La nata montada es un delicioso acompañante de numerosos platos, principalmente postres, de nuestra cocina. La podemos adquirir en el supermercado ya montada, pero también hacerla en nuestra casa, en poco tiempo, en la cantidad que queramos, y con muy pocos ingredientes.
Probablemente, lo más complejo de hacer nata montada en casa sea el propio proceso de montarla, que requiere cierta práctica. Para asegurarnos de que todo salga lo mejor posible, hay una serie de recomendaciones que podemos seguir y que nos ayudarán a estar mejor preparados antes de montar la nata.
En el post de hoy te explicamos todo lo que siempre has querido saber sobre la nata montada, cuatro técnicas para montar nata en casa, paso a paso, consejos generales y hasta explicación científica de cómo montar nada.
Contenidos
- 1 ¿Qué es la nata montada?
- 2 Ingredientes
- 3 Consejos para montar nata a mano
- 4 Cómo montar nata con una batidora de mano
- 5 Cómo montar nata con una batidora de pie
- 6 Cómo montar nata con un sifón de cocina
- 7 El frío, la clave
- 8 ¿Por qué no se cae la nata montada si le damos la vuelta al recipiente?
- 9 ¿Cuánto tiempo aguanta la nata montada?
- 10 Solución a contratiempos y preguntas frecuentes
- 11 Usos de la nata montada, la vida más allá de los postres
¿Qué es la nata montada?
La nata montada es la nata (o crema) de la leche, a la que se han añadido azúcar y aire para cambiar su forma y que coja cuerpo. Adicionalmente, y como veremos, se le pueden añadir saborizantes, estabilizantes, colorantes, etc., a nuestro gusto y según sea el fin de montar la nata.
El aire a la nata se le añade batiendo. La nata puede montarse a mano con varillas tradicionales, con batidoras de pie o de mano, con sifón e incluso con un robot de cocina. La clave será, siempre, la intensidad y el control de la nata para que no nos quedemos cortos ni nos pasamos batiendo.
Prácticamente todas las natas se pueden montar, pero en el supermercado suele estar especificada cuál es la nata para cocinar y cuál es la nata para montar. La diferencia es el porcentaje de grasa. Para montar de la manera más eficiente, la clave está en que la nata tenga más de 35% de materia grasa. 38% si es posible. Así nos garantizamos una mayor facilidad, sobre todo si estamos aprendiendo a montar nada. Por otra parte, la nata con un menor porcentaje de grasa no llegará a tener la misma firmeza ni estabilidad que la nata montada con un porcentaje alto de materia grasa.
Y, a nivel ciencia, ¿qué es la nata montada?
Como decíamos, la nata montada es la nata de la leche (líquida) a la que se le ha insuflado aire y también azúcar para cambiar su composición. Cuando la nata está montada, aumenta mucho su volumen – aproximadamente, lo duplica – y adquiere una textura esponjosa, brillante y muy apetitosa.
Desde el punto de vista de la ciencia, digamos que la nata es una espuma temporal que, con el tiempo, se desestabiliza para volver a su estado original. Cuando batimos la nata lo que estamos haciendo es romper parcialmente los glóbulos de grasa que, junto a las proteínas de la leche rodean las burbujas de aire y se estabilizan. Es decir, se agrupan de una manera diferente.
¿Y, qué ocurre si se bate en exceso? Que el proceso de agrupación, en lugar de hacerse en las burbujas de aire, se excede y separa la grasa del agua creando mantequilla y destruyendo la estructura que había, o estaba formando, la espuma.
El azúcar, por su parte, contribuye a dar estabilidad a la espuma de nata, además de darle sabor dulce.
Ingredientes
Los ingredientes básicos para montar nata en casa son nata y azúcar. Encontrarás diferentes proporciones. Nuestra recomendación es que pruebes diferentes maneras de hacerla hasta conseguir la textura y el sabor deseados.
Una proporción habitual es la siguiente:
- 500 ml de nata para montar, con materia grasa igual o superior al 35%
- 100 gramos de azúcar
Ingredientes opcionales
La nata puede montarse con diferentes tipos de azúcar, como el azúcar glass, azúcar de grano medio, azúcar de grano extrafino, etc. En el caso del azúcar glass, sobre todo si son nuestras primeras natas montadas, has de saber que la versión comercial de este azúcar contiene almidón, que ayuda a integrar y estabilizar la mezcla de la nata montada.
Según el objetivo o el plato que vaya a acompañar, tampoco es inusual emplear saborizantes como esencia de vainilla, ralladuras de cítricos, especias, etc.
