Una rebanada de pan con mantequilla.

¿Qué vitaminas contiene la mantequilla?

La vitamina contiene antioxidantes, mejora el sistema inmunitario, la salud digestiva y la absorción de los ácidos grasos Omega 3.

4 febrero 2022

Una rebanada de pan con mantequilla.
El consumo de mantequilla, en pequeñas cantidades, aporta numerosos beneficios para la salud.

La mantequilla es un producto que puede ser empleado en multitud de recetas o para su consumo directo, untada en pan. Es obtenida a partir de la leche de vaca y su consumo en pequeñas cantidades, aporta numerosos beneficios para la salud, ya que contiene antioxidantes, mejora el sistema inmunitario, la salud digestiva y la absorción de los ácidos grasos Omega 3.

En este artículo de Mundo Lácteo, analizaremos qué vitaminas están presentes en la mantequilla, qué alimentos son fuente de vitaminas y cuál es la cantidad diaria recomendada por los expertos.

Vitamina A 

La vitamina A es un tipo de vitamina liposoluble obtenida a través de múltiples alimentos. Este nutriente es esencial durante las etapas de desarrollo y de crecimiento, ayuda a mantener en buen estado la vista, el sistema inmunitario y contribuye en la capacidad de reproducción. Esta es la cantidad diaria recomendada por los expertos: 

Etapa de la vida Cantidad recomendada
Del nacimiento a los 6 meses  400 mcg
Bebés de 7 a 12 meses 500 mcg
Niños de 1 a 3 años  300 mcg
Niños de 4 a 8 años  400 mcg
Niños de 9 a 13 años 600 mcg
Niños- adolescentes de 14 a 18 años 900 mcg
Niñas-adolescentes de 14 a 18 años  700 mcg
Hombres adultos 900 mcg
Mujeres adultas 700 mcg
Mujeres embarazadas 770 mcg
Mujeres en periodo de lactancia 1.300 mcg

 

Un estudio elaborado por la Universidad de Arkansas señala que la celiaquía, la fibrosis quística y la diarrea crónica reducen la absorción de vitamina A en el organismo. Los síntomas más comunes del déficit de este nutriente son la visión borrosa y la susceptibilidad del sistema inmunológico frente a infecciones. 

La vitamina A está formada por la vitamina A preformada (presente en carnes, pescados y productos derivados de la leche) y la provitamina A (presente en frutas, verduras y vegetales). Estos son algunos de los alimentos ricos en este nutriente:

  • Las hortalizas de hoja verde y las frutas, como el melón y el mango, son fuente de vitamina A.
  • Productos lácteos, como el queso, la leche, la mantequilla y los yogures.
  • La carne de hígado de vaca.
  • Pescados, como el salmón y el bacalao.

Vitamina K 

La vitamina K es un nutriente necesario para la coagulación de la sangre y para la salud de los huesos. Un estudio del Servicio de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz (Madrid) señala que existen dos formas naturales de la vitamina K: la vitamina K1 y la vitamina K2

La vitamina K1, también llamada filoquinona o fitonadiona, “es sintetizada por las plantas y es la forma predominante de la vitamina K en la dieta humana”. La vitamina K2 es la encargada de prevenir el daño de los vasos sanguíneos.

La cantidad de vitamina K acumulada en el organismo es reducida. Por ello, el National Institutes of Health indica la siguiente recomendación diaria en función de la edad y del sexo:

Etapa de la vida Cantidad recomendada
Bebés hasta los 6 meses 2 mcg
Bebés de 7 a 12 meses 2,5 mcg
Niños de 1 a 3 años  30 mcg
Niños de 4 a 8 años 55 mcg
Niños de 9 a 13 años 60 mcg
Adolescentes de 14 a 18 años 75 mcg
Hombres mayores de 19 años 120 mcg
Mujeres mayores de 19 años 90 mcg
Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia 90 mcg

 

La vitamina K está presente de forma natural en hortalizas de hoja verde, como la espinaca, la col rizada, el brócoli y la lechuga; en algunas frutas, como los arándanos y los higos; en aceites vegetales y en productos lácteos, como la mantequilla y la leche. 

