La leche de burra es apta para alérgicos por su parecido con la leche materna

• Leche de burra, un producto de lujo al alcance de pocos

• Ya está a la venta el primer yogur de leche de burra producido en España

• ¿Yogur de leche de burra? El producto más sorprendente de una quesería segoviana

Una investigación de la Universidad de Valladolid ha analizado las cualidades nutricionales de la leche de burra zamorana-leonesa y el resultado evidecia que no es un alimento reactivo para las personas con alergia a la proteína de la leche, gracias en parte a su gran parecido con la leche materna. El estudio, publicado en la revista Frontiers in Nutrition, tomó como muestra la leche de 8 ejemplares de burra que viven libres en Sieteiglesias de Tormes (Salamanca). 

El equipo de investigadores se había marcado como objetivo valorar los beneficios de la leche de burra y la viabilidad para una posible comercialización. De hecho, este estudio es pionero en la caracterización científica del lácteo de esta raza asnal en concreto. El burro zamorano-leonés es una variedad local de Castilla y León que se encuentra en peligro de extinción. Actualmente, solo quedan 1.448 ejemplares de este animal, algo que ha motivado al estudio a hallar un modo de preservación urgente para esta especie, que pasa por la comercialización de su leche. 

Los propietarios de estos animales y la comunidad científica han sumado fuerzas para evaluar el potencial de este lácteo en términos nutricionales y de salud, siempre desde las perspectivas de sostenibilidad social, económica y medioambiental. Con todo ello, la investigación ha determinado que la leche de esta variedad de burra posee “características muy beneficiosas” para el ser humano. 

“Es una leche con poca grasa de forma original, por tanto, en el perfil de ácidos grasos es realmente una ventaja sobre el resto de las leches. Además, tiene una relación calciofosfórica idónea, por lo tanto, para el metabolismo óseo es saludable. También tiene una composición en minerales rica en selenio y zinc que tienen un poder, en principio, antioxidante con efectos provechosos para el sistema inmunitario”, ha expuesto María José Castro Alija, profesora y científica del grupo Investigación en Valoración e Intervención Multidisciplinar en Atención Sanitaria y Estilos de Vida Sostenibles (VIMAS+). 

El potencial alérgico de esta leche de burra está siendo evaluado con un grupo de voluntarios, aunque por su composición en proteínas se estima que sea muy bajo o incluso nulo. Esto lo convertiría en un lácteo apto para la población alérgica a la proteína de la leche de vaca. Las propiedades de este lácteo se han comparado con las de otro tipo de leches de origen animal. Los análisis han mostrado un “gran parecido” entre las cualidades de la leche materna y la de este tipo de burra. 

“Por otro lado, los compuestos más pequeños de las proteínas, que al ingerirse se metabolizan, tienen efectos sobre el sistema inmune, cardiovascular o en la tensión arterial. La caracterización de este lácteo tiene como fin el que pueda ser incluida dentro de las dietas humanas. No necesariamente como un producto de cada día, pero tampoco como un producto gourmet”, ha especificado María José Castro Alija. 

El estudio sobre esta raza autóctona continúa en desarrollo para determinar si las propiedades nutricionales halladas se conservarían al tratar la leche y si la comercialización sería viable en términos de precios finales para el consumidor. Según la investigación, la valía diferencial de este alimento es el combo que forman sus nutrientes y la sostenibilidad de su producción, que respalda principios de protección a la biodiversidad y para evitar el despoblamiento.