto Future permitirá diseñar un indicador de sostenibilidad para las ganaderías y categorizar así a los rebaños en varios grupos en función de la sanidad animal, el rendimiento en términos de producción de leche y la sostenibilidad, como ya ocurre en otros países de la Unión Europea. A partir del informe final, el grupo operativo realizará recomendaciones para mejorar los puntos débiles y modificar lo necesario en alimentación.
Con la participación de Central Lechera Asturiana, además de ASCOL y LILA, las conclusiones obtenidas con el estudio permitirán comprender la situación en la totalidad de las ganaderías del Principado de Asturias.