Todo lo que necesitas saber sobre los lácteos y la salud dental

Una dieta equilibrada y rica en alimentos derivados de la leche fortalece los dientes. Es más, no consumir productos ricos en calcio y fósforo, entre otros, puede provocar la aparición de problemas bucodentales, como caries o deterioro del esmalte dental. En este artículo analizamos la verdadera relación entre los lácteos y la salud dental, cuáles son los beneficios de los lácteos en la salud dental, cómo influye la alimentación en la salud dental y qué leche y productos lácteos son mejores para los dientes.

Los lácteos son un gran aliado para poder presumir de una sonrisa sana y envidiable, sobre todo por su alto contenido en calcio Descubre aquí cómo ayuda el calcio a proteger los dientes y qué otras propiedades tiene la leche.

¿Por qué la leche es buena para los dientes?

La leche es una de las mejores fuentes dietéticas de calcio, un mineral esencial para la salud ósea y dental.  El 99% del calcio presente en el organismo lo podemos encontrar depositado en huesos y dientes. El calcio, junto con el fósforo presente en la leche, se encargan de fortalecer el esmalte de los dientes, es decir, la capa protectora que recubre las piezas dentales.

Además del calcio, la leche incluye en su composición nutricional vitamina D. La vitamina D en la leche facilita la absorción de calcio en nuestro organismo, tal y como indican desde Nutrición Hospitalaria.

Otra de las características de la leche es su alta biodisponibilidad, es decir, cuánta cantidad de minerales o vitaminas, en este caso de calcio, será absorbido por el organismo. Generalmente esta biodisponibilidad se sitúa en torno al 30-40%, mientras que en la leche aumenta hasta el 85%. Por ello, los productos lácteos se erigen como la mayor fuente de calcio de la dieta.

La leche es un alimento de baja cariogenicidad gracias a su alto contenido en calcio y fósforo, que previenen la aparición de caries en los dientes. También estos minerales, junto con las proteínas y grasa láctea frenan la desmineralización del esmalte, protegiendo así los dientes de la acción de las bacterias presentes en la boca.

La Fundación Española de la Nutrición (FEN) recomienda un consumo diario de 3 raciones de leche de vaca, o lácteos en general, con el fin de cubrir las necesidades orgánicas del cuerpo humano.

¿Qué leche es mejor para los dientes?

No hay, por definición, una leche mejor que otra para los dientes, ya que todas tienen vitaminas y minerales que ayudan a mantener una dentadura fuerte y saludable. No obstante, la leche de vaca entera, semidesnatada o desnatada es la opción más recomendable debido a los altos niveles de calcio, fósforo y vitamina D que se pueden encontrar en ella.

Sin embargo, aquellos que tengan intolerancias o no quieran ingerir productos de origen animal, existen otras variantes, igual de válidas, como la leche sin lactosa, leches fortificadas o alternativas vegetales, que también incluyen, aunque en menor medida, minerales para fortalecer los dientes.

Beneficios de los lácteos para la salud dental

• Fortalecimiento del esmalte. El calcio y fósforo, presentes en los productos lácteos, son esenciales para mantener y reparar el esmalte dental. La ingesta de leche y productos derivados de la misma ayuda a prevenir la desmineralización de los dientes.
• Propiedades antibacterianas. Las proteínas de los productos lácteos como el queso tienen propiedades antimicrobianas que reducen la cantidad de bacterias en la boca, disminuyendo así el riesgo de caries y enfermedades periodontales. Los yogures tienen un alto contenido en probióticos, que son microorganismos vivos “buenos” que refuerzan las bacterias buenas y combaten las bacterias nocivas, manteniendo la boca sana.
• Aumento de la secreción de saliva y disminución de la acidez de la boca. El consumo de productos lácteos estimula la producción de saliva, que es vital para neutralizar los ácidos bucales. La saliva también ayuda a eliminar restos de alimentos y a mantener el esmalte dental remineralizado. El queso, en particular, es conocido por su capacidad para aumentar el pH de la boca, reduciendo la acidez y el riesgo de caries.

¿Cómo influye la alimentación en la salud dental?

La dieta diaria tiene un papel fundamental en el estado de dientes y encías. Los alimentos ingeridos aportan nutrientes esenciales y también influyen en el pH, la producción de saliva y la proliferación de bacterias en la boca.

Una dieta equilibrada y saludable que incorpore lácteos, frutas, verduras, proteínas y cereales es esencial para mantener una salud bucodental envidiable. Los lácteos son una pieza clave en una alimentación saludable por su alto contenido en nutrientes, vitaminas y minerales beneficiosos para los dientes. Además, el consumo de lácteos contribuye a una buena hidratación y estimula la producción de saliva. Como señalábamos anteriormente, la saliva es esencial para fortalecer el esmalte de los dientes.

Para evitar la aparición de caries, es recomendable no abusar de alimentos azucarados, ya que producen ácidos que corroen el esmalte dental y pueden picar las piezas dentales, provocando en última instancia, la pérdida del diente.

¿Qué lácteos debo consumir para gozar de una buena salud dental?

• Tres raciones de leche de vaca diarias proporcionan el calcio y la vitamina D necesarios para mantener los dientes fuertes. La leche sin lactosa es ideal para quienes tienen intolerancia. Para aquellos que prefieren evitar los productos lácteos tradicionales, las alternativas vegetales como la leche de almendra, soja y avena o leches fortificadas con calcio y vitamina D son buenas opciones. Recomendamos elegir productos sin azúcares añadidos para maximizar los beneficios dentales.
• Consumir una pequeña porción de queso después de las comidas puede ayudar a neutralizar los ácidos y proteger los dientes gracias al alto contenido en calcio y fósforo.
• El yogur es otra excelente fuente de calcio y proteínas. Es preferible optar por yogures naturales y sin azúcar para evitar el riesgo de caries. Los yogures probióticos también pueden mejorar la flora oral e intestinal.