Beneficios del consumo de leche en el embarazo
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¿Qué beneficios tiene el consumo de leche y otros lácteos durante el embarazo?

Estudios científicos afirman que tomar leche en el embarazo es beneficioso tanto para el feto como para la madre.

9 noviembre 2021

Beneficios del consumo de leche en el embarazo
Una familia tomando leche.

La leche es uno de los alimentos más completos de los que tenemos a nuestra disposición. Por esa razón, el consumo de leche, además de otros productos lácteos en el embarazo, siempre es muy recomendable. Estas son algunas de las razones por las que consumir estos productos tiene un efecto positivo sobre la salud de la mujer gestante, y cuáles son los beneficios que puedes adquirir al incluir los productos lácteos en la dieta.

El embarazo y la lactancia son dos estados fisiológicos en los que el organismo tiene altos requerimientos nutricionales y energéticos y el consumo de calcio debe rondar entre 1.100 y 1.200 mg al día.

Leche en el embarazo ¿necesaria?

De manera reciente se pone siempre sobre la mesa la necesidad o no de consumo de leche de origen animal en los seres humanos. Siempre se comenta que la raza humana es la única que sigue alimentándose de leche después del periodo de lactancia. Para aquellas personas que, por cualquier tipo de razón, no desean consumir productos lácteos, existe siempre alguna alternativa eficaz como pueden ser las llamadas vegetales o en su terminología correcta, las bebidas vegetales. Además, lo amplio de nuestra dieta permite que podamos suplementar nuestra alimentación con una amplia variedad de productos.

Pero los beneficios de la leche son una razón de peso para incluirla en la dieta, y si hablamos del embarazo, con más fuerza todavía. La razón es muy sencilla, al tratarse de un alimento tan completo, proporciona una serie de nutrientes que son muy necesarios durante la formación del feto y en el periodo de gestación.

La prestigiosa revista científica Advances in Nutrition publicó un estudio en el año 2019 en el cual se hacía patente la importancia de consumir leche durante la etapa de gestación. La publicación no deja lugar a dudas, ya que en su párrafo introductorio determina que “la leche y los productos lácteos son más efectivos para promover el crecimiento fetal y el tamaño del nacimiento neonatal porque contienen varios nutrientes como proteínas, calcio, fósforo, potasio, yodo, vitamina B12 y riboflavina, entre otros”.

Por otro lado, la alta densidad de nutrientes determinará todo el proceso evolutivo del feto. Según el estudio, realizado a mujeres sanas mayores de 18 años, “la leche parece ser un vehículo óptimo para el enriquecimiento y la fortificación con algunos nutrientes clave para la madre y el niño, como el calcio, la vitamina D y los ácidos grasos omega-3, debido a sus propiedades fisicoquímicas, su fácil accesibilidad y consumo generalizado”.

Por tanto, el consumo de leche en el embarazo no está contraindicado de ninguna manera a no ser que se posea algún tipo de alergia alimentaria.

En el caso de mujeres que sean intolerantes a la lactosa, tienen a su disposición multitud de productos lácteos aptos para su consumo. Es decir, no hay ningún inconveniente en consumir leche durante el periodo de gestación.

¿Qué tipo de leche es la más conveniente en el embarazo?

La respuesta a esta pregunta viene determinada prácticamente por criterios de gusto. Una mujer puede seguir tomando en el embarazo el tipo de leche que tomaba de manera previa, aunque siempre es recomendable consultar al profesional de referencia que esté guiando el embarazo por si existe algún tipo de incompatibilidad. Por ejemplo, si la mujer necesita un aporte extra de lípidos, obviamente no le convendrá la leche semidesnatada o desnatada, ya que se le ha retirado la grasa.

Siguiendo este tipo de criterio médico, la mujer debe encontrar el producto que más sea de su apetencia o que le proporcione mejor sabor.

La única condición indispensable para consumir leche y productos lácteos durante el embarazo es que estos se encuentran totalmente pasteurizados.

