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¿Son más sostenibles los productos kilómetro 0? Características y ventajas
Consumir productos o alimentos locales se ha convertido en una tendencia porque ayuda a mejorar el medio ambiente y a conseguir un sistema económico más justo para los productores. En este post explicamos qué son los productos de proximidad o de kilómetro cero y qué ventajas supone esta forma de consumo.
Contenidos
- 1 Qué son los productos de proximidad o kilómetro 0
- 2 Beneficios y tendencias de los productos de proximidad
- 3 Características básicas de los productos de proximidad
- 4 Ventajas de consumir productos de proximidad
- 5 Dónde comprar productos de proximidad
- 6 Por qué son sostenibles los productos de proximidad
Qué son los productos de proximidad o kilómetro 0
Los productos de proximidad o también llamados productos de kilómetro cero son un concepto cada vez más extendido y usado. Se denominan así aquellos alimentos que se producen a menos de 100 km del lugar de venta. También se consideran dentro de esta definición los alimentos producidos en la misma comarca en la que se venden y que además son de temporada. Por ejemplo, frutas y verduras de temporada y de la región, en contraposición con las cultivadas en invernaderos a lo largo de todo el año.
Comercializarlos cerca del lugar de producción es la clave para definir este tipo de alimentos que son más sostenibles al recorrer menos trayecto y emitir menos C02 a la atmósfera en el proceso de transporte.
Además del menor coste medioambiental, hay otros factores favorables que influyen en el consumo de productos de proximidad. Por ejemplo, que no se deteriora tanto la calidad o el beneficio para el consumidor al poder elegir alimentos directos de la granja o el campo a su propia mesa. Si los alimentos se importan de lugares lejanos se introducen más intermediarios que aumentan los costes, contaminan más y producen un deterioro mayor en el proceso de compra.
Beneficios y tendencias de los productos de proximidad
Consumir productos de proximidad mejora la economía local y hace que los productores locales puedan mantener negocios sostenibles y rentables económicamente.
Por término medio, una de cada seis explotaciones agrarias en la Unión Europea venden más de la mitad de su producción directamente a los consumidores y en el momento actual ha aumentado el interés por este tipo de comercio de proximidad. Según un reciente estudio de la consultora Kantar. hasta un 73% de los consumidores en España se decanta por comprar más productos locales y de proximidad desde la crisis del Covid-19.
Los productos de proximidad o kilómetro cero no tienen por qué ser equivalentes a los productos ecológicos. Un producto ecológico es aquel que evita los conservantes, abonos y pesticidas químicos, y apuesta por las opciones más naturales.
Características básicas de los productos de proximidad
Los productos de proximidad cumplen una serie de requisitos o características básicas
- Tienen que producirse y consumirse en un radio bastante cercano que no debe ser superior a 100 km.
- Han de ser además productos estacionales de temporada y su proceso de producción y transporte debe cumplir las normativas que garantizan que se trata de alimentos naturales, a los que no se les ha añadido productos químicos ni tóxicos.
- En conclusión, es fundamental que el proceso de producción y transporte de estos productos se haga con el máximo cuidado y protección al medioambiente.
Ventajas de consumir productos de proximidad
Consumir alimentos de proximidad tiene un beneficio general para todos los agentes de la cadena y son una apuesta importante por la sostenibilidad ambiental. Estas son algunas ventajas para el consumidor que elige este tipo de productos.
- Son productos frescos y por tanto mantienen intactas sus propiedades nutricionales y su sabor durante más tiempo al ser recolectados en el momento.
- Conservan sabor típico de los productos de la tierra consumidos en su momento exacto del año y en su momento óptimo de maduración.
- Son alimentos estacionales que no necesitan conservantes y tampoco cámaras frigoríficas ni embalajes para hacer largos viajes.
- Existe mayor control sobre ellos. Al tratarse de productos de cercanía hay un mayor conocimiento para el consumidor sobre su origen y procedencia. La vigilancia es doble, tanto por parte de organismos regulatorios como por parte del consumidor. Por tanto, este podrá tomar mejores decisiones a la hora de comprar y consumir.
- Ayudan a conservar la biodiversidad y el planeta. Apostar por el comercio de proximidad preserva la fauna y la flora. Al no viajar, los productos deterioran menos esa fauna y flora, y al ser locales, se evitan plantaciones y cultivos de agricultura intensiva menos respetuosa con el medio ambiente.
- La producción de proximidad combate además el cambio climático porque el viaje de los productos del productor al consumidor es corto. Esto hace que se emitan menos gases contaminantes durante la distribución y que se empleen menos embalajes para el transporte de alimentos que suelen ser plásticos y acaban convertidos en residuos.
- Son beneficiosos para la salud. Los productos que se producen en masa suelen crecer con el uso de fertilizantes, herbicidas o pesticidas que pueden ser dañinos para la salud. Aunque los productos de cercanía no llevan el sello de ecológico sí tienen una cierta garantía de que no usan sustancias químicas que pueden resultar perjudiciales para la salud.
- Fomentan una economía local justa. El comercio de proximidad evita la distribución a gran escala que perjudica a productores locales al recibir poco dinero por su trabajo. Si el gran consumo está en manos de grandes empresas, en muchas ocasiones los productores no recibirán precios justos por su producto.
- Ayudan a ahorrar. Los productos a gran escala suelen tener costes adicionales por embalajes, aranceles o rutas de transporte que acaba pagando el consumidor y que redundan en el precio final. Costes que no deben aplicarse en los productos kilómetro cero. Con todo, el consumidor debe aceptar un precio justo de estos productos para los pequeños productores.
Dónde comprar productos de proximidad
La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) trata de fomentar el consumo de alimentos de proximidad. Para lograrlo, tanto las autoridades españolas como las comunitarias “tienden a ser flexibles con los requisitos de producción y comercialización de ese tipo de productos facilitando, por ejemplo, la venta directa al consumidor en la explotación o en los mercados locales”.
En este sentido, además de encontrar alimentos de proximidad en mercados regionales o locales existen otras alternativas para adquirirlos y consumirlos con facilidad. Por ejemplo, existen plataformas de venta online o incluso canales como redes sociales donde los productores locales exponen sus productos y los entregan a domicilio.
También existen mercados de productores de compra directa y cada vez proliferan más tiendas locales con productos traídos directamente de la huerta del productor. Con la llegada de la pandemia estas tiendas de barrio han fortalecido su servicio de entrega a domicilio y también los mercados han ampliado su servicio de pedidos telefónicos u online a casa.
Por qué son sostenibles los productos de proximidad
Es una evidencia que la huella de carbono que dejan los productos de proximidad o kilómetro cero es mucho menor. Las emisiones de gases nocivos en el proceso de producción y distribución es mayor para alimentos o productos que viajan cientos de kilómetros hasta el punto de venta.
Según la Comisión Europea, solo el transporte de mercancías genera el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el continente. Si hay que desplazar productos embalados en grandes trayectos, es evidente que dejarán mayor cantidad de residuos y mucho mayor desperdicio de alimentos. Además, en los grandes contenedores agrícolas pueden viajar especies invasoras que dañan los ecosistemas españoles.
Según la Resolución del Parlamento Europeo del 19 de enero de 2012, en “producir un kilo de carne de vacuno se utilizan de 5 a 10 toneladas de agua”, y para producir un kilo de alimentos, de media, “se emiten a la atmósfera 4,5 kg de CO2”. Por ello, luchar contra las emisiones de CO2 y contra el cambio climático es apostar por productos de cercanía y proximidad que tienen un impacto mucho menor en el medio ambiente.