¿Cómo montar nata vegetal?

¿Cómo montar la «nata» vegetal?

Una de las cuestiones más realizadas a la hora de consumir "nata" vegetal es si esta se puede montar. La respuesta es sí, pero hay que saber cómo.

29 octubre 2022

¿Cómo montar nata vegetal?
¿Cómo montar nata vegetal?

Montar “nata” vegetal no tiene por qué ser diferente ni más difícil que montar nata de origen animal. El objetivo es el mismo, conseguir que suba y aguante con esa nueva textura, más esponjosa y ligera. Para que esto ocurra deben seguirse con precisión unas sencillas reglas y buscar la mejor manera de preservación y evitar que la nata se baje de nuevo.

¿Qué “nata” vegetal utilizar?

El actual mercado de “natas” vegetales ofrece diferentes alternativas para montar. Normalmente el producto está elaborado de soja, pero es posible encontrar “natas” de arroz o coco. Conviene elegir las de mayor calidad.

“Nata” de coco

La “nata” de coco es la opción vegana para montar por excelencia. Se prepara con leche de coco cruda. Para poder montarla debe utilizarse al menos un 60% del contenido y debe reposar previamente durante 24 horas en la nevera.

“Nata” de soja

La mayor parte de las “natas” de origen vegetal se fabrican con soja, un producto que ha ido ganando consumidores en los últimos años. Su porcentaje de materia grasa puede llegar al 35% si es específica para montar. Es apta para consumo de celíacos e intolerantes a la lactosa.

“Nata” de arroz

La “nata” de arroz es una de las alternativas vegetales que más fuerza está ganando en el sector. Esta nata se caracteriza por ser más digestiva y menos pesada que las otras por el tipo de carbohidrato del que se compone. Debe montarse también muy fría.

Cómo montar la “nata” vegetal

Para montar nata vegetal es necesario crear una red de gotas de grasa que sea suficiente para conseguir consistencia. Gracias a esas gotas, la nata podrá capturar el aire que se genera e integra con el líquido para poder montarlo. Para que esto ocurra, deben seguirse los siguientes pasos.

  1. Agitar bien. Para poder montar mejor la “nata” vegetal es necesario agitar bien el envase para que la parte más sólida de la grasa se mezcle con la líquida.
  2. No dejar nada en el envase. Una vez vaciado el brik, abrir por completo el envase con un cuchillo o tijeras. Con ayuda de una cuchara, extraer la materia grasa adherida a las paredes.
  3. Cuenco y varillas muy frías. Utilizar utensilios a baja temperatura, a poder ser que hayan reposado en la nevera, favorece al proceso de montar “nata” vegetal.
  4. Batir enérgicamente. Batir con fuerza y realizando movimientos amplios permite aportar aire a la “nata” para que monte con más facilidad.
  5. Volver a refrigerar enseguida. Una vez se consigue la consistencia deseada, debe introducirse inmediatamente la “nata” en la nevera y dejarla reposar durante horas. Así la grasa se compactará y evitaremos que el aire que ayudó a montar la “nata” sea liberado.
Nata montada vegetal siempre fría

Para montar cualquiera «nata» vegetal es necesario utilizar siempre utensilios fríos.

Ingredientes para estabilizar la “nata” montada

En función del tipo de dieta, pueden utilizarse determinados ingredientes para ayudar a estabilizar la “nata” vegetal montada. Aunque esta sea la opción preferencial de usuarios veganos, en ocasiones es una alternativa por motivos de alérgenos o como requisito de una receta. En este caso es posible añadir gelatina al proceso de montar la “nata” y conseguir un extra de consistencia, aunque sea de origen animal.

Algunos de los estabilizantes vegetales más utilizados no pueden ser utilizados con estos propósitos. El agar-agar, uno de los más conocidos, no es útil en esta situación porque se debería calentar la “nata”. Precisamente mantener la “nata” a baja temperatura es fundamental para que no se caiga o sea imposible de montar.

El estabilizante más común independientemente del tipo de dieta y que se utiliza con mayor frecuencia para estabilizar “nata” vegetal montada es la maicena. Lo único que hay que hacer es añadir pasándola por un tamiz cuando el proceso esté por la mitad, sin terminar de subir. La proporción ideal es de una cuchara sopera de maicena por cada 350 mililitros de “nata” vegetal para montar.

Alternativa: montar leche de coco

Una de las alternativas más socorridas a la hora de montar “nata” vegetal es la leche de coco. El alto contenido en grasas de este producto lo hace propicio para este proceso. Lo más importante para poder garantizar que la operación será exitosa es comprar leche de coco normal, no un producto light. En caso de que sea elaborada a partir de extractos, el porcentaje de coco entre sus ingredientes debe rondar el 70% y poseer un 18% de grasa.

Antes de montar es estrictamente necesario que pase horas en la nevera, cuantas más, mejor. Esto favorece que se separe la parte sólida, la grasa, del agua de coco, inservible en esta elaboración. Se recomienda cortar la parte superior del envase y vaciar el agua de coco para evitar así perder grasa accidentalmente. También se debe aprovechar la grasa adherida a las paredes del envase.

Otras elaboraciones caseras de “nata” vegetal

Otras alternativas vegetales a la nata tradicional pueden realizarse en casa con los ingredientes y utensilios adecuados. La gran parte de ellas se realizan con semillas o cereales.

“Nata” de anacardos

La “nata” de anacardos es rica en ácido oleico, zinc y proteínas, además de en grasas cardioprotectoras. Su uso está más extendido como relleno y cobertura de tartas debido a su ligero sabor dulce y textura cremosa. Para elaborarla, es necesario triturar una taza de anacardos, una cucharada de zumo de limón, un cuarto de taza de agua y media cuchara pequeña de esencia de vainilla. Este último ingrediente es opcional, a gusto del nivel de dulzor que se desee. La crema es de textura fina, ligeramente montada.

“Nata” de pipas de girasol

La “nata” de pipas de girasol es rica en omega-6, selenio y vitamina E. También, en polifenoles, nutriente que refuerza la salud intestinal. Su uso habitual es como aderezo de ensaladas, cobertura de pasteles o como salsa para carnes. Para elaborarla, se debe triturar una taza de pipas de girasol, tres cuartos de una taza de agua y una cucharada de levadura tradicional. El resultado debe tener una textura cremosa.

“Nata” de sésamo

La “nata” vegetal de sésamo es rica en grasas y contiene minerales para proteger la salud ósea y nerviosa. Su sabor dulce la hace muy recomendable para utilizar en repostería o para batidos y café. Para prepararla, hay que mezclar dos cucharadas soperas de tahini crudo (crema de sésamo) con cuatro de agua. Aunque no se conseguirá una consistencia similar a la de la nata montada de origen animal, si se bate intensamente añadiendo una cucharada de miel puede montarse ligeramente.

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