Es frecuente prestar más atención en los estantes de los supermercados cuando se está buscando una nata para cocinar. Por lo general, los consumidores revisan los envases para asegurarse de que no están adquiriendo nata para montar por error y evitar sustos al llegar a casa. Sin embargo, esta revisión no debería terminar en la simple denominación del producto. La nata para cocinar es un alimento común, por lo que es recomendable saber si la marca adquirida es buena y saludable o, contrariamente, una mala nata.
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¿Qué es la nata para cocinar?
La nata es un derivado lácteo que se origina de de dos maneras: mediante una centrifugación de la leche, para separar grasa y agua, o permitiendo el reposo del líquido, gracias al cual la nata se produce e forma espontánea, flota y puede ser retirada. Debido a la legislación alimentaria española, la denominación nata solo se aplica a la nata obtenida exclusivamente de leche de vaca. Cualquier otra procedencia, bien animal o vegetal, debe indicarse en el envasado.
La nata para cocinar es una subcategoría, la contraparte de la nata para montar. La principal diferencia entre ambos tipos de derivado lácteo es la cantidad de grasa en su composición. Mientras que la nata para montar ha de presentar, como mínimo, un 35% de materia grasa para crecer y mantener una textura sólida y cremosa, la nata para cocinar es aquella cuyo porcentaje de materia grasa es menor al 30% y que, de manera habitual, ronda el 18% del contenido total. Sin embargo, es posible encontrar productos etiquetados como “para cocinar” que supera este 18%.
¿Cómo saber si una nata para cocinar es saludable?
La nata para cocinar es uno de esos alimentos cuyos parámetros están bien definidos para poder diferenciar cuándo un producto es saludable y bueno, lejos de aquellos menos recomendables. Uno de estos elementos indicativos es la receta o los ingredientes con los que se ha elaborado el producto.
En el caso de la nata para cocinar, solo es necesario emplear la propia nata y, en algún caso, leche o suero lácteo. Debe tenerse en cuenta que para dotar al producto de una vida útil más prolongada y facilitar la conservación, es frecuente que las empresas fabricantes de nata añadan algún tipo de conservante, que será mejor cuanto más natural sea. Cualquier otro ingrediente ha de ser entendido por el consumidor como innecesario, ya que ciertos productos cuentan también con espesantes, emulgentes o correctores de sabor, en especial de la acidez.
Además de esto, la nata para cocinar posee unos valores nutricionales específicos. La cantidad de materia grasa habitual en estos productos varía entre el 15 y el 18%, aunque dependerá del tipo nata para cocinar del que se trate. Por ejemplo, existen versiones más ligeras o más espesas de este derivado lácteo para adaptarse a ciertas elaboraciones o tipos de alimentación. De manera excepcional, la crèma fraîche o nata fresca presenta un valor de materia grasa del 30%. Esto es así para adaptarse tanto a recetas saladas como dulces sin perder sus cualidades especiales.
Es importante revisar qué otros valores nutricionales entran en el baremo adecuado. El poder calórico de una nata para cocinar saludable no debe superar las 195 kilocalorías por cada 100 gramos de producto. En esta misma cantidad ha de haber 2,5 gramos de proteínas y 5 gramos de hidratos de carbono. Finalmente, una nata para cocinar saludable y de buena calidad debe presentar una textura líquida y ligera y un color blanco, incluso con matices amarillos.
Central Lechera Asturiana
La nata para cocinar de Central Lechera Asturiana se comercializa en formato brik de 1 litro, 500 mililitros y 200 mililitros, todos ellos con un tapón que facilita la conservación en nevera. La marca también ofrece una versión más ligera de este producto. La nata para cocinar de Central Lechera Asturiana es un producto 100% natural, sin aditivos ni E-s artificiales, como la gran mayoría de los productos de la marca, ni azúcares añadidos y solo con nata de leche de vaca, almidón de maíz y proteínas de la leche.
Respecto a la cantidad de materia grasa, el procentaje de este nutriente es del 18%. En 100 gramos de este producto se encuentran 4,4 gramos de hidratos de carbono y 2,4 gramos de proteínas. Esta composición nutricional sitúa a la nata para cocinar Central Lechera Asturiana como la nata para cocinar más saludable del mercado.
Kaiku Sin Lactosa
La nata líquida para cocinar de Kaiku es sin lactosa, por lo que es apta para los consumidores con intolerancia al azúcar de la leche. Entre los ingredientes con los que se elabora este alimento solo hay 3 referencias: nata, almidones y correctores de acidez. Sus valores nutricionales entran en los parámetros. La materia grasa presente en este producto es del 15%, mientras que en 100 gramos se encuentran 5,6 gramos de hidratos de carbono y 2,8 gramos de proteínas.
Pascual
Pascual comercializa la nata para cocinar en formato brik de 1 litro, 500 mililitros y 200 mililitros, aunque este último no cuenta con tapón para conservarse de manera segura en el frigorífico. Este producto se elabora con nata ligera, almidón modificado y estabilizantes. Debido al uso de nata ligera y no nata común, sus valores nutricionales son diferentes, aunque no por ellos malos o menos saludables. Este producto cuenta con un 18% de materia grasa y en 100 gramos contiene 1,8 gramos de hidratos de carbono y 0,7 gramos de proteínas.
El Corte Inglés
La nata para cocinar de El Corte Inglés está elaborada por IberLeche, la empresa surgida de la asociación de CAPSA y Leche Celta. Este producto está elaborado a patir de nata, emulgentes y estabilizantes. Al emplear nata como tal y no versiones alteradas o ligeras, los valores nutricionales se mantienen dentro de los parámetros habituales. La nata para cocinar de El Corte Ingles cuenta con un 18% de materia grasa y contiene 4 gramos de hidratos de carbono y 2,5 gramos de proteínas en cada 100 gramos de producto.
Président Crème Fraîche
La nata fresca Président, comercializada como Président Crème Fraîche, es un producto que escapa a las mediciones presentadas. Cabe destacar que no por ello su calidad es inferior o es menos saludable. La nata fresca de Président se elabora exclusivamente con nata de leche de vaca y fermentos lácticos, por lo que respeta al máximo la receta tradicional. Además de esto, presenta un 30% de materia grasa, lo que le confiere una textura extracremosa recomendable para elaborar salsas y cremas. En 100 gramos de este producto se encuentran 2,9 gramos de hidratos de carbono y 2,3 gramos de proteínas.
Larsa
La nata para cocinar de Larsa es la única referencia de este tipo entre la gama de natas de la marca, que se compone además de nata para montar. Se comercializa en formato brik de 500 gramos. Este producto se elabora con nata ligera de leche, emulgentes y estabilizantes. Su contenido de materia grasa es del 18% y aporta 4 gramos de hidratos de carbono y 2,5 gramos de proteínas por cada 100 gramos de nata para cocinar.
DIA Láctea
La nata para cocinar de Día, comercializada bajo la gama DIA Láctea, está elaborada por la empresa alemana Hochwald Foods. Este producto se fabrica con nata obtenida de leche de origen español, emulgentes y estabilizantes. No es recomendable congelarla, según indica el envase, y se comercializa bajo la denominación de nata ligera. El contenido en materia grasa de este producto es del 18% y en cada 100 gramos contiene 4 gramos de hidratos de carbono y 2,5 de proteínas.
En el lado opuesto, las natas para cocinar menos recomendables si se busca llevar una alimentación saludable son las de marcas blancas, como la de Carrefour, por su alto contenido en aditivos artificiales y aquellas elaboradas por Lactalis, como la de Puleva.