Receta para lograr un bizcocho de nata esponjoso

La palabra bizcocho proviene del latín “bis coctus” que significa “cocido dos veces”. Esta elaboración repostera cuenta con una larga tradición en los hogares españoles y puede ser la solución a más de un desayuno o postre.

Existen diferentes maneras de elaborar bizcocho, pero en este post de Mundo Lácteo vamos a explicar cómo hacerlo con nata. Este ingrediente aporta una textura muy suave y una esponjosidad extra. 

Lista de ingredientes

• 1 yogur.
• 250 g de harina de repostería.
• 300 g de azúcar.
• 200 ml de nata para montar 35% de materia grasa. 
• 60 ml de aceite de oliva.
• 4 huevos.
• 1 sobre de levadura.
• Ralladura de limón.

3 utensilios que necesitas

• 1 recipiente mediano.
• Batidora de mano.
• Molde apto para horno.

Elaboración

1. Precalentar el horno a 180 grados.
2. Separar las yemas de las claras y mezclarlas en un bol junto con el azúcar y la ralladura de limón.
3. Batir la mezcla con una batidora de mano hasta que adquiera un color blanquecino.
4. Añadir el aceite y la harina y la levadura tamizadas. 
5. Montar las claras a punto de nieve y la nata e incorporarlas a la mezcla. 
6. Engrasar con aceite el molde y verter la masa de bizcocho poco a poco. 
7. Hornear con calor por abajo durante 20 minutos y después con calor por arriba y por abajo otros 15 minutos.
8. Comprobar con un pequeño palillo que este sale limpio tras pinchar el bizcocho.
9. En caso contrario, dejar el bizcocho otros 5 minutos más en el horno.
10. Apagar el horno, dejar enfriar el bizcocho dentro y decorar al gusto. 

3 consejos que no te puedes perder

• El bizcocho de nata puede ser aromatizado con diferentes ingredientes, como ralladura de limón, de naranja y con esencia de vainilla, entre otras opciones. 
• Otra opción es rellenarlo con crema pastelera, con chantilly, con chocolate, con buttercream…
• Es posible congelar el bizcocho para una mayor conservación. El proceso inverso puede realizarse a temperatura ambiente o en el microondas durante unos segundos.

¿Cómo decorar un bizcocho?

El bizcocho es un complemento ideal para desayunos y postres. Puede ser consumido en su versión más clásica o con diferentes coberturas o rellenos. La cobertura de azúcar es la más tradicional. Para ello, es necesario fundir el azúcar molido al baño maría y a fuego suave, y cuando la mezcla espese, estará listo para repartir sobre el bizcocho.

Existen otras opciones para la cobertura del bizcocho: chocolate, nata montada o incluso frutas. El relleno también ofrece un sinfín de posibilidades: crema pastelera, nata montada, crema de mantequilla, merengue, crema de yogur…

¿Cuáles son las diferencias entre la harina de repostería y la convencional?

La harina de trigo contiene dos componentes principales: almidón y proteína. Existen diferentes variedades en función de la elaboración que se vaya a utilizar: harina de fuerza, harina panadera, harina recia y harina de repostería, entre otras. 

La principal diferencia entre la harina de repostería y la convencional está en la cantidad de proteína. La harina de repostería tiene un contenido menor en proteínas que la harina común, lo que hace que sea ideal para la elaboración de postres. Además, la textura es más sedosa y permite formar una miga más fina.