Gofres con nata y frutas.

¿Qué puedo usar si no tengo nata para montar o nata líquida?

Existen personas que por el tipo de dieta que siguen (bajas en grasa), por algún problema de salud o simplemente por gusto, no consumen nata. Hoy en Mundo Lácteo conoceremos varias alternativas a la nata.

6 febrero 2022

Gofres con nata y frutas.
Existen varias opciones para sustituir la nata montada o la nata líquida.

La nata es un producto lácteo conocido por su gran versatilidad en la cocina. Existen personas que por el tipo de dieta que siguen (bajas en grasa), por algún problema de salud o simplemente por gusto, no consumen nata. Por ello, en este artículo de Mundo Lácteo explicamos qué alimentos pueden sustituir la nata montada y la nata líquida o para cocinar. 

¿Qué es la nata montada?

La nata montada o para montar es un tipo de nata a la que le ha sido incorporada aire durante su elaboración, dando lugar a una crema de consistencia espesa. Esta presenta una proporción de materia grasa más elevada que la nata para cocinar, entre el 35 y el 38%.  

Es un producto lácteo rico en vitaminas y en minerales, pero también en ácidos grasos saturados y en colesterol. Los expertos aconsejan un consumo moderado, ya que el exceso de grasa saturada puede favorecer la aparición de enfermedades cardiovasculares.

¿Qué puedo usar si no tengo nata para montar?

Existen diferentes formas de sustituir la nata montada, pero la más popular es la que emplea leche y gelatina. Otra forma de sustituir este producto es empleando queso batido, clara de huevo a punto de nieve y edulcorante. 

Receta de nata montada elaborada sólo con leche y gelatina 

Ingredientes

  • 250 ml de leche entera
  • 75 ml de agua
  • 5 g de gelatina en polvo
  • 3 cucharadas de azúcar glas

Elaboración 

  1. Verter el agua en un bol y añadir la gelatina en polvo. Hidratar la gelatina durante 10 minutos.
  2. En una olla, verter la gelatina hidratada y derretir a fuego medio o suave. Remover con una varilla. 
  3. Dejar que la gelatina se enfríe.
  4. Añadir la leche en un recipiente y mezclar con la gelatina.
  5. Añadir azúcar glas e integrar bien la mezcla.
  6. Enfriar en el frigorífico durante 20 minutos.
  7. Sacar la mezcla del frigorífico y batir con las varillas.
  8. Repetir esta acción cada 20 minutos durante una hora.
  9. Pasada esa hora, batir con una batidora de mano con varillas hasta que la nata aumente su tamaño al montarla.

Para elaborar una nata montada más ligera, es posible sustituir el azúcar glas por edulcorante o añadir esencia de vainilla. Además, existen otras alternativas para personas con dietas vegetarianas, para ello tan solo hay que sustituir la gelatina por el agar-agar, un extracto de algas con capacidad gelificante. 

Receta de nata montada elaborada con queso fresco batido

Ingredientes

  • 300 g de queso fresco batido
  • Dos claras de un huevo
  • Sal
  • Edulcorante

Receta

  1. Verter el queso fresco batido en un bol y mezclar con el edulcorante.
  2. Batir con una batidora de varillas hasta obtener una mezcla homogénea.
  3. En otro bol, separar las claras de las yemas. Añadir una pizca de sal.
  4. Batir las claras a baja velocidad y aumentar cuando estas comiencen a coger volumen.
  5. Añadir al queso fresco batido la clara a punto de nieve y batir hasta obtener la textura deseada.

3 sustitutos de la nata líquida 

La nata líquida o para cocinar también puede ser sustituida por otros alimentos para la elaboración de recetas saladas. Hoy en Mundo Lácteo ofrecemos tres ideas con las que sustituir la nata:

  • Salsa de queso de crema o queso de untar suave. Es un alimento ideal para acompañar pastas, carnes y verduras. El queso es fuente de minerales, como el calcio, el potasio y el fósforo, y de vitaminas A y D.
  • Salsa de yogur natural. Es una alternativa adecuada para aquellas personas que deseen llevar una dieta baja en calorías y en grasas.
  • Maicena. La maicena es empleada como sustituto de la nata para espesar salsas. Para ello, hay que disolver la maicena en leche fría y añadir hasta conseguir el espesor deseado.

¿Los intolerantes a la lactosa o las embarazadas pueden consumir nata?

Durante el embarazo, surgen muchos interrogantes en torno a la alimentación, ya que la madre necesita seguir unas pautas de alimentación para el correcto desarrollo del feto. Al igual sucede con aquellas personas a las que recientemente les ha sido diagnosticado intolerancia a la lactosa. 

La nata durante el embarazo

Los productos lácteos pasteurizados son esenciales durante el embarazo, ya que aportan una gran cantidad de ácidos grasos que intervienen en la función cardiaca y cerebral. Además, son ricos en vitaminas A, D y B, y en minerales, como el calcio, el magnesio, el fósforo y el potasio.

Las mujeres embarazadas pueden consumir nata siempre esté pasteurizada. El consumo de nata debe ser esporádico, ya que es un producto altamente calórico que puede causar diabetes gestacional. Cada 100 gramos de producto aporta 360 calorías.

Como ya comentamos en Mundo Lácteo, los expertos aconsejan a las embarazadas no pedir postres con nata montada en restaurantes por riesgo de contaminación o por no saber cómo se han manipulado los alimentos. De igual forma, hay que tener especial cuidado con la higiene de los utensilios de cocina.

La nata y la intolerancia a la lactosa

La intolerancia a la lactosa consiste en la incapacidad de digerir este tipo de azúcar presente de forma natural en la leche.  Un estudio realizado por el Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla estima que entre el 13 y el 36% de los españoles presenta intolerancia a este tipo de azúcar. Los principales síntomas son hinchazón o distensión abdominal, diarrea, gases, náuseas y dolor en el abdomen. 

Existen ciertos productos lácteos que los intolerantes a la lactosa pueden consumir como es el caso de la mantequilla, del queso curado, del yogur y también de la nata. Este derivado posee una proporción de lactosa similar a la de la mantequilla, por lo que es un producto apto para personas con deficiencia de lactasa intestinal.

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