La tarta de queso japonesa es una tarta de reciente éxito, un caso raro en una cultura milenaria como es la de Japón. Surgió tras la aparición de la cheesecake típica de Estados Unidos y de quesos más cremosos en el mercado del país asiático. Pese a la reticencia a consumir este tipo de tartas en un principio, la receta se hizo conocida gracias a revistas orientadas al público femenino. Con Internet, la tarta de queso japonesa se ha convertido en un estandarte de la repostería nipona por su textura esponjosa y ligero sabor a queso.
Contenidos
Ingredientes
- 60 g. de harina de repostería
- 6 claras de huevo
- 6 yemas de huevo
- 20 g. de maicena
- 140 g. de azúcar glas
- 1 sobre de levadura
- 250 g. de queso crema
- 50 g. de mantequilla
- 100 ml. de leche entera
- 1 cucharada de zumo de limón
- Una pizca de sal
Utensilios necesarios
- Una sartén.
- Unas varillas.
- Un colador.
- Una lengua de silicona.
- Una brocha.
- Horno.
- Un molde redondo y alto.
- Papel de horno.
- Papel de aluminio.
- Batidora eléctrica.
- Un bol.
Método de elaboración
- Poner la mantequilla en una sartén a fuego lento.
- Incorporar lentamente el queso crema y la leche.
- Integrar sin batir con fuerza.
- Tamizar harina sobre un bol. Agregar la sal, el zumo de limón y las yemas de huevo.
- Batir hasta lograr una pasta homogénea.
- Volcar la preparación de la sartén en el bol. Mezclar hasta obtener una única masa.
- Batir las claras junto con la levadura. Al comenzar a montar, añadir poco a poco azúcar glas. Parar al conseguir una textura densa.
- Precalentar el horno a 160ºC.
- Forrar un molde con papel de horno y pintar con mantequilla.
- Verter el merengue en el resto de la masa e integrar con extremo cuidado y movimientos envolventes para que no se baje.
- Volcarlo todo en el molde.
- Calentar agua en un cazo e introducir una fuente vacía en el horno.
- Cubrir el exterior del molde con papel de aluminio, desde la base hasta la mitad de su altura.
- Vaciar el cazo de agua en la fuente y colocar el molde en medio para realizar un baño maría.
- Hornear durante una 1 hora y 10 minutos a 160 grados.
- Retirar del horno y cubrir con una capa de azúcar glas al enfriar.
Trucos para una tarta de queso japonesa ideal
- Bolsas de aire. Cuando se rellene el molde con la masa es posible que se formen bolsas de aire, difíciles de percibir a simple vista. Para evitar que este aire estropee la receta, hay que golpear las paredes del molde suavemente.
- Temperaturas. Uno de los rasgos característicos de la tarta de queso japonesa es su textura. Para conseguir que sea esponjosa y compacta es necesario no sacarla del horno al apagarlo. Debe permanecer cinco minutos más dentro. Abrir entonces un poco el horno y dejar que pasen otros cinco minutos. Abrir un poco más y esperar de nuevo cinco minutos. Finalmente, retirar la tarta del horno y desmoldar con mucho cuidado. Cuando se haya templado, debe reposar en la nevera durante un par de horas.
Opciones para servir la tarta de queso japonesa
La tarta de queso japonesa es un postre en sí mismo, no necesita obligatoriamente de un emplatado elaborado ni de añadidos extra. Sin embargo, hay algunas posibilidades poco invasivas para presentar la tarta sin restarle sabor.
- Nata y fresas. Nata montada y fresas laminadas son la combinación más habitual para cubrir la superficie de la tarta de queso japonesa. Gracias a la consistencia y textura del pastel, la porción se sostiene incluso con una capa gruesa de nata.
- Té verde y mermelada. Aplicar mermelada de naranja u otro cítrico como cobertura agrega un punto más de sabor y humedad a la tarta. Para completar esta presentación hay que espolvorear polvo de té verde por encima de la mermelada.
- Café y almíbar. Hervir en un cazo agua y azúcar durante 10 minutos, evitando que se pegue en el fondo. Añadir un par de cucharadas pequeñas de café molido. El resultado debe tener textura de jarabe. Extender el almíbar de café sobre la tarta de queso japonesa.