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Lactalis prevé una bajada del precio de la leche en origen en 2023
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) ha decretado una alerta sanitaria estatal por la distribución de bebida de avena Alpina con presencia de leche de vaca, que no está declarada en el etiquetado. La institución pública recomienda evitar la ingesta de este producto en caso de personas con alergia a la leche o intolerancia para no sufrir malestares.
La información sobre la composición de la bebida de avena marca Alpina presente en el envase menciona que puede contener trazas de almendra, leche y soja. Sin embargo, tras una revisión de la ficha técnica, se ha concluido que la leche de vaca debería figurar en el etiquetado como un ingrediente. El porcentaje de lácteo en la bebida de avena superaba el 40% de su composición.
Aunque no supone ningún tipo de riesgo para el resto de la población, las personas que padezcan algún tipo de alergia o intolerancia láctea deben comprobar que la bebida de avena Alpina no sea de la referencia ES2023/046 en envases de 250 mililitros y 1 litro, cuya fecha de caducidad puede ir desde el 11 de mayo de 2023 al 21 de mayo de 2023.
La información fue trasladada por el Sistema Coordinado de Intercambio Rápido de Información, que encontró el producto contaminado en la Comunidad Valenciana y ubica envíos de producto en Andalucía, Cataluña, País Vasco, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Madrid y Murcia. No se descarta, por el momento, que más comunidades autónomas se vean afectadas.
Lactalis invierte más de 33 millones en seguridad alimentaria
El Grupo Lactalis hace pública su inversión en los últimos siete años en materia de sostenibilidad y mejoras productivas en España, que asciende hasta la cifra de 135 millones de euros. De esta cantidad, un 25% (el equivalente a 33 millones) se dedicó exclusivamente a la perfección de la seguridad y la calidad de sus procesos productivos y de sus múltiples referencias. En toda la compañía, la cuantía es muy superior.
“Grupo Lactalis cuenta con un sistema de monitorización de productos durante su vida útil que, por ejemplo, en el último año, sumó más de 2.000 determinaciones analíticas de parámetros nutricionales y de estabilidad en los productos de Lactalis Puleva”, explica Enrique García Ayuso, director de Calidad de Lactalis Puleva.
Según afirma Ignacio Bernáez, el director de Calidad de Lactalis Forlasa, rama dedicada empresarial dedicada a la elaboración de quesos; la industria alimentaria es la que más controles de calidad y seguridad realiza, solamente siendo superada por la farmacéutica.
Más de 150 profesionales en toda España se dedican al control de calidad para marcas como Puleva, Lauki, RAM, El Castillo, Gran Capitán o Flor de Esgueva, entre otros. Cada lácteo de estas empresas pasa un mínimo de 80 controles y análisis de seguridad alimentaria. El proceso comienza en la recogida de la leche, continúa durante la elaboración y todos los lotes terminados se someten hasta a 20 verificaciones.
“La seguridad alimentaria va conceptualmente mucho más lejos: es la capacidad de garantizar la absoluta salubridad de los productos comercializados. Comienza incluso antes de empezar la producción, con el diseño y dimensión de las líneas y distintas fases por las que va a pasar el alimento hasta llegar al producto final. Esto hace que la seguridad alimentaria sea el criterio más importante por el que regimos la elección de las inversiones en nuestras plantas”, expone Icíar Iranzo, directora de calidad y desarrollo de Lactalis Nestlé.