La nata, como ya explicamos anteriormente en este post, es una grasa de origen animal muy rica en vitamina A y también vitamina D, además de en minerales como el calcio, el zinc, el sodio, el potasio o el fósforo, aunque en menores proporciones que en la leche entera. Al tratarse de un producto derivado de la leche comparte sus propiedades y, aunque no lo parezca, por tratarse de una grasa, la nata tiene beneficios para la salud.
Vamos a descubrir las propiedades de la nata, su composición nutricional, sus beneficios y cuáles son las recomendaciones a la hora de utilizar la nata en la dieta diaria.
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¿Cuáles son las propiedades de la nata?
Partiendo de la base de que se trata de una grasa, la nata contiene dos tercios de caseína, la proteína de referencia de la leche y posee la mitad de lactosa que su materia prima de origen. El calcio, un mineral presente en la leche, se encuentra en menor proporción en la nata, la mitad. Sin embargo, la nata tiene 6 veces más vitamina A que la leche.
La nata es un producto lácteo rico en grasa y cuenta con un extraordinario poder calórico, por lo que su consumo ha de hacerse con cautela. Pero puede ser recomendable en situaciones concretas, como en aquellos momentos en los que se necesita un extra de energía. El consumo diario medio recomendado de nata en adultos es de 10 gramos, si se trata de nata líquida, y de 20 gramos si es nata montada.
La nata, también es rica en vitaminas liposolubles. Entre ellas cabe resaltar, además de la Vitamina A, el buen aporte que hace de vitaminas D, E y K. Cuenta además con una alta presencia de ácidos grasos Omega-3, ácido butírico, ácido linoleico conjugado (CLA) o ácidos metil-ramificados, relacionados con la actividad biológica, que ayudan al correcto funcionamiento de nuestro organismo.
Otras de sus propiedades destacadas son su textura y sabor suave, que la convierten en un ingrediente muy versátil para acompañar múltiples platos y postres. Su facilidad para emulsionarse y ligarse con otros alimentos hace que sea un componente indispensable en salsas o cremas.
Composición de la nata
Si analizamos la composición y valor nutricional de 100 gramos de nata encontramos los siguientes valores:
Energía | 448 Kcal |
Proteínas | 1,5 g |
Lípidos | 48,2 g |
AG saturados | 26,12 g |
AG monoinsaturados | 12,36 g |
AG poliinsaturados | 1,22 g |
Hidratos de Carbono | 2 g |
Calcio | 50 mg |
Hierro | 0,2 mg |
Potasio | 79 mg |
Fósforo | 60 mg |
Vitamina A | 220,8 µg |
Vitamina B6 | 0,03 mg |
Vitamina B12 | 0,1 µg |
Vitamina D | 0,28 µg |
¿Qué beneficios tiene la nata para la salud?
A pesar de tratarse de un producto con un alto contenido calórico y graso, también cuenta con beneficios para la salud. Eso sí, se recomienda un consumo moderado, ya que al ser un alimento rico en ácidos grasos saturados puede provocar arteriosclerosis, uno de los desencadenantes de enfermedades de carácter cardiovascular.
- Aporte de energía extra. La alta concentración de grasa presente en la nata proporciona un plus de energía al organismo.
- Mejora la salud digestiva. La grasa de la nata facilita la absorción de las vitaminas liposolubles y distintos nutrientes, simplificando así la digestión de los alimentos
- Favorece una buena salud ósea. La nata, como todos los productos derivados de la leche, contiene aportes de calcio, un mineral fundamental para el funcionamiento del organismo y que fortalece los dientes y huesos.
- Mejora la elasticidad y apariencia cutánea. La vitamina E presente en la nata tiene propiedades antioxidantes que protegen y mejoran el estado de la piel.
- Refuerza el sistema inmunológico. Las vitaminas A y D ayudan a tener un sistema inmunológico robusto y combatir posibles enfermedades e infecciones que afecten al organismo.
¿Quién puede tomar nata?
En principio la nata es un alimento apto para cualquier persona, ya que su aporte vitamínico es muy alto. Ahora bien, la nata es también muy rica en ácidos grasos saturados por lo que su presencia en la dieta debe ser moderada. Las personas con problemas de corazón o con tendencia a la obesidad pueden verse perjudicadas si no realizan un consumo responsable de la nata.
La nata montada es un producto que además lleva azúcar, por lo que su consumo debe estar restringido en personas que padezcan diabetes. Sin embargo, el mercado ya provee de muchas soluciones de nata montada sin azúcar, utilizando otro tipo de edulcorantes que sí son aptos para personas con esta enfermedad.
Respecto a aquellos que padezcan intolerancia a la lactosa, existen una gran variedad de natas líquidas y montadas sin lactosa en el mercado. En todo caso, la cantidad de este azúcar en la nata es la mitad que el presente en la leche entera, por lo que puede que no sea necesario comprar una nata específica sin lactosa. La nata estándar que se adquiere en el supermercado es perfectamente válida si el nivel de intolerancia a la lactosa no es demasiado alto.
Consejos para el consumo de nata en personas embarazadas o con una dieta vegetariana
Sabiendo que la nata debe ser consumida con especial moderación por aquellas personas con tendencia a la obesidad, y que padezcan problemas cardíacos, también es importante resaltar otro tipo de cuestiones.
El consumo de nata en mujeres embarazadas no supone ningún tipo de inconveniente, siempre que se garantice en todos los casos (también cuando se consume en repostería o restaurantes fuera de casa) que es nata pasteurizada o UHT. Hay que tener en cuenta que además de la grasa, las natas montadas tienen azúcar, por lo que su consumo excesivo puede favorecer la diabetes gestacional.
Para personas que deseen cuidar de manera más especial su dieta y no quieren renunciar a la nata, existen natas ligeras, con menor cantidad de materia grasa, especialmente para cocinar.
Existen además natas de origen vegetal, elaboradas en su mayor parte con soja, y aunque su textura difiere algo con la nata de origen animal, son una alternativa para personas que no consuman productos de origen animal.
Es recomendable siempre un consumo responsable, ajustado a las necesidades nutricionales de cada individuo. Combinar las propiedades nutricionales de la nata, junto con otros productos como la leche, yogures o quesos, proporcionarán un efecto muy positivo en nuestra salud.