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El sector lácteo español afronta un periodo de pérdida de competitividad frente a otros países productores de la Unión Europa, según desprende el primer barómetro del sector lácteo realizado por la Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL). El estudio explica que esto sucede debido a que España cuenta con la leche en origen más cara de toda la Unión Europea, a excepción de Malta y Chipre.
Los datos presentados en el barómetro recogen que el precio de la leche cruda de vaca en España fue de 0,51 céntimos de euro por litro en el mes de agosto. Esta cifra se distancia y supera los 0,41 céntimos pagados en Alemania, los 0,45 de Francia o los 0,43 de Países Bajos. De media, el pago a la leche cruda de vaca en origen en la Unión Europea fue de 0,43 céntimos de euro por litro.
“Vemos con especial preocupación el futuro del sector lácteo en nuestro país que, pese a que los ganaderos españoles están recibiendo los precios más altos de la historia por su leche, no se consigue estimular la producción. Esto indica que existen factores estructurales distintos al precio que hay que analizar para garantizar la supervivencia y el crecimiento del sector. Necesitamos identificar y favorecer las condiciones para atraer al sector personas y capital que estimulen el crecimiento y la eficiencia de las producciones”, ha expresado Luis Calabozo, director general de la FeNIL.
Los datos del barómetro elaborado por la Federación recogen cómo el acumulado de producción de leche de vaca en origen entre los meses de enero y agosto de 2023 marcó un descenso del 0,2%, en comparación el mismo periodo del año anterior. Tomando como medición la tasa interanual del mes de agosto, la caída es del 0,2% también.
Por otro lado, la producción de leche de oveja en origen dejó un registro de caída del 4,9% en el acumulado entre enero y agosto del año 2023, en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior. El descenso fue de un 1,4% frente al mismo mes del año anterior. La leche de cabra, por su parte, experimentó un descenso de producción del 6,3% en el acumulado y del 2% en el propio mes de agosto.
“La industria láctea española en general, y la quesera en particular, están perdiendo competitividad, lo que nos está llevando a perder posiciones en los mercados. Esta situación ha propiciado la entrada en masa en España de productos lácteos extranjeros, principalmente quesos, a precios más bajos, desplazando en el lineal y en la cesta de la compra los lácteos de nuestro país. Todo ello, sumado a las estrategias históricas de venta por parte de la distribución a unos precios en el lineal artificialmente bajos (leche UHT principalmente), representa un gran desafío para una industria láctea con una rentabilidad y unos márgenes muy erosionados por la crisis de costes”, ha expresado Calabozo.
El sector lácteo español, víctima del aumento de importación
La FeNIL ha explicado que la producción de lácteos de origen español está perdiendo actualmente cuota de mercado contra otras importaciones de Europa, algo que se agrava en especial en derivados lácteos como el queso. Este fenómeno sucede desde 2020, cuando se inició una tendencia al aumento de las importaciones lácteas frente a ligeras caídas en las exportaciones.
“Hasta el año 2016, habíamos ido sustituyendo importaciones de todo tipo de productos lácteos, y por supuesto de leche como materia prima, debido a que pasamos de producir con una cuota láctea de 6 millones de toneladas a otra de 7 millones y medio. Esta tendencia se interrumpió en el año 2020 y en 2021. Hemos vuelto a perder competitividad, en especial en aquellos productos que son más susceptibles, como leche en polvo, nata o mantequilla”, ha expresado Calabozo.