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La tarta de queso y calabaza es un dulce delicioso que combina la suavidad y cremosidad de un cheesecake con el sabor y la textura de la calabaza. Esta receta es una adaptación de la clásica receta de este dulce y se recomienda elaborarla en otoño, cuando la calabaza se encuentra de temporada y sus características son excelentes. Puedes adaptar la tarta de queso y calabaza para Halloween de diversas maneras para darle un toque festivo y espeluznante. Recuerda, la tarta de queso y calabaza a menudo mejora su sabor después de un día en el refrigerador, ya que los matices deben tener tiempo para fusionarse.
Contenidos
Lista de ingredientes
- 200 g de galletas de canela
- 100 g de mantequilla
- 500 g de calabaza
- 500 g de queso crema
- 200 g de azúcar moreno
- 3 huevos
- Canela en polvo
- Nuez moscada
- Jengibre en polvo
- Extracto de vainilla
Utensilios necesarios
- Un cuchillo
- Una cucharada
- Un plato
- Horno eléctrico
- Una sartén
- Un molde de horno
- Batidora eléctrica
Tarta de queso y calabaza, paso a paso
- Cortar la calabaza en porciones de tamaño pequeño.
- Separar la piel de la carne con una cuchara.
- Reservar la calabaza en un plato aparte.
- Triturar las galletas en un procesador de alimentos, o colocarlas en una bolsa de plástico y aplastarlas con un rodillo hasta obtener migajas finas.
- Derretir la mantequilla en una sartén a fuego medio.
- Mezclar las migajas de galleta con la mantequilla derretida.
- Pasar la mezcla a un molde para tartas.
- Presionar la mezcla en la base de un molde para tarta para formar la base.
- Batir el queso crema en un bol grande hasta que esté suave.
- Agregar el azúcar poco a poco.
- Continuar batiendo hasta que la mezcla esté bien combinada.
- Añadir los huevos uno por uno.
- Batir bien después de agregar cada huevo.
- Precalentar el horno a 160°C.
- Triturar la calabaza con una batidora eléctrica hasta obtener un puré de textura fina.
- Agregar al bol grande el puré de calabaza, una cucharada pequeña de canela, media cucharada pequeña de nuez moscada, media cucharada pequeña de jengibre y unas gotas de extracto de vainilla.
- Mezclar todo hasta obtener una masa homogénea.
- Verter la mezcla de queso y calabaza sobre la base de galleta en el molde.
- Hornear en el horno precalentado durante aproximadamente 50 minutos, hasta que el centro de la tarta esté firme.
- Sacar del del horno con cuidado.
- Dejar enfriar la tarta a temperatura ambiente.
- Refrigerar durante al menos 4 horas o toda la noche para que adquiera la textura adecuada. ¡Y lista!
¿Qué añadir a la tarta de queso y calabaza?
- Nueces. Picar algunas nueces y mezclarlas en la masa de la tarta de queso y calabaza puede agregar un toque crujiente y un sabor a frutos secos.
- Chocolate. Agregar chips de chocolate o trozos de chocolate a la mezcla de calabaza y queso crema puede darle un matiz interesante. El chocolate combina muy bien con el sabor de la calabaza.
- Nata montada. Antes de servir la tarta de queso y calabaza, puedes decorarla con una generosa cantidad de nata montada y espolvorear un poco de canela o cacao en polvo por encima.
- Frutas frescas. Añadir algunas frutas frescas, como naranja, arándanos o frambuesas, como adorno en la parte superior de la tarta de queso y calabaza puede proporcionar un contraste de sabor y un toque de frescura.
¿Cómo conseguir la tarta de queso y calabaza perfecta?
- Puré de calabaza. En caso de hacer el puré de calabaza de cero en lugar de usar el enlatado, debe comprobarse que la calabaza esté bien cocida, suave y sin exceso de agua. Se puede asar o hervir la calabaza, y luego triturarla hasta obtener un puré suave y sin grumos.
- Mezcla suave. Es recomendable batir el queso crema a temperatura ambiente hasta que esté suave antes de agregar otros ingredientes. Deben añadirse los ingredientes uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Esto garantiza una mezcla uniforme y evita grumos.
- Controla la textura. El tiempo de cocción es esencial. Hornear la tarta en exceso puede secarla. Debe estar firme en el centro, pero aun ligeramente temblorosa en los bordes cuando se saque del horno. La textura final se desarrollará mientras la tarta se enfría.