El estudio de la Fundación Jiménez Díaz, publicado en la revista científica Osteoporosis y Metabolismo Mineral señala que la deficiencia de vitamina K puede ocurrir “como resultado de enfermedades hepáticas y de enfermedades pancreáticas o biliares”. También está relacionada con la fibrosis quística, el síndrome del intestino corto y las resecciones intestinales, la malnutrición crónica y el alcoholismo. El déficit de vitamina K puede reducir la fuerza de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis.

El National Institutes of Health indica que existen medicamentos que pueden interactuar con la vitamina K. Tomar antibióticos durante varias semanas “puede reducir la cantidad de vitamina k elaborada en el intestino y, por ende, la cantidad utilizable por el cuerpo”. 

Vitamina E 

La vitamina E ayuda a estimular el sistema inmunitario con el objetivo de proteger el organismo de las bacterias y los virus que lo atacan. Este nutriente actúa como antioxidante, ayudando a proteger las células. Los expertos recomiendan la siguiente cantidad diaria en función de la edad:

 

Etapa de la vida Cantidad recomendada
Bebés hasta los 6 meses 4 mg
Bebés de 7 a 12 meses 5 mg
Niños de 1 a 3 años 6 mg
Niños de 4 a 8 años 7 mg
Niños de 9 a 13 años 11 mg
Adultos y adolescentes de 14 a 18 años  15 mg
Mujeres embarazadas y en periodo de lactancia 15 – 19 mg

 

La vitamina E está presente de forma natural en muchos alimentos. En algunas ocasiones, es habitual encontrar en supermercados y tiendas alimentos enriquecidos con este nutriente.

  • Frutos secos y semillas. Los frutos secos, como los cacahuetes, las avellanas y las almendras, y las semillas de girasol son la mejor fuente de vitamina E. 
  • Aceites vegetales. Los aceites de germen de trigo, de girasol, de cártamo, de maíz y de soja son ricos en vitamina E.
  • Hortalizas de hoja verde, como la espinaca y el brócoli.
  • Productos lácteos, como la mantequilla.

La falta de vitamina E en el organismo está relacionada con enfermedades que causan una mala absorción o digestión de las grasas, como la enfermedad de Crohn o la fibrosis quística.

El National Institutes of Health asegura que la deficiencia de vitamina E en personas sanas es muy poco común. Si bien, los síntomas más comunes que alertan sobre la insuficiencia de este nutriente pueden llevar a confusión, ya que son variados y poco específicos: pérdida de sensibilidad en los brazos y en las piernas, debilidad muscular, problemas de visión y debilitamiento del sistema inmunitario.

Vitamina D 

La vitamina D es un tipo de vitamina liposoluble que ayuda a que el organismo absorba el calcio presente en los alimentos. Además, contribuye a prevenir la osteoporosis y desempeña un papel importante en el sistema nervioso.

Según el National Institutes of Health la vitamina D aporta múltiples beneficios para el correcto funcionamiento del organismo. Ayuda a mantener los huesos fuertes y sanos, reduce el riesgo de muerte por cáncer, protege de enfermedades cardiovasculares y regula los niveles de azúcar en sangre. Estas son las recomendaciones de ingesta diaria:

Etapa de la vida Cantidad recomendada
Bebés hasta los 12 meses 10 mcg 
Niños de 1 a 13 años 15 mcg
Adolescentes de 14 a 18 años 15 mcg
Adultos de 19 a 70 años 15 mcg
Adultos mayores de 71 años 20 mcg
Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia 15 mcg

 

El déficit de vitamina D en adultos puede producir osteoporosis y osteomalacia. En niños, está asociado al raquitismo, una enfermedad producida por la falta de calcio y de fósforo.

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