Algo que podemos hacer antes de empezar a montar la nata, si queremos darle un sabor particular e intenso, es infusionarla. Por ejemplo, ponemos la nata en un recipiente a fuego bajo junto a una rama de canela, vainilla o la corteza de un limón o una naranja. Posteriormente, y ahora veremos por qué, deberás enfriar la nata muy bien.
Valor nutricional de la nata montada:
Por supuesto, dependerá de la cantidad de azúcar que le echemos, pero, aproximadamente, esta es la tabla nutricional de la nata montada:
Nutriente | Cantidad |
Energía | 332 kcal |
Proteína | 2 g |
Hidratos | 19 g |
Azúcares | 19 g |
Grasa total | 27 g |
Grasa saturada | 18 g |
Grasa polinsaturada | 1 g |
Grasa monoinsaturada | 8 g |
Colesterol | 71 mg |
Fibra | 0 g |
Sal | 0.07 g |
Sodio | 28 g |
Calcio | 71 mg |
Iodo | 5 mcg |
Hierro | 0 mg |
Alérgenos | Leche |
Consejos para montar nata a mano
Montar la nata a mano requiere más pericia que utilizar una batidora, sea de pie o mano, o un sifón, y tal vez no sea la opción más recomendada para personas no muy acostumbradas a usar unas varillas.
En cualquier caso, lo que necesitaremos, sea cual sea el método y luego explicamos la razón, será que la nata esté fría, el recipiente para montarla también (y sin ningún tipo de impureza o suciedad), y que sea bastante grande porque recuerda, la nata montada doblará su tamaño, y que también estén frías las varillas.
Sobre el recipiente ten en cuenta que los metales o el vidrio conservan mejor el frío, por lo que nos ayudará a que la nata no pierda consistencia una vez montada.
- Primero agitamos el bote de nata y depositamos la nata fría en el recipiente, asegurándonos de que no quede nada de nata en el bote. El recipiente también deberá estar frío
- Entonces, con nuestras varillas de mano frías comenzamos a batir, con movimientos envolventes, intentando airear la nata y darle volumen, y a un ritmo constante. Esto es muy importante, debemos mantener el ritmo, sobre todo al principio
- Poco a poco podremos ir aumentando la velocidad de batido, pero sin perder de vista nunca la textura de la nata montándose
- A medida que la nata se vaya montando y cogiendo volumen, añadiremos poco a poco el azúcar mientras seguimos batiendo
Cómo montar nata con una batidora de mano
Igual que el caso de montarla a mano, tanto el recipiente como las varillas de la batidora como la nata deberán estar fríos. Este es quizá el método más sencillo para montar la nata, pero no por ello está exento de dificultad, sobre todo en lo relativo al cambio de velocidad de batido.
- El primer batido será a velocidad media, con movimientos regulares, enérgicos y envolventes. Puede que, a simple vista, no aprecies que esté ocurriendo nada, pero poco a poco las burbujas de aire se van generando y la nata adquiriendo mayor volumen. Este paso dura alrededor de un minuto
- Cuando la nata vaya cogiendo volumen, será el momento de añadir el azúcar. Deberemos hacerlo poco a poco (mucha gente lo hace en varias tandas) mientras seguimos batiendo
- A continuación, aumentamos la velocidad de batido hasta que la nata adquiera la textura deseada. Si nos pasamos batiendo haremos mantequilla o un batido de nata resultado de que la grasa se separe del suero de la leche
- Si consideras que la nata ya tiene la consistencia y el brillo y la textura que buscas, apúntate este truco para saber si está bien montada: retira la batidora y dale la vuelta, en el aire, al recipiente. Si la nata se queda pegada y no se cae ni se desprende, es que está bien montada
Cómo montar nata con una batidora de pie
Puede que no estemos acostumbrados a ver la nata montada con una batidora de pie o vaso, a pesar de que es un electrodoméstico de lo más versátil.
En este caso, los pasos a seguir son los mismos que con la batidora de mano, salvo que no podremos dirigir nosotros los movimientos, por lo que tendremos que prestar especial atención a la velocidad con la que batimos y a la textura que va adquiriendo la nata mientras se monta.
