¿Qué hacer si se corta la nata?

La nata se ha convertido en un ingrediente imprescindible en muchas cocinas alrededor del mundo. Gracias a su cremosidad y a su sabor, es la aliada perfecta en innumerables recetas: tanto para elaborar tartas, helados u otro tipo de postres, como para incorporarla a salsas e incluso a platos salados.
Montar nata a priori es un proceso sencillo y que lleva poco tiempo, sobre todo si utilizamos una batidora eléctrica. Sin embargo, aunque pueda parecer fácil, es frecuente que se termine cortando si no seguimos de forma ordenada los pasos para prepararla, por sobrebatirla o por una ligera variación de temperatura. En solo unos segundos podemos pasar de una nata perfectamente montada a una nata con textura granulosa.
En estos casos, aunque el primer impulso sea tirarla, debes saber que la nata cortada se puede aprovechar y reutilizar para tus recetas, tal y como veremos en este post.
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¿Es peligroso comer nata cortada?
Seguro que te has preguntado en más de una ocasión si tomar nata cortada puede tener algún riesgo para la salud.
Si la nata se ha cortado durante el proceso de batido, no necesariamente tiene por qué estar en mal estado. Aunque su textura puede no resultar de lo más apetecible al desprenderse el suero de la parte grasa, la nata cortada es comestible y no supone ningún peligro para nuestra salud.
Por lo contrario, si nada más abrir el brik al verter la nata líquida, esta tiene aspecto de estar cortada, con grumos o una textura separada, puede ser un signo de que está en mal estado. Esto puede deberse a que ha pasado su fecha de caducidad o bien haya estado expuesta a temperaturas inadecuadas. Además, si la nata no tiene buen olor o un sabor amargo, lo mejor será no arriesgarse y desecharla.
¿Cómo sé si se ha cortado la nata?
Estos son algunos indicadores de que la nata se ha cortado durante el proceso de batido:
- Si empieza a perder consistencia y parte del volumen que había ganado anteriormente.
- Si aparecen grumos pasando de una textura cremosa y firme a una textura similar a la del requesón.
- Si el color se vuelve más amarillento.
- Si empieza a aparecer líquido (suero) separado de la parte sólida.
Si aprecias alguna de estas características, posiblemente la nata se haya cortado, por eso te aconsejamos detener el batido de forma inmediata.
Cómo recuperar la nata cortada
Cuando la nata se corta, muchas personas optan por montar otra desde cero pero, afortunadamente, podemos aplicar una serie de trucos sin necesidad de prepararla de nuevo:
Añadir más nata líquida
Si la nata se corta porque nos hemos pasado de batido tan solo unos segundos y empieza a adquirir una textura granulosa, podremos recuperarla siguiendo estos sencillos pasos:
- Añade una cucharada sopera de nata sin montar a la nata cortada.
- Remueve suavemente la mezcla con una espátula de silicona. No utilices la batidora en este paso.
- Agrega otra cucharada sopera de nata hasta alcanzar la textura deseada.
- Repite los pasos en caso de que fuese necesario hasta conseguir la cremosidad que desees.
Como ves, es un procedimiento sencillo con el que conseguirás salvar tu nata, por lo que es conveniente reservar un poco de nata líquida al principio de la elaboración, por si debes recurrir a este truco.
Calentar la nata
Este truco es efectivo para recuperar la nata en caso de que la grasa se haya separado del suero una vez batida. No es un proceso inmediato, puesto que requiere calentar y enfriar la mezcla, pero sí muy efectivo:
- Vierte la nata en un cazo y ponla al fuego.
- Añade una cucharada sopera de leche y remueve hasta que la mezcla esté caliente. Es importante que no llegue a hervir.
- Utiliza una batidora si la mezcla no se integra bien.
- Deposita la mezcla resultante en un bol o cuenco.
- Deja enfriar la mezcla y guárdala en el frigorífico durante 24 horas.
- Pasado este tiempo, podrás volver a montar la nata.
Recuperar la nata con el robot de cocina
Te damos una tercera opción válida si utilizas robot de cocina:
- Añade una cucharada sopera de nata líquida a la nata cortada.
- Calienta la mezcla en el robot de cocina a una temperatura de 90 grados y a una velocidad de 3,5.
- Deposita la nata obtenida en un bol o cuenco.
- Deja enfriar la nata y guárdala el frigorífico durante 12 horas.
- Vuelve a montar la nata.
Mantequilla casera, la solución a la nata cortada
Si la nata se ha cortado quedando claramente diferenciados el suero de la leche de la grasa, podemos seguir batiendo unos 10 minutos más y obtendremos mantequilla casera.
Para prepararla, tendremos que retirar el suero de la parte grasa y trabajar esta parte grasa (mantequilla) un poco para intentar refinarla. Para ello, con ayuda de un par de paletas de madera, debemos aplastarla, doblarla sobre sí misma y volver a aplastarla para que vaya soltando todo el suero atrapado en su interior.
También podemos ayudarnos de un colador y presionar la mantequilla con el dorso de una cuchara para que salga todo el líquido. Si es necesario, en este paso podremos rectificar de sal.
A continuación, es imprescindible lavar la mantequilla. Para ello, sumérgela en un bol con agua muy fría. Ayudándote de las manos, lava bien la mantequilla hasta eliminar los restos de suero que pueda tener.
El último paso será escurrirla de nuevo. Además, puedes aprovechar para añadir algún ingrediente extra. ¿El resultado? Una deliciosa mantequilla de sabores agregando perejil u otras hierbas aromáticas que podrás utilizar para enriquecer tus platos de carne o para agregar a salsas.
Para conservarla, envuélvela en papel aluminio y guárdala en un recipiente en la nevera. De este modo, la mantequilla casera se mantendrá en perfecto estado entre 7 y 10 días.
Por último, hay que tener en cuenta que por cada 500 ml de nata líquida conseguiremos aproximadamente 170 gramos de mantequilla casera.
Consejos para hacer nata montada en casa
En este post de Mundo Lácteo os explicamos cuatro formas diferentes de montar nata para tus recetas. Pero en ocasiones, aunque sigas cada uno de los pasos, la nata podría terminar cortándose, por lo que te damos una serie de tips que te ayudarán a conseguir la nata montada perfecta:
- Enfría la nata: cuanto más fría esté la nata, mejor se montará. Te aconsejamos, además, enfriar previamente el bol en el que vayas a montar la nata.
- No sobrebatas la nata: a veces cometemos el error de batir con demasiada efusividad. Es preferible batir la nata a velocidad media-alta y parar en cuanto empiecen a formarse picos.
- Añade el azúcar al final: si optas por endulzar la nata, agrega el azúcar al final del batido, cuando ya haya comenzado a espesar.
- La dirección en la que batas la nata deberá ser siempre la misma. De lo contrario, se acabará cortando.
Si, a pesar de seguir todos estos tips, la nata acaba cortándose durante el proceso de batido, no olvides los trucos que te hemos explicado para poder recuperarla. Otra opción es acabar de batirla del todo y se convertirá en mantequilla. En cualquier caso, podrás reutilizarla para añadirla a tus recetas con total tranquilidad.