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La diferencia entre mantequilla y margarina
A lo largo de la historia han existido muchos debates, pero sin duda uno de los más sonados y que todavía sigue creando controversia y dudas a su alrededor es el de la mantequilla vs. margarina: ¿qué diferencias hay entre ellas? ¿Cuál es más saludable? ¿Tienen los mismos riesgos para la salud?
Son muchas las personas que desconocen que hay más diferencias que puntos en común entre ambas y son varios los mitos que circulan acerca de las propiedades de cada una de ellas. Lo cierto es que la mantequilla y la margarina no son lo mismo, pese a tratarse de dos grasas untables.
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El origen de la mantequilla y la margarina
Históricamente, la mantequilla es un producto mucho más conocido. Su origen se remonta a la Europa del siglo XVI y XVII, cuando las primeras zonas productoras fueron los Países Bajos, Inglaterra, el norte de Francia e Islandia. Posteriormente el consumo de mantequilla se extendió a América, Australia y África. Por aquel entonces, se trataba de un alimento de lujo, al alcance de muy pocas personas.
La producción de mantequilla a gran escala comenzó a finales del siglo XIX, a raíz de la Revolución Industrial. A partir de ese momento el uso de la mantequilla se extendió a gran parte de los hogares para añadir un extra de sabor y textura a platos tanto dulces como salados.
Sin embargo, durante muchos años ha sido demonizada debido a su alto contenido en grasas saturadas y colesterol. En contraposición, en el siglo XX surgió la margarina como una alternativa que, aparentemente, era más saludable, empezando a sustituir de esta forma a la mantequilla.
¿Cuál es la diferencia entre mantequilla y margarina?
Un análisis de los factores que las diferencian en su composición nos ayudará a discernir cuál de las dos es más saludable. Bien es cierto que ambas, mantequilla y margarina, son emulsiones de agua en grasa, sin embargo, existen numerosas diferencias entre ellas.
La principal diferencia entre mantequilla y margarina es su origen. Por un lado, el origen de la mantequilla es animal, porque usa grasa animal, mientras que el de la margarina es vegetal, ya que se emplean grasas vegetales. En otras palabras, la mantequilla es un derivado lácteo y la margarina no, puesto que no proviene de la leche, sino de aceites vegetales. Así que aunque la mayoría de supermercados coloque la margarina en la zona de los productos lácteos, no es uno de ellos.
Mantequilla y margarina, dos procesos de elaboración distintos
El proceso de elaboración es también otra de las diferencias que las hace divergir:
En el caso de la mantequilla la elaboración es natural, ya que la mantequilla procede de la grasa de la leche obtenida a partir del batido de la nata, consiguiendo un producto final natural y sin aditivos.
Sin embargo, el proceso de fabricación de la margarina es químico, puesto que se obtiene mediante hidrogenación de aceites vegetales. Por tanto, la margarina puede considerarse un alimento ultraprocesado.
Mantequilla o margarina, ¿cuál es más sana?
En la siguiente tabla comparativa analizamos las principales características de la mantequilla y la margarina, incluyendo su composición nutricional:
Mantequilla | Margarina |
Contiene vitaminas A, B, D, E y K2. | Se le añaden vitaminas de forma artificial. |
Contiene minerales como calcio y fósforo. | Se le añaden minerales de forma artificial. |
717 calorías por cada 100 gramos. | 717 calorías por cada 100 gramos. |
51 gramos de grasas saturadas por cada 100 gramos. | 15 gramos de grasas saturadas por cada 100 gramos. |
3,3 gramos de grasas trans por cada 100 gramos. | 15 gramos de grasas trans por cada 100 gramos. |
La mantequilla de leche de vaca tiene color amarillo, mientras que la mantequilla de leche de cabra u oveja es de color blanca. | Contiene aditivos, colorantes, conservantes y aromatizantes que buscan imitar las características de la mantequilla. |
Se elabora a través de procesos como pasteurización, centrifugación y sedimentación en frío. | Se elabora a base del refinado del aceite y su posterior endurecimiento. |
Tanto la mantequilla como la margarina se caracterizan por su elevado contenido en grasas. Sin embargo, existen diferencias significativas entre ambos productos no solo en el proceso de elaboración como ya hemos visto, sino también en su composición nutricional. La realidad es que la mantequilla no es un producto tan perjudicial como parece, ya que nos aporta una gran riqueza nutritiva.
Beneficios nutricionales y riesgos para la salud
Tanto la mantequilla como la margarina son alimentos perfectamente compatibles con una alimentación sana y equilibrada si se consumen de manera responsable, ya que debido a su alto contenido en grasas que alcanza hasta el 80% del producto, es recomendable un consumo moderado.
