Los lácteos en la dieta paleo: ¿pueden consumirse?

La dieta paleo, dieta paleolítica o Dieta de la Edad de Piedra, se basa en una alimentación que emule la dieta diaria de los humanos en el Paleolítico. Así, uno de los temas más controvertidos que rodea esta dieta es la exclusión de ciertos alimentos como pueden ser los lácteos. ¿Por qué los lácteos no forman parte de la dieta paleo? ¿Puede consumirse algún tipo de lácteo en la dieta paleolítica?

En este artículo de Mundo Lácteo explicamos las características de la dieta paleo, que tan de moda se puso recientemente, y cómo sustituir los alimentos lácteos en este plan.

¿Qué es la dieta paleo?

La dieta paleo es un plan de alimentación que se inspira en la nutrición de los cazadores recolectores, antes de la aparición de la agricultura.

Durante ese período, los humanos sobrevivían a base de alimentos que podían cazar, pescar o recolectar. De esta manera la base de la dieta paleolítica es la fruta, la verdura, los huevos, pescados ricos en Omega-3 como el salmón, carnes magras, hierbas y semillas.

Los productos procesados, los cereales, las legumbres o los lácteos no formaban parte de su dieta, ya que no se ordeñaban animales ni se había desarrollado la agricultura para procesar granos o legumbres.

Los seguidores de esta dieta consideran alimentos procesados los lácteos, legumbres e, incluso, los cereales, entre otros, no son beneficiosos para el organismo, puesto que nuestro cuerpo no está adaptado a los alimentos modernos, que ganaron popularidad y peso en nuestra alimentación con la aparición de la agricultura. Así, se promueve el consumo de productos enteros y naturales frente a los alimentos «procesados».

El objetivo de la dieta paleo en la actualidad es restringir de la nutrición diaria alimentos ultraprocesados y difíciles de digerir y que pueden causar problemas de salud, como la inflamación o las intolerancias, enfermedades cardíacas, obesidad o diabetes.

¿Quién popularizó la dieta paleolítica?

El especialista en aparato digestivo Walter L. Voegtlin comenzó a difundir en la década de los 70, los beneficios de la dieta eminentemente carnívora de los humanos durante de la Edad de Piedra en su libro The Stone Age Diet.

Más adelante, antropólogos como Boyd Eaton y Melvin Konner o el doctor Staffan Lindeberg apoyaron las hipótesis planteadas por Voegtlin y profundizaron en ellas, asegurando, en el caso de Lindeberg, que “el ser humano no está bien adaptado al entorno actual” y esto deriva en la aparición de las conocidas como enfermedades modernas, ya mencionadas anteriormente, como son la diabetes o la obesidad.

No obstante, y pese a que obtuvo respaldo e interés por parte de la comunidad científica en un primer momento, en la actualidad, se defiende, con evidencias científicas, que el ser humano es un consumidor flexible.

¿Por qué no hay productos lácteos en la dieta paleo?

La dieta paleo no incluye productos lácteos porque en la era paleolítica no domesticaban animales para obtener leche. Además, para los seguidores y promotores de la dieta paleolítica la leche y sus derivados no se consideran alimentos necesarios o beneficiosos para el cuerpo humano.

Muchas personas tienen dificultades para digerir la lactosa, es más, el porcentaje mundial de intolerantes a la lactosa ronda el 65-70%. Por ello, los defensores de la dieta paleo sostienen que, aunque algunos pueden tolerarla, el cuerpo humano no está diseñado para consumir leche más allá de la leche materna en la infancia.

¿Puede consumirse algún tipo de lácteo en esta dieta?

Aunque la dieta paleo tradicionalmente excluye los lácteos, algunos adeptos más flexibles permiten ciertos productos lácteos, especialmente aquellos que son crudos, orgánicos o no pasteurizados.

Estos productos se consideran más cercanos a los que podrían haberse consumido en la era paleolítica si hubieran tenido acceso a ellos.

Además de productos lácteos crudos, que no fueron sometidos a procesos de pasteurización ni homogeneización, también están permitidos en dietas paleo más flexibles, los lácteos fermentados, como el kéfir o el yogur natural. Sin embargo, es importante que sean elaborados de manera artesanal o sin azúcares añadidos.

¿Con qué sustituir los lácteos en la dieta paleo?

Para quienes siguen la dieta paleo, es importante encontrar alternativas a los lácteos, para cubrir todas las necesidades nutricionales del cuerpo humano y no tener déficit de calcio.

Por ello, las alternativas vegetales como la bebida de coco sin azúcar pueden sustituir a la leche. También, las verduras como la col, el brócoli o las espinacas son ricas en calcio y otros micronutrientes.

Como se puede observar, la restricción de los lácteos en la dieta paleo no es del todo estricta. Se pueden agregar al plan alimenticio diario desde lácteos orgánicos, alimentos procedentes de animales que pastan libremente, leche cruda o lácteos fermentados como el yogur, el kéfir a quesos duros crudos, la elección es totalmente personal.