Un café y un bizcocho de yogur y manzana para comenzar la mañana con las pilas bien cargadas. No hay mejor forma de arrancar el día con este dulce en su versión más “fit”, también apto para deportistas gracias a la harina de avena. Hoy te explicaremos cómo elaborarlo paso a paso:
Contenidos
Ingredientes
- 200 g de harina de avena.
- 4 huevos talla M.
- 2 yogures naturales.
- 3 manzanas medianas tipo Royal Gala.
- 60 g de eritritol.
- 15 g de polvo para hornear.
- 1 cucharadita de canela en polvo.
- Esencia de vainilla.
Utensilios
- Un molde apto para horno.
- Una tabla para cortar.
- Un cuchillo.
- Una batidora de mano.
- Dos boles.
- Papel para horno.
Método de elaboración
- Precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
- Lavar las manzanas y cortarlas en láminas muy finas.
- Batir los huevos y mezclarlos con los yogures y las manzanas con ayuda de una batidora hasta obtener una mezcla homogénea.
- Tamizar la harina de avena y volcarla en un bol junto con el eritritol, el polvo para hornear, la canela y la esencia de vainilla.
- Mezclar con la masa e integrar bien los ingredientes.
- Volcar la masa en un molde apto para horno y decorar con las manzanas.
- Hornear el bizcocho a 180 grados durante 35-40 minutos.
- Pinchar con un palillo y comprobar que sale limpio.
- Dejar enfriar el bizcocho sobre una rejilla al menos una hora y media.
Consejos que no te querrás perder
- El eritritol puede ser sustituido por otros endulzantes, como la pasta de dátiles.
- La harina de avena es una opción, pero existe una larga lista de harinas fit, como la harina de almendra, de garbanzo o de quinoa.
¿Qué es el eritritol?
El eritritol es una alternativa al azúcar blanco, aunque al fin y al cabo continúa siendo un azúcar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) aconseja reducir la ingesta de azúcares a 25 gramos en adultos sin problemas asociados al peso.
Además del eritritol, existen otros sustitutos del azúcar blanco, como la miel, la panela, la estevia, la pasta de dátiles o el sirope de agave. Estos edulcorantes, al igual que el azúcar, deben limitarse a un consumo ocasional.