¿Cómo almacenar quesos en casa?

El queso es un alimento versátil que puede ser utilizado como acompañamiento perfecto para una variedad de platos, o disfrutarse solo gracias a su sabor y cuerpo. Sin embargo, para garantizar su frescura y sabor, es esencial preguntarse cómo almacenar quesos en casa correctamente.

En este artículo de Mundo Lácteo ofrecemos los mejores consejos para conservar queso en casa durante más tiempo. ¡Información imperdible para los amantes de este producto derivado lácteo!

¿Cuál es la mejor manera de conservar el queso?

Conservar el queso adecuadamente es fundamental para mantener su sabor, textura y calidad durante más tiempo. Dependiendo del tipo de queso, el método de almacenamiento o la temperatura necesaria para su correcta refrigeración, varían.

Ahora bien, ¿hay que guardarlos envueltos en algún tipo de papel? ¿hay que meter los quesos en algún recipiente? Se nos ocurren múltiples preguntas que pueden rondar la mente de cualquier persona que haya adquirido una cuña de queso o un queso entero para su casa.

Los quesos frescos como el queso ricota, el queso fresco o la mozzarella tienen un alto contenido de agua, y en cuanto se abre van perdiendo líquido, lo que los hace más perecederos. Lo ideal es guardarlos en su envase original o en un recipiente hermético con papel de cocina en su base, que se debe cambiar diariamente, para que absorba el exceso de líquido que vaya perdiendo. Cambiar el papel es crucial para evitar que absorba olores.

Los quesos semiduros, como el gouda o el emmental, se deben envolver en papel encerado, como el que se emplea en las carnicerías, para que el queso respire y no se seque. En caso de no contar con papel encerado, el papel de horno es una opción válida. De esta manera, se protege al queso de coger olores y sabores de otros productos.

Los quesos duros como el parmesano o el manchego pueden almacenarse de manera similar a los quesos semiduros. Estos quesos suelen durar más tiempo debido a su menor contenido de humedad. Los quesos azules, como el roquefort o el gorgonzola, tienen un sabor fuerte y un alto contenido de humedad. Para conservarlos, del mismo modo que los quesos blandos o frescos, es recomendable guardarlos en un recipiente hermético, con papel de cocina en el fondo del mismo, para evitar la contaminación cruzada de olores.

¿Cómo conservar el queso para evitar el moho?

El moho es un problema común en el almacenamiento de queso, especialmente si no se guarda de manera adecuada. Aunque no lo parezca, la aparición de moho en los quesos de pasta dura no supone ningún problema a la hora de conservarlo y consumirlo. Simplemente se debe retirar el moho de la corteza y ya estará apto para servir.

Uno de los principales tips para evitar la aparición de moho es asegurar que cuchillos y tablas de cortar estén bien limpios antes de manipular el queso. El moho puede transferirse fácilmente de superficies sucias al queso. También se aconseja no envolver el queso directamente en plástico, ya que esto puede atrapar la humedad y fomentar el crecimiento de moho. El papel parafinado o encerado es una buenísima opción, puesto que permite que el queso respire y lo protege de la deshidratación.

Por último y quizás, punto fundamental, hay que almacenar el queso en el frigorífico, idealmente a temperaturas entre 4 y 8ºC. Los quesos de pasta dura, por su parte, pueden conservarse perfectamente con temperaturas más altas: entre 8 y 15ºC. La fluctuación de temperaturas puede provocar condensación en el queso, lo que favorece el crecimiento de moho.

¿Dónde es mejor guardar los quesos?

Como indicábamos anteriormente, el queso necesita frío para conservarse correctamente, por lo que el emplazamiento indicado donde guardar los quesos es la nevera. Pero ¿en qué lugar de la nevera se debe guardar cada queso?

1. Cajón de verduras: esta es la zona menos fría y con menos fluctuaciones de temperatura, lo que la hace ideal para la mayoría de los quesos. Además, este cajón suele tener un nivel de humedad más alto, lo que ayuda a evitar que los quesos se sequen.
2. Estantes superiores: los quesos más blandos o frescos deben colocarse en los estantes más altos, donde la temperatura es más baja.
3. Queseras de cristal o recipientes especiales: estos recipientes están diseñados especialmente para conservar los quesos fuera de las neveras y mantienen la humedad y temperatura correcta para prolongar la vida útil de los quesos.

¿Cuánto tiempo puede durar un queso en la nevera?

El tiempo de conservación del queso en la nevera depende del tipo de queso y de cómo se almacene.

• Los quesos frescos duran entre 5 y 7 días en la nevera una vez abiertos.
• Los quesos blandos y semiblandos pueden durar entre 1 y 2 semanas.
• Los quesos semiduros pueden durar entre 3 y 4 semanas en la nevera si se almacenan adecuadamente.
• Los quesos de pasta dura pueden durar varios meses si se conservan bien envueltos y en las condiciones adecuadas.

¿Qué queso se puede congelar?

Si bien se pueden congelar la mayor parte de los quesos, no es en absoluto recomendable ya que puede afectar a su textura y sabor. En el caso de los quesos de pasta dura, pueden desmenuzarse al cortarlos una vez descongelados, mientras que los de pasta blanda se vuelven granulosos, perdiendo esa suavidad y cremosidad que los caracteriza.