Es necesario tener en cuenta que el consumo en exceso de cualquier tipo de grasa, ya sea saturada, insaturada o trans, puede ser perjudicial, aunque dependerá en gran medida de la cantidad consumida, así como de los hábitos alimenticios. Hay que tener en cuenta que el consumo elevado de grasas saturadas puede aumentar el colesterol LDL (colesterol “malo”), ya que es frecuente que se acumulen en las paredes de las arterias, obstruyéndolas a largo plazo y aumentando el riesgo de enfermedades cardiacas y accidentes cerebrovasculares.
Beneficios del consumo de mantequilla
Debido a que la mantequilla es una fuente importante de nutrientes, su consumo aporta una serie de beneficios a nuestro organismo:
- Contiene antioxidantes gracias al aporte de vitaminas A, E y selenio.
- Sus ácidos grasos (ácidos butíricos) ayudan a prevenir infecciones y refuerzan el sistema inmunitario.
- Mejora la absorción de ácidos grasos como el Omega-3.
- Contribuye a tener una tiroides saludable debido a su alto contenido en yodo.
- Contiene vitaminas K2 y D que evitan la calcificación arterial, la arteriosclerosis y la caries.
- Reduce la lipoproteína A (un tipo de colesterol malo).
- Favorece el desarrollo nervioso y neuronal de niños gracias a su ingrediente principal, la leche.
- Ayuda al bienestar digestivo.
Beneficios del consumo de margarina
La margarina también ofrece una serie de propiedades saludables:
- Alto valor energético.
- Sus propiedades antioxidantes son perfectas contra el envejecimiento y para combatir enfermedades degenerativas como el Parkinson.
- Contiene vitamina A que ayuda al sistema inmunológico y a la vista.
- Mejora la calidad de la piel y los huesos.
- Ayuda a la circulación sanguínea y a la coagulación de la sangre.
Usos culinarios de la mantequilla y la margarina
En países como España, donde el aceite de oliva es el rey de la cocina, se olvida en muchas ocasiones la opción de utilizar mantequilla o margarina como sustituto del aceite. De todos modos, tradicionalmente existen muchas recetas para las que siempre se recurre al uso de mantequilla o margarina, debido a su gran versatilidad. Pero,¿cuál es mejor en la cocina? La respuesta es clara: la mantequilla.
Los motivos por los cuales la mantequilla es mejor que la margarina para cocinar también son claros: la margarina contiene grasas hidrogenadas y excesivas grasas trans. Sin embargo, el uso de mantequilla aporta una serie de beneficios al plato final que no estarían presentes al utilizar margarina. Esto se debe a que la cantidad de grasas trans en la mantequilla es baja y, por consiguiente, no es peligrosa. Además, si se usa con moderación y en pequeñas cantidades, no supone un riesgo en la aparición de enfermedades cardiovasculares ni en el aumento de peso.
La mantequilla en la repostería
Existe un caso concreto en el que también el uso de mantequilla es más recomendado: la repostería. La mayor cantidad de grasas saturadas de origen animal presentes en este producto lo hacen ideal para todo tipo de postres. Además, aporta mejor sabor y, debido a que su proceso de elaboración es menos químico, dará un toque más natural al plato.
¿Otros motivos? Los detallamos a continuación:
- Cremosidad: a diferencia de la margarina o el aceite, el uso de mantequilla aporta una cremosidad extra a las elaboraciones.
- Textura: la humedad de la mantequilla ayuda a que procesos como el de horneado dejen resultados mucho más crujientes y consistentes.
- Esponjosidad: el alto porcentaje graso de la mantequilla es perfecto para crear masas esponjosas.
- Frescura: gracias a la grasa proveniente de la leche, los postres elaborados con mantequilla se mantienen frescos y aguantan mucho más tiempo en perfectas condiciones que los elaborados con margarina o distintos tipos de aceite.
Como hemos podido ver, la mantequilla y la margarina son alimentos de origen diferente, que tienen en común un elevado contenido en grasa, pero que pueden aportarnos una serie de beneficios nutritivos para el buen funcionamiento de nuestro organismo. Por este motivo, son dos ingredientes que podemos incorporar a nuestra alimentación, siempre dentro de una dieta variada y equilibrada.
Por tanto, ¿qué es más saludable, la mantequilla o la margarina? No existe una respuesta universal a esta pregunta. Lo que sí está claro es que la mantequilla es rica en ácidos grasos que son buenos para el organismo si son consumidos de manera ocasional y que es la preferida para incorporar a recetas de repostería por su sabor.
Además, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha establecido cuál es la mejor mantequilla disponible en los supermercados españoles basándose en su composición nutricional. Pero la opción de priorizar el consumo de una sobre la otra se reserva al gusto y a las necesidades personales de cada uno.