leche de cabra y colesterol

¿La leche de cabra reduce los niveles de colesterol?

La leche de cabra puede ser un gran aliado para quienes buscar reducir el colesterol y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Publicado el: 5 junio 2025

leche de cabra y colesterol

En los últimos años, el interés por la leche de cabra ha aumentado significativamente por tratarse de una alternativa nutritiva y saludable a la leche de vaca, especialmente por su alta digestibilidad y su bajo contenido en lactosa. Además, por su composición nutricional es la más parecida a la leche materna, tal y como explicamos en este post sobre las propiedades de la leche de cabra. 

Pero lo que pocas personas saben es que la leche de cabra resulta especialmente beneficiosa para el organismo por el papel que juega en la gestión de los niveles de colesterol y su contribución a la salud cardiovascular. 

En este artículo explicaremos cuáles son los efectos del consumo de leche de cabra en los niveles de colesterol y cómo podemos integrarla en nuestra alimentación para aprovechar las múltiples propiedades que aporta a nuestro organismo.

 

El colesterol y las enfermedades cardiovasculares 

El colesterol elevado es el principal causante de enfermedades vasculares. Algunas de ellas graves, como aneurismas, anginas de pecho u otras cardiopatías. En España, se estima que el 50% de la población adulta presenta niveles de colesterol superiores a 200 mg/dl, lo que indica hipercolesterolemia. Por estos motivos, se ha convertido en una de las principales preocupaciones de salud en nuestro país.  

De ahí que la búsqueda de alimentos que contribuyan a mantener niveles saludables de colesterol sea más relevante que nunca. La leche de cabra, a menudo menospreciada en comparación con la leche de vaca, ha demostrado poseer propiedades nutricionales que la posicionan como una opción válida a la que podemos recurrir para regular el colesterol. 

¿Qué tipos de colesterol existen? 

El colesterol es una sustancia grasa presente en todas las células del cuerpo. Es imprescindible para el correcto funcionamiento del organismo, al ser una sustancia esencial para diversas funciones biológicas, como la producción de hormonas o de vitamina D. 

Nuestro organismo lo produce principalmente en el hígado, aunque también se obtiene a través de la dieta, especialmente de alimentos de origen animal como carnes, huevos o productos lácteos, como es el caso de la leche de cabra. 

El colesterol se transporta a través de la sangre mediante partículas llamadas lipoproteínas, que pueden ser de dos tipos: 

  • Lipoproteínas de baja densidad (LDL): conocidas como «colesterol malo», transportan el colesterol desde el hígado hacia las células. Un exceso de LDL puede llevar a la acumulación de colesterol en las paredes arteriales, aumentando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. 
  • Lipoproteínas de alta densidad (HDL) o «colesterol bueno». Estas recogen el colesterol sobrante de las células y lo transportan de vuelta al hígado para su eliminación, ayudando a prevenir la acumulación en las arterias. 

Impacto del consumo de leche de cabra en los niveles de colesterol 

Como hemos visto en este artículo en el que se analizan las diferencias y similitudes con la leche de vaca, la leche de cabra se distingue de la leche de vaca principalmente por su perfil lipídico y proteico. 

Contiene una mayor proporción de ácidos grasos de cadena media que representan entre el 30% y el 35% de su contenido graso, frente al 15% al 20% en la leche de vaca. Estos ácidos grasos son fácilmente metabolizados por el organismo y son utilizados como fuente de energía, sin ser almacenados como grasa corporal. De ahí que varias investigaciones, como la realizada por la Universidad de Granada, sostengan que el consumo de leche de cabra a largo plazo puede favorecer la reducción de los niveles de colesterol total y triglicéridos en sangre, factores clave en la prevención de enfermedades cardiovasculares. 

Además, la leche de cabra posee una mayor concentración de ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados, conocidos por sus efectos beneficiosos en la reducción del colesterol LDL (colesterol «malo») y el aumento del HDL (colesterol «bueno»). 

¿Qué cantidad de leche de cabra tomar? 

Como cualquier otro alimento, es fundamental consumir leche de cabra con moderación y en el contexto de un estilo de vida saludable y una alimentación equilibrada. Para mantener unos niveles saludables de colesterol tan solo será necesario incorporar una ración de leche de cabra al día, es decir, alrededor de 30 gramos al día. 