- Primero, depositamos la nata fría en la batidora. Intenta enfriar el vaso y, si puedes, las cuchillas
- A velocidad media, batimos durante un minuto
- Agregamos el azúcar cuando consideremos que la textura de la nata ha empezado a espumar y ganar volumen
- Aumentamos la velocidad de batido. Cuando la nata haya montado, detenemos inmediatamente la batidora de vaso
Cómo montar nata con un sifón de cocina
Montar la nata con un sifón de cocina es el método más sencillo para montar nata casera. El sifón es una herramienta de cocina especialmente empleada para hacer espumas y su función es airear, a través de la inyección de gas. Su principal ventaja es que no tendremos que batir y el resultado será excelente, similar a la nata montada comprada en el supermercado. Los pasos que debes seguir son los siguientes:
- Vertemos la nata en un recipiente y le añadimos el azúcar. Removemos bien integrando la mezcla
- Pasamos el resultado a otro recipiente y lo colamos bien, para evitar grumos
- Añadimos la mezcla al sifón, lo enroscamos
- Colocamos una carga de gas en el sifón y lo introducimos en su interior. Retiramos el recipiente de carga y tapamos la entrada. Colocamos el cabezal que queramos emplear para dar forma a la nata
- Agitamos un poco el sifón y ya está listo para servir. Siempre boca abajo. Si el resultado es más líquido de lo que deseamos, agitamos nuevamente el sifón o incluso añadimos una nueva carga
Nota: la nata dentro del sifón aguanta mejor que en un recipiente, y puede estar varios días en la nevera sin estropearse.
El frío, la clave
Hemos insistido bastante en este aspecto, y ahora le daremos una explicación a por qué los recipientes, los utensilios y la propia nata deben estar fríos. Incluso se recomienda el uso de hielo en un recipiente extra.
Hay varias razones para hacer esta recomendación. Son las siguientes:
Mayor estabilidad en los glóbulos de grasa de la nata
Cuando la grasa de la leche se enfría, su estado deja de ser totalmente líquido para pasar a un semisólido. Por lo contrario, cuando está caliente, los glóbulos de grasa no cohesionan igual entre sí y su estado es más líquido.
Mayor viscosidad = mayor estabilidad
A una temperatura baja, la viscosidad de la nata aumenta y, con ello, su capacidad de mezclarse y mantener el estado espumoso. A mayor viscosidad, mayor firmeza, y eso se da mejor en ambientes fríos.
Aire y frío, mezcla perfecta para montar la nata
Cuando la nata está fría, el aire que insuflamos al batir se incorpora formando burbujas más pequeñas y uniformes que cuando la nata está a temperatura ambiente. Este tipo de burbujas son más estables y no tienden a colapsar y fusionarse.
¿Por qué no se cae la nata montada si le damos la vuelta al recipiente?
Como dijimos antes, cuando la nata está bien montada, si le damos la vuelta al recipiente, esta no se caerá ni se moverá de su sitio. Su estructura será lo bastante estable como para resistir la gravedad y no caerse.
Esto es debido a que las burbujas de aire están rodeadas de los glóbulos de grasa y de las proteínas formando una estructura estable y rígida.
¿Cuánto tiempo aguanta la nata montada?
La nata montada es bastante delicada, como puedes deducir. No soporta las temperaturas elevadas y colapsa fácilmente. Además, como producto lácteo es perecedero a los pocos días de haberse abierto.
Una manera de conservarla con buen aspecto y textura más tiempo sería utilizar estabilizantes o mantenerla a una temperatura muy fría o dentro del sifón, como vimos antes. Incluso podríamos llegar a congelarla.
Solución a contratiempos y preguntas frecuentes
Hay una serie de dudas frecuentes y contratiempos habituales que pueden fastidiar nuestra nata montada.
Por ejemplo, si vemos que nos hemos pasado batiendo y que estamos haciendo mantequilla, una opción es calentar la nata a fuego bajo hasta que la grasa y el suero se vuelvan a unir, para lo cual deberemos remover suavemente. A continuación, meter la nata en la nevera durante un par de horas antes de volver a intentar montarla.
Por supuesto, no dejes la nata a temperatura ambiente si no la vas a consumir ipso facto, porque la temperatura hará que la nata pierda consistencia y se deshaga.
Como dijimos antes, además de fríos, los utensilios y el recipiente deberán estar limpios de suciedad e impurezas. Al tratarse de un producto tan delicado, cualquier anomalía puede llevarla al traste.
Sí, se pueden montar natas vegetales de las bebidas como bebida vegetal de coco o soja. Suelen contener un porcentaje de grasa similar al de la leche de vaca y, aunque los resultados no son los mismos, hay productos vegetales específicamente preparados para montar nata.
Usos de la nata montada, la vida más allá de los postres
La nata montada está asociada, irremediablemente, a la repostería. ¿Quién no se acuerda del roscón de reyes cuando piensa en nata? En tartas, bizcochos, pastelitos, la nata aporta suavidad y su sabor particular, siempre que no sobrepase al del producto, siempre acompaña bien, ya sea como relleno o como cobertura.
Sin embargo, hay más sitio donde poder usar nata montada y triunfar. Por ejemplo, en bebidas como cafés o cócteles, como cobertura, incluso en un chocolate caliente.
Esperamos que hayas disfrutado de este post y que hayas anotado las cuatro formas de montar nata en casa.