La sopa de ajo es una receta de aprovechamiento tradicional que sigue presente en la gastronomía española adaptándose, eso sí, a la cocina moderna con toques innovadores como el queso gratinado.
Este plato típico castellano se sirve muy caliente, habitualmente en una cazuela de barro, que conserva el calor y potencia, todavía más, su sabor. Es una receta reconstituyente y revitalizante, perfecta para los meses más fríos. La sopa de ajo, no solo se come en Castilla y León, sino que se expandió, con curiosas variaciones, por toda la Península Ibérica.
Como curiosidades de la sopa de ajo podemos señalar que Ricardo de la Vega le dedicó un poema, ensalzando sus virtudes, y hasta Alejandro Dumas intentó llevarla a Francia con algunas modificaciones. De hecho, en la versión francesa, la famosa soupe à l’oignon, el ajo se sustituye por cebolla y el queso tiene un papel protagonista.
Contenidos
- 1 Lista de ingredientes
- 2 Utensilios necesarios
- 3 Sopa de ajo con queso gratinado, paso a paso
- 4 ¿Qué añadir a la sopa de ajo?
- 5 ¿Cómo conseguir la sopa de ajo con queso gratinado perfecta?
- 6 ¿Qué beneficios tiene la sopa de ajo?
- 7 ¿Cuál es el origen de la sopa de ajo?
- 8 ¿Cuándo es costumbre comer sopa de ajo en España?
Lista de ingredientes
- 4 dientes de ajo
- 4 rebanadas grandes de pan duro
- medio litro de caldo de carne
- 75 g de jamón serrano
- 1 chorizo fresco
- 1 cucharadita de pimentón picante
- 2 huevos
- 100 g de queso rallado
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
Utensilios necesarios
- Cazuela de barro (apta para horno)
- Sartén grande
- Cuchara de madera
- Cuchillo
- Tabla de cortar
Sopa de ajo con queso gratinado, paso a paso
- Pelar y laminar los dientes de ajo.
- Dorar con un poco de aceite de oliva los ajos en la sartén.
- Picar y desmigar el jamón serrano y el chorizo fresco, puede ser picante o dulce, según las preferencias de cada uno, y añadir a la sartén cuando los ajos comiencen a estar ya dorados.
- Cortar el pan duro en trozos y agregar a la cazuela, removiendo para que se impregnen con el aceite y el sabor del ajo.
- Incorporar el pimentón y remover rápidamente para evitar que se queme.
- En este punto, hay que añadir el caldo y dejar cocinar a fuego medio durante unos 15 o 20 minutos, hasta que el pan esté completamente hidratado y la sopa tenga una textura espesa.
- Salpimentar la sopa de ajo.
- Romper y añadir los huevos sobre la sopa y cocer durante unos minutos hasta que estén bien escalfados.
- Pasar la sopa de ajo con los huevos escalfados a una cazuela de barro. Puede ser una cazuela amplia o varias pequeñas para servir raciones individuales.
- Espolvorear el queso rallado sobre la sopa de ajo y meter la cazuela en el horno a gratinar durante 5 minutos, hasta que el queso se funda y se forme una capa dorada conocida como costrón.
- Sacar del horno y servir.
¿Qué añadir a la sopa de ajo?
El huevo es fundamental en esta receta. Normalmente, se prepara como un huevo poché que, al romperlo, se mezcla con la sopa caliente.
La sopa de ajo, por sus ingredientes, es un plato muy saciante y perfecto como plato único. Sin embargo, puede acompañarse de una ensalada ligera o algún aperitivo para equilibrar la comida.
Para quienes buscan un toque diferente, las diferentes variantes de sopa de ajo presentes en España incorporan ingredientes tan dispares como coliflor, bacalao, berzas, cebolletas tiernas o setas senderuelas.
Existen múltiples formas de elaborar la receta de sopa de ajo, además, al tratarse de plato de aprovechamiento, admite todo tipo de alimentos que se tengan por casa.
