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El queso parmesano, o queso Parmigiano Reggiano, es uno de los grandes emblemas de la gastronomía italiana. Tanto es así que es muy común encontrarlo en la nevera de cualquier hogar, ya sea en polvo, rallado o, incluso, en cuña. Si pensamos en cómo utilizar el queso parmesano en la cocina, es posible que a la mente se nos venga un delicioso plato de pasta. No obstante, el queso parmesano es un producto muy versátil y puede ser un gran acompañamiento en infinidad de platos.
Conviértete en un auténtico chef incorporando el queso parmesano a recetas que ni imaginabas y transforma tus platos. Descubre en Mundo Lácteo todas las posibilidades de este manjar italiano.
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¿Cómo es el sabor del queso parmesano?
El queso parmesano es reconocible por su sabor intenso, notas afrutadas con toques picantes y una textura dura y granulosa, con pequeños cristales blancos. Así, es un ingrediente que, dadas sus características y propiedades, no puede faltar si quieres añadir un sello reconocible a tus recetas.
Además, el queso parmesano aporta a tus platos un olor que, si bien no es potente, contiene aromas reconocibles de pimienta, nuez moscada o caldo de carne.
Formas de utilizar el queso parmesano en la cocina
Si quieres mejorar tus recetas, el queso parmesano es tu comodín ideal. Puedes rallarlo para acompañar tus platos de pasta, incorporarlo a tus salsas y sopas para aumentar la cremosidad de su textura, utilizarlo en lascas para aportar un toque intenso a ensaladas o como guarnición de pescados y carnes.
También puedes emplearlo gratinado en tus platos horneados, donde aportará un toque crujiente. Si quieres un mayor protagonismo del queso parmesano en tus recetas, puedes dorar escamas de queso al horno para lograr unos deliciosos crujientes de parmesano. Es un alimento tan popular, delicioso y versátil que puede ser utilizado solo como snack, acompañado de picos de pan o frutas.
Su corteza, previamente cocinada, puede ser empleada para enriquecer platos como el risotto. Ten en cuenta que su sabor es más intenso y su textura más dura a la hora de añadirlo a tus platos.
Recetas populares con queso parmesano
- Fettuccine Alfredo. Una de las salsas más famosas de pasta italianas, la salsa Alfredo, cuenta con el queso parmesano como ingrediente principal. Su origen se debe al cocinero Alfredo di Lelio, quien creó un acompañamiento para la pasta basada en mantequilla y queso parmesano y dio nombre a la salsa. Puedes incorporar a este plato alimentos como pechuga de pollo salpimentada.
- Ensalada César. La ensalada César es la creación de Cesar Cardini, un chef italiano emigrado a México desde Milán. Queso parmesano, lechuga, picatostes y una salsa a la que se fueron añadiendo ingredientes como mostaza o anchoas, son la base de este plato saludable mundialmente reconocido. Como curiosidad, debes saber que la receta original no llevaba pollo.
- Pollo a la parmesana. El queso parmesano marida a la perfección con las carnes blancas, como las pechugas de pollo. En este plato, el queso se incorpora en dos pasos y texturas diferentes. Es incluido, en primer lugar, al pan rallado, albahaca, orégano, tomillo y pimienta negra del rebozado para las pechugas. Después, la pechuga ya rebozada y antes de hornearla, se cubre con queso parmesano en lonchas y salsa de tomate.
¡Reinventa los platos con queso parmesano!
El queso parmesano enriquece los platos más tradicionales, pero también es posible utilizarlo en recetas de forma creativa, original e innovadora. Desde técnicas de ahumado, caramelización, laminado en escamas o lascas, este alimento tiene un potencial prácticamente infinito.
Como acompañamiento de pastas, risottos o ensaladas las escamas de parmesano espolvoreadas por encima nunca fallan. Si quieres que tenga un mayor peso en tus platos de pescado o carne y crear una receta sorprendente, puedes crear una costra de parmesano, es decir, una capa crujiente de queso sobre el ingrediente principal, que se consigue al cocinarlo al horno o a la parrilla, por ejemplo. Puedes aderezar tu cobertura de queso con especias, hierbas o pan rallado.
Su dualidad de sabor con notas dulces y saladas permite jugar con él en diferentes formas y texturas e incorporarlo a platos tan típicos como la sopa o la crema de verduras. También puede emplearse como ingrediente de platos de repostería como las galletas, flanes o incluso tartas con queso parmesano.
Al tener tanta personalidad es un alimento que puede erigirse como protagonista del plato como crujiente y aderezarlo con salsas o especias. Atrévete a descubrir todo lo que puedes conseguir en la cocina con el queso parmesano.
¿Cómo elegir el mejor queso parmesano? Consejos
Para sacar el mejor partido al queso parmesano es esencial que compres una pieza de calidad. ¿Cómo saber si un queso parmesano es bueno? Existen una serie de variables que pueden ayudarte a elegir el mejor queso parmesano:
- Queso parmesano con Denominación de Origen y etiqueta identificativa. El auténtico queso Parmigiano Reggiano cuenta con Denominación de Origen Protegida (DOP), esta identificación garantiza su calidad y autenticidad. Recientemente, el Consorcio de Parmigiano Reggiano incorporó etiquetas digitales en las ruedas de queso para “garantizar la seguridad del consumidor, brindar la trazabilidad y autenticación de los productos” cumpliendo de esta manera con los objetivos de la industria 4.0, tal y como explicó Nicola Bertinelli, presidente del Consorcio.
- Evita comprar quesos con grietas, manchas oscuras o apariencia húmeda. Un buen indicador al que debes remitirte es el color que oscila entre blanco marfil hasta amarillo, dependiendo del tiempo que haya madurado el queso parmesano.
- Aroma y textura. Además de la vista, debes valerte del olfato, del tacto, y si es posible, del gusto también. No selecciones quesos parmesanos con olores demasiado fuertes, blandos, pegajosos o con textura desigual. Estas características pueden ser indicativas de que el queso parmesano no está en buenas condiciones y su calidad no es óptima.