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Mantequilla Lorenzana, una mantequilla con más de 90 años de historia
Con más de 90 años de historia, la Mantequilla Lorenzana es un clásico para los consumidores españoles. Unas tostadas untadas con mantequilla y un poco de mermelada pueden ser el desayuno perfecto. Por ello, en este artículo de Mundo Lácteo vamos a conocer todo sobre la Mantequilla Lorenzana: origen, cómo se elabora y cómo conservarla.
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¿Qué es la Mantequilla Lorenzana?
La Mantequilla Lorenzana es elaborada por la Mantequera de Tineo, “una empresa del occidente asturiano dedicada a la elaboración de mantequilla tradicional siguiendo un proceso artesanal”, según indican desde su propia página web.
La Mantequera de Tineo cuenta con dos marcas de referencia desde principios del siglo XX, Mantequilla Imperial y Mantequilla Lorenzana. Esta empresa cuenta con una identidad muy marcada y es que uno de sus principales objetivos es seguir siendo una marca referencia para los hogares españoles gracias a la elección de una materia prima de calidad y a un proceso de elaboración lento y artesanal.
La Mantequilla Lorenzana puede ser adquirida en un gran número de supermercados repartidos por toda la geografía española: El Corte Inglés, Hipercor, Supercor, Gadis, Carrefour, Alcampo, Supermercados Masymas, Covirán, Consum, Supersol y Cash, entre otros.
¿Cómo se fabrica la Mantequilla Lorenzana?
El proceso artesanal de la Mantequilla Lorenzana marca su “especial sabor y textura sólida”. Como ya hemos explicado en Mundo Lácteo, la mantequilla es obtenida a través del batido de la nata de la leche de vaca hasta separar el suero de leche de la materia grasa. Aunque parece un proceso sencillo, hay que tener muchos aspectos en cuenta y es que previamente es necesario realizar un análisis de calidad de la leche, la cual debe contar un 3% de materia grasa como mínimo.
Una vez completado este paso, la nata es separada de la leche y se deja reposar hasta que se estabilice la acidez. Después se bate la nata y se normaliza su contenido graso hasta alcanzar un porcentaje de materia grasa entre el 35% y el 40%. Más tarde, es sometida a un proceso térmico llamado “pasteurización” con el objetivo de reducir la presencia de microorganismos y se deja reposar durante 24 horas a una temperatura de 4 grados hasta que madure.
“Finalmente, el suero y los granos de mantequilla se separan para formar una pasta compacta y homogénea que, finalmente, da lugar a la mantequilla”. Además, esta puede venir acompañada de otros ingredientes que aporten un sabor extra, como la sal, la miel o especias…
La Mantequilla Lorenzana es almacenada en latas que garantizan “una mayor durabilidad y consistencia”. Aun así, desde la Mantequera de Tineo aconsejan mantener la mantequilla en un lugar frío y seco.
¿Qué diferencia la Mantequilla Lorenzana de otras?
La materia primera, el proceso de elaboración artesanal y el envasado son los tres pilares fundamentales que diferencian la Mantequilla Lorenzana de otras que podemos encontrar en supermercados y tiendas.
La Mantequera de Tineo señala que “la materia prima es el secreto para obtener una mantequilla de primera calidad”. La leche de vaca empleada para la elaboración de este lácteo procede de “selectas ganaderías que pasan en los verdes campos de Asturias”.
Además, el proceso artesanal para la obtención de esta mantequilla y su envase permiten que “el sabor y el aroma permanezcan inalterables”.
¿Qué tipos de Mantequilla Lorenzana existen?
Esta mantequilla de origen asturiano dispone de diferentes formatos adaptados para el consumo de cada tipo de consumidor. La Mantequilla Lorenzana está disponible en formato de 250 gramos (con y sin sal), de 500 gramos (con y sin sal) y en formato pastilla de 250 gramos (con y sin sal), la única que no cuenta con el tradicional envase de lata.
Mantequilla Imperial
La Mantequera de Tineo dispone de otra línea de mantequillas llamada “Mantequilla Imperial”, un clásico que lleva disponible en los lineales de los supermercados y tiendas españolas desde 1920. “La sabiduría y el uso de la más moderna tecnología” ha permitido ofrecer un producto lácteo de calidad, con un “excepcional aroma, sabor y textura”.
La Mantequilla Imperial dispone de una gran variedad de formatos: latas de 2,50 gramos, de 500 gramos y de 2 kilos. Además, también está disponible en formato rulo de 250 gramos, en pastilla de 500 gramos y de 1 kilo; y en bloque de 2 y 5 kilos. Todas estas mantequillas están disponibles con y sin sal.
¿Por qué es tan popular la Mantequilla Lorenzana en Andalucía?
Andalucía concentra el 50% del total de ventas de la Mantequilla Lorenzana. Para conocer el motivo por el cual la Mantequilla Lorenzana, de origen asturiano, es tan popular en tierras andaluzas, debemos remontarnos a 1920.
El periodista especializado en gastronomía y nutrición por la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Curro Lucas, explica que el almacenaje en latas permitía conservar durante más tiempo este producto en una comunidad autónoma donde los meses de verano alcanzaban (y continúan alcanzando) altas temperaturas. Hoy en día, a pesar de disponer de “tecnologías que permiten el transporte y la conservación del frío”, la Mantequilla Lorenzana se ha quedado en Andalucía por pura tradición.
¿Cómo conservar la mantequilla?
La mantequilla es un producto lácteo con numerosas propiedades nutricionales para el organismo. Es fuente de vitaminas de los grupos A, B, D y E; y K, que previene el daño de los vasos sanguíneos. De hecho, el consumo de 50 gramos de mantequilla aporta entre el 20 y 50% de las necesidades de vitamina A diaria, y del 15 al 20% de vitamina D.
Para poder conservar el sabor y consistencia de la mantequilla, es importante tener en cuenta unas nociones básicas. En primer lugar, la mantequilla es un producto delicado que debe ser protegido de la luz, del calor y del aire, por eso siempre es aconsejable mantenerla en un lugar seco y frío.
Las latas donde son almacenadas las mantequillas de la Mantequera de Tineo ayudan a mantener intacto el sabor y la textura durante un mayor tiempo. Sin embargo, existen otros envases que también pueden ayudar a conservar este lácteo: mantequilleras de acero inoxidable, de cerámica de porcelana o de vidrio son algunas de las opciones más indicadas.
La mantequilla artesanal tiene un periodo de vida más corto, frente a las industriales, ya que una vez abierto el envase es aconsejable consumirlo en un plazo máximo de 10 días. En el caso de que no se vaya a consumir en ese corto plazo, otra opción es congelar la mantequilla en pequeñas porciones en un tarro o un recipiente hermético.