La empresa gallega AMSlab, especializada en control de calidad de productos, ha puesto a disposición del sector lácteo un nuevo programa para identificar las diferentes proteínas presentes en la leche.
La leche está compuesta por proteínas del tipo A1 y A2, conocidas popularmente como beta-caseínas. La proteína A1 es el origen de molestias intestinales a los consumidores con problemas de alergia o intolerancia a las proteínas de la leche
El objetivo de este sistema consiste en que ganaderos, empresas del sector lácteo y distribuidores puedan garantizar que el tipo de leche que producen es apta para intolerantes a la caseína del tipo A1. Para ello, la compañía con sede en Lugo emplea una metodología analítica para lograr distinguir ambas proteínas, según explica su CEO, Manuel Lolo.
Lolo explica que este tipo de leche permitirá lograr también una mayor rentabilidad para las explotaciones ganaderas y para las empresas productoras porque es catalogada como “gama superior o premium” y por tanto, el precio es superior.
Hoy en día, el mercado lechero está liderado por la leche con proteína A1. Sin embargo, algunas marcas del panorama nacional como Deleite ya tienen disponible en su catálogo leche producida por vacas con genotipo A2A2. Esta leche es comercializada en formato litro en sus variedades entera, semidesnatada y desnatada, y en formato mini-brik de 200 mililitros.
Como ya publicamos en Mundo Lácteo, el Instituto de Innovación y Sostenibilidad de la Cadena Agroalimentaria de la Universidad Pública de Navarra, la ganadería Etxebarri y la empresa de servicios veterinarios Albaikidie ha puesto en marcha un estudio para la producción de leche dirigida a personas con intolerancia a la proteína láctea.
Los científicos implicados en este proyecto aseguran que la leche con proteína del tipo A2 es más digestiva que la leche convencional y permite “mejorar la salud de las personas con intolerancia”.