La pasteurización es un proceso térmico por el cual se eliminan todos los elementos patógenos que pueda llevar la leche, lo que la habilita como un alimento plenamente seguro. Desde que hace 200 años se descubrió este proceso esterilizador, la cantidad de muertes evitadas e inconvenientes de tipo médico pueden contabilizarse por millones. Los animales de las granjas suelen estar en contacto con elementos que pueden llegar a contaminar la leche, por lo que la pasteurización es un requisito indispensable para la comercialización de este producto.

Últimamente se están poniendo de manifiesto algunas corrientes alimenticias que abogan por el consumo de leche cruda. Esto es altamente peligroso no solamente para la mujer embarazada y su feto, sino para cualquier individuo. Bacterias como la Salmonella, E. colli o la Listeria monocytogenes pueden encontrarse presentes en la leche sin pasteurizar.

No hay ningún tipo de razón que aliente consumir productos lácteos sin este tratamiento térmico, ya que no afecta a sus propiedades nutricionales ni a su sabor. Un trastorno alimentario severo durante el embarazo puede acarrear graves problemas tanto a la madre como al feto, pudiendo incluso tener un fatal desenlace para ambos.

¿Cuáles son los beneficios de lácteos en el embarazo?

El primero y más evidente es el extraordinario aporte de calcio que supone el consumo de estos productos. Es fundamental para mantener una buena densidad ósea y garantizar que la criatura que se encuentra en proceso de gestación se beneficie de ello.

Por otro lado, los productos lácteos contienen una gran cantidad de nutrientes, tales como vitaminas A, D y B12, así como proteínas de origen animal. En cuanto a los minerales, además del calcio, la leche es muy rica en fósforo, magnesio y zinc, siendo deficitaria en hierro.

De ahí la razón del proceso de guía del profesional de referencia durante el embarazo, que será quien determinará la dieta más adecuada para la mujer gestante. Si antes del embarazo consumía leche y productos lácteos, no tiene por qué dejar de hacerlo durante esta nueva etapa. Sus beneficios asociados pueden llegar a mejorar el estado general del feto Y te proporcionará las bases de una alimentación equilibrada.

¿Cuántos lácteos tomar en el embarazo?

Salvo contraindicación médica, se podría decir que no existe un límite para la mujer embarazada en cuanto a consumo de lácteos. Si tomamos como medida estándar una taza, es decir, unos 250 ml, entre 3 y 4 medidas de esa cantidad serán suficientes para una correcta alimentación y aporte de nutrientes en el embarazo.

Hay mujeres a las cuales no les agrada la leche, por lo que pueden tomar otra serie de productos lácteos que sean beneficiosos para su condición.

Por ejemplo, los quesos y los yogures pueden incorporarse a la dieta sin ningún tipo de inconveniente. La única precaución que debe tomarse es la de evitar el consumo de quesos frescos o que tengan una textura blanda, como la de los quesos tipo brie. Recuerda que, en caso de duda, siempre es una buena idea consultar a tu profesional médico sobre el consumo de uno u otro producto.

Desde el punto de vista nutricional, se recomienda que durante el embarazo y la lactancia, las mujeres consuman entre 3 y 4 raciones diarias de lácteos. Además de una taza con 250 ml de leche, la alternativa en otros derivados lácteos son: 2 yogures de 125 gramos; entre 90 y 110 gramos de queso fresco o 40 g de queso curado o una cuajada.

Siempre ha de seguirse la recomendación de la pasteurización, ya que el mercado nos provee de una buena cantidad de quesos que han sido elaborados con leche pasteurizada. Evitaremos por tanto el consumo de productos lácteos que estén elaborados con leche cruda, porque siempre supone un riesgo añadido.

Queda demostrado de manera científica que el consumo de productos lácteos durante el embarazo no presenta ningún tipo de contraindicación salvo problema médico, y su consumo está plenamente recomendado. Ya no solo porque se trata de un alimento muy completo y con una gran cantidad de nutrientes, sino porque su amplia disponibilidad y precio económico los hace altamente accesibles a toda la población.

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