Crema de calabaza: una receta sencilla para todo el mundo

La crema de calabaza es ese plato que siempre apetece. Se trata de una receta casera, completa y muy fácil de integrar en tu menú semanal. Se prepara con verduras básicas que suelen encontrarse en cualquier cocina y, gracias a la calabaza, se consigue una textura aterciopelada y un sabor suave que gusta a todo tipo de paladares. Además, se adapta fácilmente a tus preferencias: puedes hacerla más ligera o espesa, intensificar su sabor con especias como curry o nuez moscada, o añadir lácteos para potenciar la cremosidad.
En Mundo Lácteo te mostramos cómo elaborarla paso a paso, con tiempos, cantidades y consejos prácticos para lograr un resultado homogéneo y equilibrado.
Historia de la crema de calabaza
La crema de calabaza, tal como la conocemos hoy, es el fruto de una larga evolución culinaria. Su origen se remonta a las antiguas civilizaciones de América Central y México, donde la calabaza se cultivaba desde hace más de 8.000 años. Mayas, aztecas e incas la empleaban en sopas y guisos por su resistencia y valor nutritivo.
Tras su llegada a Europa en el siglo XV, se integró rápidamente en la dieta mediterránea gracias a su fácil cultivo. Desde el siglo XVI empezó a aparecer en recetarios europeos, sobre todo en sopas y potajes. Más tarde, con la mejora de las técnicas de triturado y emulsión, Francia e Italia transformaron estas preparaciones rústicas en versiones mucho más suaves y cremosas, similares a las actuales.
Entre los siglos XVIII y XIX, la crema de calabaza se consolidó como un plato apreciado tanto en hogares como en cocinas profesionales, extendiéndose también por América del Norte. Hoy sigue siendo una receta esencial en muchas culturas por su sencillez, su sabor y su gran capacidad de adaptación.
Lista de ingredientes
- 600 g de calabaza
- 1 puerro grande (o 2 pequeños)
- 1 cebolla grande
- 2 patatas
- 5 zanahorias medianas
- 50 ml de aceite de oliva virgen extra (AOVE)
- 1 litro de agua, caldo de verduras o caldo de pollo
- Sal fina (al gusto)
- Curry en polvo (opcional)
- Nuez moscada en polvo (opcional)
Utensilios necesarios
- Un cuchillo
- Una tabla de cortar
- Una olla grande
- Una cuchara de madera
- Una batidora de mano
- Un plato hondo o un cuenco
Pasos a seguir
- Pelar la calabaza con ayuda de un cuchillo y cortarla en dados medianos.
- Lavar el puerro, retirar las raíces y la parte verde más dura y cortar la parte blanca en rodajas finas.
- Pelar la cebolla y picarla.
- Pelar las patatas y las zanahorias; trocearlas en piezas similares para que se cocinen por igual.
- En una olla al fuego, añadir el AOVE y, cuando esté caliente, incorporar el puerro y la cebolla.
- Rehogar durante 5-7 minutos hasta que la cebolla esté transparente.
- Añadir la calabaza, las patatas y las zanahorias. Remover con una cuchara de madera para mezclar bien los sabores.
- Si quieres un toque aromático, espolvorear ahora el curry y la nuez moscada. Mezclar durante 1 minuto para que las especias se tuesten ligeramente.
- Verter el agua o caldo elegido hasta cubrir todas las verduras.
- Cocer a fuego medio durante unos 20-25 minutos, o hasta que la calabaza y las patatas estén perfectamente tiernas.
- Retirar del fuego y triturar con la batidora de mano hasta obtener una crema suave y homogénea.
- Probar y ajustar el punto de sal.
- Servir en un cuenco y decorar con semillas, pan tostado o el acompañamiento que prefieras. ¡Listo para disfrutar!

Consejos para una crema de calabaza perfecta
- Para una textura más cremosa, añade un chorrito de nata líquida o una cucharada de queso crema antes de triturar.
- Si quieres un sabor más profundo, asa la calabaza en el horno durante 25–30 minutos antes de incorporarla a la olla.
- El tipo de caldo influye en el resultado: con caldo de pollo obtendrás un sabor más redondo; con caldo de verduras, una crema más ligera.
- Tritura unos segundos extra para evitar hebras de puerro o pequeños trozos sin integrar.
Variaciones de la crema de calabaza
- Crema de calabaza picante: Para quienes prefieren un punto extra de intensidad, basta con añadir una pizca de cayena en polvo al gusto.
- Crema de calabaza con pimiento rojo asado: Asa la calabaza junto con uno o dos pimientos rojos para lograr un resultado más profundo y con un ligero matiz ahumado.
- Crema de calabaza y batata: Mezcla unos 150 gramos de batata en cubos con la calabaza para una crema más saciante, con un sabor suave y ligeramente dulce.
- Crema de calabaza al curry: Añade 1–2 cucharaditas de curry en polvo si buscas un sabor más aromático y un toque diferente sin complicaciones.
¿Qué beneficios aporta la calabaza a nuestro organismo?
Consumir calabaza o platos elaborados con esta hortaliza aporta múltiples beneficios. Se trata de un alimento muy nutritivo que fortalece el sistema inmunitario gracias a sus vitaminas A y C, y al aporte de zinc presente en sus semillas. Sus antioxidantes, como betacaroteno, luteína y zeaxantina, protegen la vista, la piel y el corazón, ayudando también a regular la presión arterial y reducir el colesterol. Su contenido en fibra favorece la digestión y la salud intestinal.
La calabaza fresca y la enlatada ofrecen beneficios similares siempre que la versión enlatada sea 100% pura.

La crema de calabaza es una preparación muy sencilla, nutritiva e ideal para cualquier ocasión. Con ingredientes básicos y muchas opciones de personalización, permite obtener platos suaves, aromáticos y llenos de color. Tanto en su versión clásica como en sus diferentes variantes. ¡Anímate a prepararla y disfruta de todos los beneficios de esta hortaliza tan versátil!




