La nata fresca o la crème fraîche es todo un símbolo de la cocina francesa; es empleada en platos tradicionales como la quiche, pero también es un ingrediente ideal para postres, como el flan. En este artículo de Mundo Lácteo explicaremos qué es la nata fresca, cuál es su perfil nutricional, conoceremos cómo elaborarla en casa y explicaremos qué diferencias presenta respecto a la nata líquida para cocinar.
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¿Qué es la nata fresca o la crème fraîche?
La nata fresca, también conocida como crema fresca o crème fraîche en francés, es elaborada con nata pasteurizada de leche de vaca, fermentos lácticos, conservadores (E-202) y estabilizantes (E-1422, E-471 y E-472). La nata fresca procede de la región francesa de Normandía, situada al noroeste del país; si bien, hoy en día su uso se ha extendido por todo el mundo. Podemos encontrar dos variedades de nata fresca en los lineales de los supermercados: crème fraîche épaisse, con una textura espesa y cremosa, y crème fraîche fleurette, con una consistencia más líquida.
Composición nutricional de la nata fresca por cada 100 gramos
La nata fresca es un derivado lácteo con una tonalidad blanquecina, un sabor ligeramente amargo y una textura cremosa. Respecto a su perfil nutricional, al igual que la mayoría de las natas del mercado, es un producto con un alto porcentaje de materia grasa, entre un 30 y un 40%. Además, es rico en grasas, ya que aporta 24 gramos por cada 100 gramos de producto, como podemos ver en la siguiente tabla:
Nutrientes | Cantidades por cada 100 gramos |
Caloría (Kcal.) | 248 |
Grasas (g.) | 24 |
de las cuales saturadas (g.) | 14,5 |
Hidratos de carbono (g.) | 2,8 |
de los cuales azúcares (g.) | 2,2 |
Proteínas (g.) | 2,8 |
Sal (g.) | 0,2 |
*Fuente: Cremfres Albe
La nata fresca o la crème fraîche contiene minerales, como el calcio, el fósforo y el potasio, y vitaminas de los grupos A, B (B1, B2, B3, B6, B9 y B12), C, D y E.
Pasos para elaborar nata fresca en casa
Como ya hemos explicado en este artículo de Mundo Lácteo, la nata fresca o crème fraîche es un producto original de Normandía (Francia). Antiguamente, este derivado lácteo era producido de forma natural al dejarlo calentar al sol; sin embargo, hoy en día se emplean cultivos bacterianos para ayudar a dar esa textura tan cremosa y tan característica de la crème fraîche. Aunque puede ser adquirida en una gran variedad de supermercados, también puede elaborarse en casa siguiendo la siguiente receta:
Ingredientes
- 250 ml de nata líquida para montar 35% materia grasa.
- 2 cucharadas de mantequilla a temperatura ambiente.
Utensilios
- Un bol mediano.
- Una cuchara de madera.
- Un recipiente de vidrio.
- Un paño de cocina.
Preparación: paso a paso
- Mezclar la mantequilla y la nata hasta obtener una masa homogénea.
- Verter la mezcla en un recipiente de vidrio y taparlo con un paño de cocina.
- Dejar reposar la mezcla a temperatura ambiente durante al menos 12 horas.
- Utilizar como ingrediente o como salsa para el plato principal.
Trucos imprescindibles
- Para garantizar la correcta conservación de la nata fresca, es esencial guardarla en el frigorífico.
- Es conveniente consumirla en un plazo máximo de 72 horas.
- La nata fresca puede ser empleada para la elaboración de salsas o aliños, o como ingrediente de repostería.
- Para lograr una salsa más ligera, tan solo hay que sustituir la mantequilla por un yogur natural.
Usos de la nata fresca
Los usos de la nata fresca en la cocina son muy variados, ya que puede ser empleada en la elaboración de platos salados y dulces. La nata fresca o la crème fraîche es un ingrediente ideal para aportar más sabor y cremosidad a algunas elaboraciones, como carnes, cremas de verduras o quiche. Otra opción es emplearla en flanes, bizcochos o helados.
Nata fresca y nata líquida para cocinar. ¿En qué se diferencian?
La nata fresca y la nata líquida para cocinar son dos ingredientes empleados en la cocina francesa para enriquecer y aportar una textura más cremosa a los platos. A pesar de que son productos similares, existen diversas diferencias entre ellos y es que la nata líquida tiene un porcentaje de materia grasa que ronda el 14% mientras que el porcentaje de materia grasa de la nata fresca es superior. Podemos comprobar el perfil nutricional de ambos productos en la siguiente tabla:
Nutrientes | Nata fresca. Cantidades por cada 100 gramos | Nata líquida. Cantidades por cada 100 gramos |
Caloría (Kcal.) | 248 | 189 |
Grasas (g.) | 24 | 18 |
de las cuales saturadas (g.) | 14,5 | 12,2 |
Hidratos de carbono (g.) | 2,8 | 4,4 |
de los cuales azúcares (g.) | 2,2 | 3,7 |
Proteínas (g.) | 2,8 | 2,4 |
Sal (g.) | 0,2 | 0,1 |
*Fuente: Cremfres Albe
Otras de las diferencias más significativas es que la nata fresca tiene una consistencia más untuosa y, además, tiene un precio más elevado que la nata convencional.
Nata fresca y smetana. ¿Son lo mismo?
No, son productos diferentes respecto a su sabor y su origen. La smetana, también conocida como smietana en polaco y smotana en eslovaco, es un tipo de crema agria similar a la nata fresca. Este producto lácteo, típico en Europa Central y Oriental, tiene un sabor fuerte y agrio, y es empleado generalmente para aliñar diversos platos, como ensaladas o carnes, ya que aporta un toque extra de cremosidad.
La smetana es un derivado lácteo rico en vitaminas de los grupos A, B, C, D y E, y K, que es imprescindible para la coagulación de la sangre y para mantener los huesos y dientes fuertes. Además, es fuente de minerales, como el calcio, el potasio, el magnesio y el hierro. El porcentaje de grasa de este producto puede variar del 10 al 70%, aunque en los lineales de los supermercados es frecuente encontrar smetana con un porcentaje de grasa entre el 20 y el 40%.