El queso fresco es un producto lácteo conocido por su versatilidad, ya que puede consumirse solo o emplearse en un gran número de recetas, tanto dulces como saladas.
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¿Qué es el queso fresco?
El queso fresco es un tipo de queso que, a diferencia de los quesos semicurados o curados, no necesita tiempo de maduración. Esto hace que retenga gran parte del suero y que sea un queso muy húmedo, con un porcentaje en agua de entre el 60 y 80%.
Es un queso de color blanco, de textura blanda y con un sabor suave. En función de las técnicas de elaboración y la zona geográfica, recibe distintos nombres. En España, es conocido popularmente como “queso de Burgos”.
Esta variedad de queso es elaborada a partir de leche de vaca, aunque también puede encontrarse de oveja, de cabra o mezcla. En función de la leche utilizada, las propiedades nutricionales del queso variarán.
El queso fresco de vaca posee en torno a un 10% de grasas y de proteínas. El queso de cabra posee más grasas y menos proteínas, mientras que el de oveja tiene una cantidad de grasas superior.
Existen diferentes variedades en función de su porcentaje en sal y en materia grasa. En la actualidad, también existen quesos frescos sin lactosa para aquellas personas con intolerancia.
Propiedades y valor nutricional
El queso posee numerosas propiedades nutricionales beneficiosas para el organismo. El queso fresco es fuente de calcio, un mineral que ayuda a formar y proteger dientes y huesos, y a mantener fuertes y sanos el corazón y los músculos.
También tiene un alto contenido en fósforo y en vitaminas A, D y B, que ayudan al correcto crecimiento y al funcionamiento de las células. El contenido en sodio es menor frente a otros quesos con un mayor tiempo de maduración.
El llamado queso de Burgos es bajo en grasas. Por cada 100 gramos de queso fresco, 15 son de grasas. Si hablamos de quesos frescos con un 0% de materia grasa, el porcentaje no llega a alcanzar el 0,2%.
En la siguiente tabla, podemos comprobar las propiedades nutricionales del queso fresco:
Calorías | 200,10 kcal. | ||
Grasa | 14,90 g. | ||
Colesterol | 14,50 mg. | ||
Sodio | 1200 mg. | ||
Carbohidratos | 2,50 g. | ||
Fibra | 0 g. | ||
Azúcares | 2,50 g. | ||
Proteínas | 14,04 g. | ||
Vitamina A | 261 ug. | ||
Vitamina B12 | 0,66 ug. | Calcio | 190,50 mg. |
Hierro | 0,62 mg. | Vitamina B3 | 4,10 mg. |
Beneficios del consumo de queso fresco
El queso fresco es uno de los productos estrella en la dieta mediterránea por los múltiples beneficios que ofrece: es bajo en grasas, es ligero y cuenta con una alta concentración en proteínas.
Bajo en grasas
La baja cantidad en grasas hace que el queso fresco sea una opción saludable para todos. Es común incluirlo en dietas bajas en calorías.
Más ligero
El queso fresco no necesita maduración por lo que la humedad de este suele estar entre el 60 y el 80%. Es un queso ligero y con una textura suave.
Alta concentración en proteínas
La alta concentración en proteínas hace de este tipo de queso un alimento recomendable para niños, para embarazadas y para personas mayores. También es una buena opción para deportistas.
Rico en calcio
El queso fresco es un alimento rico en calcio. El calcio es un mineral que ayuda a mantener sanos los huesos y los dientes. Además, evita la descalcificación de los huesos durante la menopausia.
Tipos de queso fresco
El queso fresco es una excelente opción para todas aquellas personas que deseen llevar una dieta equilibrada y baja en grasas. Este queso cuenta con diferentes variedades:
Queso Quark
El queso quark se elabora con leche de cabra o de oveja. Tiene un sabor amargo y una textura muy cremosa, motivo por el que en muchas ocasiones se confunde con el queso cottage, requesón o queso fresco.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señala que el contenido en grasa varía en función del método de elaboración.
Queso Cottage
Este queso tiene una textura suave y un porcentaje en materia grasa inferior al 2%. Es empleado como ingrediente en lasañas, en ensaladas y en diversos postres.
Requesón
El requesón, también conocido por su nombre italiano Ricotta, es obtenido a partir del fermento y la cocción del suero de leche. Es un queso de color blanco, con un sabor suave y una textura granulosa.
En España, este tipo de queso fresco se elabora a partir de la leche de cabra, de oveja o de vaca y es empleado para rellenar pastas o para mezclar con frutas o frutos secos.
Queso de Burgos
El queso de Burgos es el queso fresco más popular en España. Tiene sus orígenes en la ciudad de Burgos donde se celebraba un mercado semanal para vender quesos de leche de oveja. En la actualidad, este queso es comercializado a partir de leche de vaca o mezcla.
Suele ir acompañado de miel o membrillo, aunque también es un excelente complemento en ensaladas.
¿Cómo elaborar queso fresco casero?
Para elaborar queso fresco casero son necesario dos ingredientes:
- 1 litro de leche fresca pasteurizada. En función del gusto de cada persona, puede ser de vaca, cabra u oveja. Es recomendable que la leche sea entera.
- 30 mililitros de zumo de limón.
Elaboración
- Verter la leche en un recipiente y ponerla en el microondas a máxima potencia durante 13 minutos.
- Exprimir un limón.
- Verter el zumo de limón en el recipiente donde se encuentre la leche ya caliente.
- Usar una espumadera para remover hasta que la leche comience a tener un aspecto cuarteado y grumoso.
- Dejar reposar durante 30 minutos a temperatura ambiente. Añadir sal y hierbas secas al gusto.
- Colocar la mezcla en un colador para que el queso se compacte.
- Poner el colador sobre un tupper y dejar enfriar en la nevera durante una hora.
- Sacar el queso del frigorífico.
- Quitar el molde y servir en un plato.
Existen otras recetas para elaborar queso fresco casero, ya que se pueden utilizar distintos tipos de leches y varios ácidos como limón, lima, vinagre y yogur. Para conseguir una textura más cremosa, es recomendable añadir nata durante el proceso.
El queso fresco puede utilizarse en diferentes preparaciones: con tostadas para el desayuno, para ensaladas, en cubitos mezclado con tomate seco, salmón ahumado, anchoas, membrillo…
¿El queso fresco engorda?
El queso fresco es uno de los quesos que menos aporte calórico, ya que no existe proceso de curación. El queso fresco aporta aproximadamente un 24% de grasas y contiene 284 calorías por cada 100 gramos.