¿Cómo conseguir la sopa de ajo con queso gratinado perfecta?
Para lograr el toque perfecto en la sopa de ajo con queso gratinado, es importante escoger un buen pan, preferiblemente duro, ya que absorberá mejor el caldo sin deshacerse demasiado.
A la hora de gratinarlo en el horno, es importante controlar los tiempos para que se forme una costra dorada que añade una textura crujiente. El pimentón le da un sabor y color característico a esta receta que contrasta con la cremosidad del queso.
¿Qué beneficios tiene la sopa de ajo?
El ajo contiene yodo, fósforo, potasio y vitaminas como tiamina, vitamina B6 y C. Al ajo se le atribuyen numerosas propiedades beneficiosas para salud: efecto antiséptico, antiinflamatorio, bactericida, antiviral, antifúngico y antiparasitario intestinal.
El ajo ejerce un importante papel en la prevención de enfermedades cardiovasculares, reduciendo los niveles de lípidos en sangre. Ayuda a reducir el LDL-colesterol (colesterol «malo»), disminuye la presión arterial y previene la diabetes II.
La sopa de ajo también es un plato muy saciante, que aporta energía, ideal para los días de invierno en los que se necesita algo reconfortante y nutritivo.
¿Cuál es el origen de la sopa de ajo?
La sopa de ajo, también llamada sopa castellana, es un plato tradicional de Castilla y León con un origen claramente humilde, aunque existen distintas variantes de sopa castellana por toda España. Sus ingredientes son básicos ya que se trata de una receta de aprovechamiento típica de la gastronomía española, como el pan duro, el ajo, el pimentón y el aceite de oliva.
Con el paso de los años la receta fue viajando y aparecieron versiones de este plato según la región y los gustos locales, lo que ha permitido, por una parte, conservar su esencia y, al mismo tiempo, enriquecerla con nuevos matices e ingredientes típicos de cada zona.
Variantes de la sopa de ajo en España
La sopa de ajo es uno de esos platos tradicionales y típicos de la cocina española que cada región ha adaptado a su estilo. En España e incluso Portugal existen muchas versiones, cada una con su toque particular:
- Sopa de ajo a la andaluza: se añade coliflor a la cocción y no se utiliza pimentón. En la costa de Andalucía se suele añadir pescado a esta receta.
- Sopa de ajo aragonesa: lleva huevos y se le agregan picatostes para aportar una textura más crujiente.
- Sopa de pastor: en Cuenca reemplazan el pimentón por pimientos choriceros.
- Sopa de ajo riojana: a la receta tradicional se incorporan trozos de tomate y pimientos.
- Zurrukutuna: la variante de sopa de ajo del País Vasco incorpora bacalao a la preparación y pan especial de sopa llamado sopako.
- Sopa de ajo soriana: se añaden setas senderuelas al refrito de ajos y pimentón.
- Sopa de ajo segoviana: se remata este plato con comino y se deja reposar en el horno, para intensificar sus sabores.
- Sopa mallorquina de ajo: elaborada con cebolletas tiernas y berzas, una opción más suave y vegetal.
- Açorda alentejana: la versión portuguesa de la región del Alentejo añade a la lista de ingredientes cilantro en lugar de pimentón.
¿Cuándo es costumbre comer sopa de ajo en España?
La sopa de ajo es uno de los platos tradicionales de la Cuaresma, ya que puede elaborarse sin carne y por tanto, está vinculado a la Semana Santa en lugares como Zamora. En esta ciudad de la provincia de Castilla y León es costumbre tomar sopa de ajo como desayuno una vez se han terminado las procesiones nocturnas de la Semana Santa.
La sopa de ajo era antiguamente un almuerzo que se consumía un par de horas después del desayuno, ya que servía para aportar energía a los trabajadores y les permitía continuar con su jornada laboral.
También es tradición en muchas zonas de España tomarla a primera hora del día 1 de enero, tras Nochevieja, aprovechando su carácter reconfortante para entrar en calor y poder continuar con la celebración del año nuevo con más energía.