¿Cuál es la mejor leche sin lactosa para mi bebé?

Aunque la lactancia materna es la forma recomendada de alimentación para los bebés en sus primeros meses de vida, a veces es necesario recurrir a leche de fórmula. En estos casos, es importante observar si el bebé sufre algún cambio de comportamiento o llantos inusuales, porque podría haber un problema para digerir la lactosa.
En estas situaciones, puede recurrirse a la leche sin lactosa para bebés. ¿Sabes cuáles son las mejores del mercado?
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Intolerancia a la lactosa en bebés
La intolerancia a la lactosa en los primeros meses de vida es poco común. Por eso, la leche sin lactosa no debe ser una opción general para todos los bebés que sufran molestias gastrointestinales, sino que lo más adecuado será consultar con el pediatra antes de hacer cambios en la alimentación del bebé. Así nos aseguraremos de cuál es la mejor opción según las necesidades individuales del bebé.
Existen diferentes tipos de intolerancia a la lactosa, pero la que suele afectar a bebés recién nacidos es la intolerancia a la lactosa congénita.
¿Qué es la intolerancia a la lactosa congénita?
La intolerancia a la lactosa congénita es un trastorno hereditario poco frecuente que sufren algunos bebés que nacen sin la capacidad de producir suficiente lactasa, la enzima encargada de descomponer la lactosa.
La lactasa es imprescindible para digerir la lactosa, por lo que cuando un bebé tiene esta condición desde el nacimiento, no es posible procesar correctamente la lactosa presente ni en la leche materna ni en la leche de fórmula, permaneciendo en el intestino.
Los síntomas suelen manifestarse poco después del nacimiento, tras haber consumido leche materna o leche de fórmula. Los más frecuentes son:
- Vómitos.
- Cólicos.
- Diarrea.
- Hinchazón abdominal y gases.
- Llanto e irritabilidad debido al malestar.
Ante estos síntomas se debe consultar al pediatra, que realizará las pruebas necesarias para obtener un diagnóstico y descartar otros problemas como puede ser a alergia a la proteína de la leche de vaca, de la que hemos hablado en este artículo.
El pronóstico para los bebés con intolerancia a la lactosa congénita es bueno. La clave estará en identificar la intolerancia lo antes posible y evitar consumir productos lácteos con lactosa. De este modo, el bebé podrá crecer y desarrollarse con normalidad.
¿Qué riesgos conlleva no alimentar con leche sin lactosa al bebé que lo necesite?
No proporcionarle a un bebé con intolerancia a la lactosa productos adecuados puede acarrear una serie de riesgos y provocar consecuencias negativas para su salud, condicionando su crecimiento y su desarrollo.
Por un lado, la intolerancia a la lactosa puede afectar la capacidad del bebé para absorber nutrientes esenciales de los alimentos (como calcio, hierro y vitaminas) debido a la rapidez con la que desplazan por el intestino. Esto, a largo plazo, puede derivar deficiencias nutricionales.
Por otro lado, la diarrea puede llevar a la pérdida excesiva de líquidos y electrolitos, lo que aumenta el riesgo de deshidratación del bebé.
¿Cómo debe ser una buena leche sin lactosa para bebé?
Ante una intolerancia congénita a la lactosa, se debe optar por leche de fórmula completamente libre de lactosa. Además, esta debe cumplir ciertas características para garantizar su adecuación a las necesidades nutricionales del lactante.
La leche de fórmula sin lactosa debe proporcionar una mezcla equilibrada de nutrientes esenciales, como proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y minerales. Además, algunas están enriquecidas con nutrientes adicionales, como ácidos grasos omega 3 y omega 6, hierro, calcio, vitamina D, entre otros, para apoyar el desarrollo saludable del bebé.
En algunos casos, podría presentarse intolerancia a la lactosa incluso si el bebé es alimentado con leche materna. En esos casos, posiblemente sea necesario que la madre modifique su dieta para eliminar productos con lactosa. Sin embargo, es importante consultar con el profesional médico antes de hacer este cambio.
Las mejores leches sin lactosa para bebés
Como hemos visto, para los bebés con intolerancia a la lactosa, el tratamiento más común es cambiar a una leche de fórmula sin lactosa. Actualmente son varias las marcas que comercializan este tipo de leches, algunas de ellas con enzimas adicionales para contribuir a una buena digestión.
Nutribén 1 sin lactosa
Nutribén es una marca con más de 60 años de experiencia en la elaboración de leches de fórmula para bebés. Productos como Nutribén 1 Sin Lactosa componen la gama de productos sin lactosa dentro de un amplio catálogo que también contempla otras especificidades alimentarias, bien por alergias o bien por alguna otra forma de trastorno.
Estos productos de Nutribén incorporan nucleótidos, que favorecen el correcto funcionamiento del sistema inmunitario del bebé y estimulan la flora intestinal para mejorar la digestión.
Almirón sin lactosa
Almirón es una de las marcas de leche de fórmula más habitual en los hogares españoles, por ello no es de extrañar que en su amplio catálogo de productos también cuente con una gama sin lactosa.
Almirón sin lactosa contiene dextrinomaltosa, un hidrato de carbono que sirve de alternativa a la lactosa y que contribuye al mismo tiempo a mejorar los posibles trastornos diarreicos.
Nan sin lactosa
La marca Nan pertenece a Nestlé y es una de las marcas con las que comercializa sus múltiples productos indicados para la alimentación infantil desde los 0 meses.
Nan cuenta entre sus productos con una leche de fórmula sin lactosa, indicada en concreto para la alimentación de bebés que presentan síntomas o han sido diagnosticados con intolerancia a la lactosa. Puede convertirse en su única fuente alimenticia desde el nacimiento hasta los 6 meses.
Hero Baby Pedialac
Hero Baby es una marca que comercializa productos de múltiples categorías, tanto para adultos como para niños y bebés. Entre ellas se encuentra la de leches de fórmula. En concreto, los productos de la gama sin lactosa de Hero Baby, como Pedialac sin lactosa, está indicado para el tratamiento dietético de intolerancia primaria a la lactosa o en casos de trastorno gastrointestinal y se puede incorporar a la alimentación diaria del bebé desde el mes 0.
Ante una intolerancia a la lactosa, elegir la leche adecuada es fundamental para asegurarse de que el bebé reciba la nutrición adecuada y que pueda desarrollarse con normalidad.