¿Cómo incorporar la leche de cabra en nuestra dieta diaria? 

La leche de cabra es un alimento que podemos encontrar en diversos formatos que se adaptan a las necesidades y preferencias de los consumidores. Así que aquí te presentamos algunas de las opciones disponibles por si eres una de esas personas que se anima a tomar leche de cabra para regular los niveles de colesterol: 

Leche de cabra líquida 

Puedes consumir leche de cabra como bebida, tanto fría como caliente. Su sabor es dulce y ligeramente ácido, aunque puede variar en función de varios factores como la raza de la cabra o la alimentación que haya seguido. Hay quienes prefieren añadir a la leche de cabra café, cacao o incluso canela para aportarle un extra de sabor.  

En los supermercados es posible encontrar principalmente dos tipos de leche de cabra: 

  • Leche de cabra UHT: este tipo de leche pasa por un proceso de ultrapasteurización (Ultra High Temperature) consistente en calentar la leche hasta alcanzar una temperatura de 138°C durante unos pocos segundos, seguido de un enfriamiento rápido. De este modo, se eliminan la mayoría de microorganismos patógenos, permitiendo que la leche se conserve en perfecto estado durante unos meses sin necesidad de frío, siempre y cuando se conserve cerrado el envase. 
  • Leche de cabra pasteurizada, que es sometida a un proceso térmico en el que se calienta la leche entre 55°C y 75°C durante 15 a 20 segundos. Así se eliminan microorganismos patógenos sin afectar significativamente a sus propiedades nutricionales. 

Otra opción es la leche de cabra fresca. En ocasiones se utiliza este término para referirse a la leche pasteurizada. Sin embargo, en el sentido estricto de la palabra, la leche fresca es leche cruda que no pasa por ninguno de los dos procesos que acabamos de explicar, por lo que debe conservarse en frío, entre 1°C y 6°C. Algunos supermercados y grandes superficies distribuyen este tipo de leche de cabra, aunque también la podemos encontrar en tiendas especializadas en productos ecológicos o productos lácteos artesanales. 

Yogur de leche de cabra 

El yogur elaborado con leche de cabra, además de contribuir a controlar el colesterol es una excelente fuente de probióticos que equilibran la flora intestinal, favoreciendo una buena salud digestiva. Puede consumirse solo, mezclado con fruta, frutos secos o granola, o incluso como base para preparar smoothies. 

Queso de cabra 

El queso de cabra es una opción muy versátil. Se puede añadir a ensaladas, pastas, pizzas o disfrutarlo sobre una tosta de pan con mermelada. Además, el queso de cabra es una pieza fundamental en tablas de queso. 

Se presenta en diferentes formatos (rulo, cuña…) y existen diferentes tipos: fresco, curado, ahumado, con hierbas… 

En postres y recetas saladas 

Una buena opción es utilizar leche de cabra como sustituto de la leche de vaca tanto en recetas saladas como en repostería, puesto que aportará un extra de cremosidad. Se pueden preparar flanes, natillas e incluso helados con este ingrediente, consiguiendo un postre con un sabor suave y ligeramente dulce. 

También es posible añadir leche de cabra a salsas, sopas o cremas frías e incluso una deliciosa bechamel para utilizar en lasañas, quiches o croquetas. 

¿Qué personas no deben tomar leche de cabra? 

Como hemos visto, el consumo regular de leche de cabra contribuye a mejorar los niveles de colesterol. Sin embargo, puede no ser adecuada para todas las personas. Existen ciertas condiciones en las que el consumo no está recomendado: 

  • Personas con hipertiroidismo: la leche de cabra puede interferir en la absorción de yodo, un mineral esencial para la función tiroidea. Un consumo elevado de leche de cabra puede dificultar el control de la enfermedad. 
  • Personas con enfermedades renales: al ser rica en proteínas y minerales como el potasio y el fósforo, el consumo de leche de cabra puede no ser aconsejable, ya que los riñones tienen una mayor dificultad para eliminar este tipo de nutrientes, lo que podría llegar a empeorar la función renal. 

Excluyendo estos casos, incorporar leche de cabra a la dieta diaria puede ser una alternativa beneficiosa para mantener los niveles de colesterol y prevenir a largo plazo diferentes enfermedades cardiovasculares.

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