¿Existe relación entre los lácteos y el acné?

El acné afecta al 80% de la población, incluyendo población adulta. Ahora bien, ¿existe relación entre el consumo de lácteos y el acné?

/ 8 mayo 2024

Está probado y evidenciado científicamente desde hace años que los hábitos alimenticios influyen de forma clara en la salud y también en la salud de la piel. Por eso es tan importante mantener una alimentación saludable y una buena hidratación para que la salud sea óptima. Uno de los principales problemas de piel son los granos, concretamente el acné afecta al 80% de la población, incluyendo población mayor que sufre de acné adulto. Ahora bien, ¿existe relación entre el consumo de lácteos y la aparición de acné?

En este artículo de Mundo Lácteo se explica la influencia de los lácteos en el acné, si es necesario dejar de tomar productos lácteos para lucir una piel radiante libre de granos y las alternativas a los lácteos para reducir y controlar los brotes de acné.

Contenidos

1 ¿Qué es el acné?
2 ¿Cómo se relacionan el acné y la nutrición?
3 ¿Cómo afectan la leche y los productos lácteos en el acné?
4 Alternativas a los lácteos para reducir el acné
5 Bibliografía

¿Qué es el acné?

El acné es una enfermedad o trastorno cutáneo caracterizada por la obstrucción de los folículos pilosos con sebo y células cutáneas muertas. Este taponamiento de los poros provoca la aparición de puntos negros, espinillas, granos o puntos blancos.

El acné brota generalmente en cara, hombros, pecho y espalda debido a la presencia de glándulas sebáceas en estas partes del cuerpo. Estas glándulas se conectan con los folículos pilosos, por lo que la producción excesiva de materia grasa en estas glándulas que taponan los poros provoca la aparición de protuberancias en la piel en zonas como la frente.

La producción excesiva de sebo o materia grasa (hiperseborrea), factores genéticos, emocionales como el estrés o cambios hormonales son algunas de las causas de esta afección.

¿Cómo se relacionan el acné y la nutrición?

La jefa de Dermatología del Hospital Universitario del Sureste, María Agustina Segurado Rodríguez, manifiesta en una entrevista a Infosalus, apoyándose en múltiples estudios, que sí que hay relación entre el consumo de algunos alimentos como “alimentos y bebidas ricos en carbohidratos y azúcares sí pueden desencadenar brotes de acné”.

Así, las dietas con índices glucémicos altos, en las que abundan alimentos con hidratos de carbono y azúcares provoca un aumento en la producción de sebo en la piel. Este tipo de alimentación es común en la sociedad occidental.

Para poder controlar la producción de sebo en las glándulas sebáceas es recomendable una alimentación rica en legumbres, fruta y cereales integrales, es decir, hidratos de carbono simple y no complejos.

No hay estudios específicos al respecto, pero existe una creencia generalizada en los sectores dermatológicos y nutricionales de que alimentos ricos en fibra y en Omega-3 son buenos frente a los brotes acnéicos, ya que ayudan a disminuir la inflamación en la piel y la aparición de granos y otro tipo de protuberancias.

¿Cómo afectan la leche y los productos lácteos en el acné?

Los lácteos son uno de los grupos de alimentos más estudiados por su posible influencia en el desarrollo de acné. En el año 1949, HM Robinson en su estudio The Acne Problem publicado en la revista médica Southern Medical Journey sugirió la relación entre lácteos y acné. Los productos lácteos son fundamentales en la dieta mediterránea y occidental. La leche en particular es uno de los posibles desencadenantes de brotes tanto en adolescentes como en adultos.

La leche contiene aminoácidos y caseína que pueden desencadenar un aumento en la producción de hormonas, como la testosterona, que favorecen la aparición de granos.

Además, las proteínas presentes en la leche pueden aumentar los niveles de insulina en el cuerpo, lo que a su vez puede estimular el crecimiento epidérmico de queratinocitos y sebocitos, aumentando la producción de sebo en la piel. Este aumento de insulina también puede provocar inflamación cutánea, contribuyendo así a los brotes de acné y problemas de enrojecimiento como la rosácea.

¿Qué lácteos producen acné?

Aunque se ha probado una relación entre el consumo de leche y el aumento del acné, los productos lácteos fermentados como el yogur, el kéfir y el queso han demostrado tener un impacto menos significativo en la aparición de brotes. La explicación es que, durante el proceso de fermentación, algunas proteínas, como ciertas caseínas, se eliminan.

Por lo tanto, se recomienda un consumo de leche desnatada moderado, especialmente en personas con tendencias acnéicas. Aunque la leche de vaca tenga un índice glucémico bajo, su consumo desmedido puede aumentar la presencia de brotes de acné en la piel.

El consumo de productos lácteos fermentados puede ser una alternativa más segura para complementar la dieta de aquellas personas con tendencia a padecer acné. Si el acné es grave, la dermatóloga Inés Escandell recomienda limitar el consumo de lácteos a tres porciones a la semana. No obstante, para poder eliminar el acné, no solamente hay que cambiar los hábitos alimenticios, sino que hay que seguir un tratamiento dermatológico personalizado, atendiendo a las tolerancias y necesidades de cada paciente.

Alternativas a los lácteos para reducir el acné

Una vez establecida la relación entre lácteos y acné, puede que una de las medidas que tomen aquellos que padecen esta enfermedad sea reducir o eliminar por completo la ingesta de productos lácteos. Si bien los nutricionistas y dermatólogos no recomiendan eliminar la leche y sus derivados, ya que es una de las bases de una dieta equilibrada y saludable, existen casos donde aconsejan una reducción en su consumo.

Las bebidas vegetales enriquecidas con calcio o los productos fermentados de soja u otro derivado de origen vegetal son una buena manera de consumir los nutrientes que aporta la leche de origen animal al organismo y mantener una buena salud ósea y dental, entre otras.