El pan de queso brasileño o pão de queijo es una de las recetas más populares de la gastronomía de Brasil, especialmente del estado de Minas Gerais, al sureste del país. Su textura es ligera, esponjosa y llena de sabor, gracias a la combinación de polvilho azedo, un almidón de yuca o mandioca con un toque ácido, tal y como su nombre indica, y queso.
El principal problema a la hora de preparar esta receta es conseguir los ingredientes, ya que en España el almidón de yuca no es un alimento con presencia en los supermercados. No obstante, se puede comprar el polvilho azedo en tiendas con productos de Latinoamérica o vía online.
Esta receta de pequeñas bolitas de mandioca y queso es muy sencilla y se puede convertir en una opción ideal para desayunos o meriendas. En esta entrega de Mundo Lácteo acercamos un trocito de Brasil a casa.
Contenidos
Lista de ingredientes
- 500 g de polvilho azedo
- 300 ml de leche entera
- 125 ml de aceite de girasol o de oliva suave
- 2 huevos grandes
- 250 g de queso rallado (puede ser parmesano o un queso semi-curado como el manchego)
- 1 cucharadita de sal
Utensilios necesarios
- Cazo mediano
- Varillas
- Bol grande
- Bandeja de horno
- Papel de horno
- Rallador
¿Cómo hacer pan de queso al estilo brasileño? Paso a paso
- Precalentar el horno a 180ºC y cubrir la bandeja con papel de horno.
- En un cazo, calentar la leche. Antes de que empiece a hervir la leche, añadir el aceite de girasol y la sal.
- Remover con unas varillas constantemente la mezcla para disolver la sal por completo.
- Verter en un bol grande el polvilho azedo y agregar la leche y el aceite de girasol caliente.
- Es importante remover bien para evitar que se formen muchos grumos.
- Añadir el queso rallado previamente y seguir mezclando hasta obtener una masa homogénea.
- Dejar que la masa se enfríe durante unos minutos.
- Cuando esté a temperatura ambiente, añadir los huevos uno a uno, mezclando bien hasta que estén completamente incorporados.
- La masa debe quedar algo pegajosa, pero manejable para formar bolas.
- Untar las manos ligeramente en aceite para crear bolitas de masa del tamaño de una nuez con mayor facilidad.
- Colocar las bolas de masa en la bandeja de horno, dejando suficiente espacio entre ellas para que crezcan sin pegarse.
- Hornear a 200ºC durante 25 minutos hasta que estén doradas.
¿Qué añadir al pan de queso?
- Especias. Un poco de ajo en polvo u orégano añaden toques aromáticos a la masa.
- Más queso. Mezclar diferentes tipos de queso, como mozzarella o incluso queso de cabra, aporta más sabor y cremosidad.
- Chorizo, bacon o sobrasada. Para añadir un toque de sabor y otras texturas, el chorizo, bacon picado o sobrasada son buenas opciones. Se pueden agregar antes de hornear la masa o con el pan de queso ya horneado.
Consejos para conseguir un pan de queso al estilo brasileño perfecto
- Tipo de queso. El queso es el ingrediente estrella de esta receta. Esta elaboración admite todo tipo de quesos, desde parmesano hasta un queso semicurado como manchego o una combinación de ambos. Cuanto más curado el queso, más intenso será el sabor del pan.
- Tiempo de horneado. El pan debe estar dorado por fuera, pero no demasiado seco por dentro. Si los horneas en exceso, pueden perder su textura característica. Vigílalos a partir de los 20 minutos.
- Textura. La masa del pan de queso brasileño debe estar algo pegajosa. Si está demasiado seca, el resultado será un pan duro. Si la masa es demasiado densa, se puede agregar un poco más de leche para suavizarla.
- Tamaño. Las bolitas de pan de queso pueden ser de diferentes tamaños según tu preferencia. Las bolas pequeñas son perfectas como aperitivo, mientras que si se forman bolas grandes pueden ser ideales para un desayuno o una merienda más contundente.
- Congelación. Las bolitas pueden congelarse antes de hornear. Una vez formadas las bolitas, se deben colocar en una bandeja, congelarlas y posteriormente guardarlas en una bolsa. Para consumirlas, recomendamos aumentar el tiempo de horneado unos minutos.
¿Cuál es el origen del pan de queso?
El pan de queso nació en el estado de Minas Gerais, en Brasil, durante la época colonial. En ese momento, el almidón de mandioca era un ingrediente básico en la dieta local debido a la escasez de cereales. Para elaborar las bolitas de pan de queso tradicionales se mezclaba el almidón, con queso y otros ingredientes accesibles, creando una masa que luego se cocía para obtener un pan esponjoso.
Este plato sencillo se popularizó y evolucionó con el tiempo, hasta convertirse en una parte esencial de la gastronomía brasileña. A menudo se vende en puestos callejeros, ya que es un alimento ligero y fácil de consumir en cualquier lugar.
Hoy en día, el pão de queijo es un símbolo cultural de Brasil que ha traspasado fronteras.