Panacota.

Nata para cocinar. ¿Se puede usar en postres?

La nata es un producto lácteo muy versátil que puede ser empleado en recetas dulces y saladas. Pero, ¿podemos usar nata líquida para la elaboración de postres? En Mundo Lácteo te lo contamos

Publicado: 23 enero 2022 | Contenido actualizado: 21 julio 2025

Panacota.
La panacota o panna cotta es un postre típico de la región italiana del Piamonte.

La nata es un derivado lácteo que se obtiene a partir de la grasa de la leche —ya sea de vaca, oveja o cabra— y que destaca por su aporte de proteínas, grasas, minerales como el calcio y el fósforo, y vitamina A, esencial para funciones clave como la visión, el crecimiento o el sistema inmunológico.

Tradicionalmente, la nata se formaba de manera natural al dejar reposar la leche fresca, permitiendo que la grasa, menos densa, subiera a la superficie. Hoy en día, este proceso se ha perfeccionado gracias a la tecnología, lo que ha dado lugar a una amplia variedad de natas disponibles en el mercado: para cocinar, para montar, en spray, sin lactosa, de origen vegetal.

En este artículo de Mundo Lácteo, veremos qué es exactamente la nata, los diferentes tipos que existen y si realmente pueden utilizarse indistintamente en platos salados o dulces. Además, compartiremos algunos consejos para sacarle todo el partido a este ingrediente tan versátil en la cocina.

¿Qué tipos de nata existen?

Las Normas Generales de Calidad para la nata, establecidas en 1983 por los Ministerios de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, de Economía y Hacienda y Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, distinguen diferentes tipos de nata en función del origen de la leche, de la composición, del tratamiento higiénico y de conservación y de las distintas incorporaciones añadidas.

Existe una amplia variedad de natas existentes en el mercado, como ya detallamos en nuestro post sobre tipos de nata: nata para cocinar, nata para montar, nata vegetal y nata en spray, nata sin lactosa, nata vegetal y nata de soja.

Según el contenido en grasa, la nata es clasificada en tres tipos:

  • Doble nata. Este tipo de nata cuenta con un porcentaje en materia grasa igual o superior al 50%
  • Nata fresca y nata para montar. Contienen un porcentaje en grasa de entre el 30% y el 50%
  • Nata para cocinar o nata ligera. Este tipo de nata cuenta con un porcentaje mínimo en materia grasa del 12% y máximo del 30%

La Nata para Montar suele tener un 35% de materia grasa de media, que es la cantidad mínima para que se pueda montar de manera manual, con varillas o batidora. Por su parte, la nata para cocinar tiene un porcentaje menor de grasa, y se dirige hacia la preparación de platos cremosos calientes.

La diferencia está en que, debido a su mayor contenido graso, la nata para montar puede estabilizar el aire incorporado durante el batido, formando una textura firme y esponjosa. En cambio, la nata para cocinar no tiene suficiente grasa para retener el aire de la misma manera, por lo que no es adecuada para ese tipo de elaboraciones.

¿Se puede utilizar nata para cocinar en postres?

SI nuestro objetivo es montar la nata, no. La nata para cocinar o nata ligera presenta, por lo general, un porcentaje en grasa entre un 15 y 18%. Este mayor porcentaje en grasa es vital para la preparación de algunos postres, porque permite que la nata se pueda montar. Por lo tanto, siempre que su uso vaya destinado a montarse, la nata para cocinar no podrá cumplir lo esperado y no es recomendable usarla porque el resultado no será lo suficientemente bueno.

Sin embargo, las natas para montar sí pueden utilizarse en todas las recetas de platos salados que requieran nata para cocinar. El resultado será en muchos casos incluso superior en cuanto a textura y sabor, y el contenido en grasas del plato también lo será.

¿En qué tipo de postres se puede usar nata para cocinar en lugar de nata para montar?

Existen postres en los que es posible utilizar la nata para cocinar. Por ejemplo, el caso del arroz con leche. Aunque no es necesaria para su elaboración, este tipo de nata aporta una mayor cremosidad al plato que si solamente empleamos leche.

Otro postre que puede incorporar nata para cocinar es la panna cotta. Este tradicional postre italiano posee una textura gelatinosa y para su elaboración se puede usar tanto nata para montar, más recomendable, como nata para cocinar, leche entera, gelatina y diferentes frutos rojos.

3 consejos para sacar el máximo rendimiento a la nata

  • La nata debe ser consumida en un plazo aproximado de dos o tres días una vez abierto el envase. Es recomendable guardar la nata en un envase hermético, ya que el contacto de esta con el aire puede facilitar la aparición de bacterias.
  • Es posible congelar la nata sobrante de una receta. Si bien, el proceso de descongelación debe realizarse en el frigorífico. Además, es importante no guardar la nata congelada durante más de 3 meses.
  • Otra opción para sacar el máximo rendimiento a la nata es transformarla en mantequilla. Para ello, hay que batir la nata líquida con una batidora a máxima potencia.

Como conclusión, la nata es un ingrediente versátil y delicioso que enriquece tanto platos salados como postres, siempre que elijamos el tipo adecuado según su contenido graso y uso culinario. Ya sea para montar, cocinar o dar cremosidad a tus recetas, conocer sus características te ayudará a sacarle el máximo partido.

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